Die For You // wenclair [f]

XV. musica per te

Estaban paseando a los alrededores del patio; Ajax comía de una barra de granola con un olor raro y de aspecto tan seco como el Sahara, Enid bebía de un refresco rebajado que le vendieron en la cafetería y Dedos solo los seguía, escuchando la conversación. Era tarde, pero no tan tarde como para que el sol se ocultara aún.

— No entiendo porque le aceptaste las disculpas tan fácilmente, yo jamás podría — El chico le pegó una mordida a su barra de granola antes de seguir hablando — Eres demasiado blanda con ella.

— Entiendo tu preocupación. ¡Pero debiste verla! — Chilló con emoción y su sonrisa se estiró — Se veía nada como ella, sus palabras que suelen ser agresivas lo seguían siendo, pero con un toque más suave. Y ¡oh! Me tomó de la manga ¡DE LA MANGA, AJAX!

Enid casi lanza al chico contra una pared de la emoción. Pero solo casi le disloca el hombro con sus jaloneos.

— Okey, ya entendí. Pero aunque tú insistas, no le quitaré el ojo de encima — Otra mordida a su aperitivo — Sí se atreve a lastimarte de nuevo, no dudaré en usar mis manos para estrangularla.

— ¿A quién planeas estrangular, gorgona? Suena divertido.

Los mejores amigos casi se rompen el cuello al escuchar la voz de Merlina a sus espaldas. Ajax ya podía ver su futuro: él, una silla de electrochoques y Merlina con su macabra sonrisa a punto de jalar la palanca y matarlo. Sudó frío.

— ¡Merlina! Qué bueno verte, ya estaba a punto de ir a la habitación — La gorgona y Dedos casi podían ver corazones en los ojos de la rubia.

— Que bueno que lo mencionas, iré al club de apicultura entonces.

— Oye, no seas mala — Sinclair le puso cara de perrito para que dejara su tontería. La Addams solo pudo bajar su mirada a Dedos y le hizo una seña rápida indicándole que se fuera y se llevara a Ajax consigo.

Dedos fue rápido y con varios jalones rápidos al pantalón del chico llamó su atención. "Quiero que me ayudes a escoger un color de esmalte para uñas". O algo así le dijo.

— Oh. Nidie, me iré con Dedos un momento. Si me necesitas solo llámame — Y se fue. Perfecto. -

La gótica espero unos segundos esperando a que se alejaran lo suficiente para poder hablar.

— Quiero que me acompañes a una de mis prácticas con mi violonchelo — Seria y directa, sin rodeos ni nada. ¿Estaba invitándola a una cita?

— ¿Es una cita, Addams?

— Tómalo como quieras — La chica rubia le sonrió y su corazón bombeo tanta sangre como pudo a sus orejas — Te veo en el balcón.

Se dio la vuelta sin esperar respuesta y huyó del lugar. Por alguna razón tenía una sensación de hormigueo en las manos y las palmas le sudaban. Era asqueroso, nunca le había pasado algo así. Se limpió las manos con un pañuelo apenas llegaba a la habitación.

Se apresuró a acomodar todo lo que necesitaba para antes de que la chica Sinclair se asomara por la puerta. Por suerte el sol ya no golpeaba tan fuerte y no le causaría quemaduras de primer grado a cualquiera de las dos, aunque sería algo fantástico sentir que todo le quema sin estar muriendo realmente. Quitó esa idea de su cabeza para asegurarse que las cuerdas de su violonchelo estuvieran en perfecto estado.

Enid entró por la puerta justo a tiempo. Observando la espalda de la chica gótica se fue acercando tranquilamente. 

Cuando por fin las dos estaban sentadas tranquilamente en el balcón, Enid habló.

— Así que esta es tu forma de regresar mi confianza en ti — Estaban alejadas la una de la otra. Mientras la hija mayor de los Addams estaba sentada en una esquina, Enid se encontraba en la otra punta, viéndola.