Die For You // wenclair [f]

VII. avvicinamento

— Deja de moverte, Addams.

La morena bufó moviéndose por ultima vez en la silla antes de quedarse completamente quieta.

— Tu cabello es muy suave ¿cómo haces eso? — La de cabellos rubios le ayudaba a tejer sus trenzas, ahora era un poco difícil hacerlo por ella misma con el hombro lastimado. Ella perfectamente podía hacerlo pero Enid insistió tanto que solo pudo tomarle de la mano y dejar que peinara su cabello — Cuando era niña, mi papá solía hacerme peinados graciosos pero si se descuidaba unos segundos mi cabello volvía a ser un montón de nudos raros. Mamá nunca dejó que lo tuviera tan largo como el tuyo.

Su dinámica no había cambiado mucho, seguían siendo la que habla mucho contra la que solo la escucha, pero se estaban volviendo más cercanas. Bien, quizás Merlina jamás se disculpo pero Enid entendió que las palabras no eran lo suyo. En cambio, Addams dejó que leyera un poco de la nueva novela que estaba escribiendo y dejó que irrumpiera en su espacio personal, para Enid eso contaba como un "lo siento".

— Listo — Enid posó su manos en los hombros de Merlina antes de alejarse de ella.

Cuando la morena volteo a ver a su compañera de habitación se dio cuenta de lo delgada que era la prenda que llamaba suéter, y por lo que se lograba ver por la ventana ese día sería helado.

— ¿No llevas algo más? No quiero enfermos que estornuden mocos ni escupan flemas — Sinclair le obsequió una de sus brillantes sonrisas.

— De hecho... — Se llevó una mano a la cabeza, revolviendo su cabello en señal de nervios — Quiero uno de tus suéteres.

— ¿Qué? 

— Son bonitos y grandes, me gustan. — Una verdad a medias, pero tampoco iba a decirle que su lado lobo le arañaba el pecho para que se llenara del olor a jazmín que tenía.

— No.

— Vamos, Willa, tu tienes un peluche mío debajo de tu cama ¿por qué no puedo yo tener un suéter tuyo? — Un puchero se le formo en la cara.

— ¿Cómo sabes del peluche? — Su mirada molesta se clavó en Dedos, este solo se encogió en su lugar — Te daré el suéter pero ni una palabra más de tu muñeco espantoso color vómito.

Enid podía casi flotar de felicidad, inevitablemente su cola y orejas aparecieron como si las hubieran llamado.

Cuando Merlina volvió de buscar un buen abrigo para la rubia se encontró con la escena mas dulce que sus ojos habían presenciado ese día. Una media sonrisa apareció en su rostro que hizo desaparecer rápidamente.

— Levanta los brazos — Sinclair fue tan obediente como un perrito entrenado y eso casi le hizo soltar una risa.

Una vez bien acomodado el suéter se dio el tiempo de observar a la chica frente a ella. Bien, sería un poco difícil acostumbrarse al negro en Enid, pero le quedaba bien. Sinclair sonrió nerviosa cuando notó la pesada mirada de Merlina sobre ella.

— Tienes colmillos — Inconscientemente le tomó la cara, haciendo pasar saliva ruidosamente a la licántropo. Le tocó los labios para que abriera la boca y cuando lo hizo una sonrisa rara apareció en su rostro. Con el dedo pulgar tanteó el colmillo izquierdo, era afilado y largo, muy bonito.

Sinclair estaba pintada de rojo hasta la orejas, pero su cola no dejaba de sacudirse. Estaba feliz porque la Addams estaba así de cerca y además le estaba tocando el rostro, podría derretirse ahí mismo con su helado tacto en sus mejillas.

— Ahora eres más interesante, Sinclair — Le soltó la cara antes de tomar su mochila y salir por la puerta de la habitación rumbo a su primera clase de la semana.

— Oh dios — Se abrazó a si misma, sintiendo un escalofrío atravesar todo su cuerpo, luego la sensación de la tela suave que la envolvía la trajo de vuelta a la realidad. Haber arriesgado así su vida le trajo muy buenas recompensas.

Soltó un suspiro antes de seguir los pasos de la morena. Ella también era muy interesante porque aún con su actitud misteriosa la hacia sonreír de oreja a oreja con las mejillas pintadas de rosado.

—Now, how many men have you kissed?
Very few.
But you offered me a kiss. Why?
Such a foolish reason, I'm afraid. I just wanted to kiss you.—

——

Ya me di cuenta que les gustan los capítulos donde Merlina es menos amenazante y más sensible en cuanto a Enid. El capítulo cuatro me lo demostró. 

Habrá más, lo prometo.

-willy