XVI. un bacio, una promessa

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¿Había pasado la mejor noche de su vida? Sí ¿Iba a admitirlo en voz alta? Por supuesto que no. Ya suficiente tenía con las pequeñas burlas que le hacía Dedos cada que tenía oportunidad. No necesitaba que se burlaran de ella, necesitaba ayuda inmediatamente.

Anoche habló impulsivamente y ahora tenía que buscar un lugar donde realizar una cita decente para la rubia. Podría simplemente volverla a invitar a otra de sus prácticas de violonchelo o leerle una de sus nuevas obras. Pero esas eran sus cosas favoritas, no las de Enid. Ella terminaría cansándose de eso.

No quería recurrir al ser mas despreciable y extravagante que conocía, pero todo parecía orillarla a hacerlo. Por eso estaba intentando localizarlo en el patio de la academia. Juro que si no me ayuda en nada lo mataré. -

Encontró en una de las mesas centrales al chico y su soledad, parecía ocupado en algo. El momento perfecto para aparecer.

Se mantuvo parada a sus espaldas, esperando a que sintiera su helada mirada o, al menos, su jodida sombra. Como no estaba de humor para esperar a que aquel idiota se diera cuenta de que alguien podría apuñalarle el cuello, habló para llamar su atención.

— Petropolus — El chico se exaltó al escuchar la voz de Merlina. En sus manos sostenía una pequeña pieza de madera y una navaja — Mi escorpión solía hacer mejores piezas.

— Merlina Addams — Su sonrisa estaba entre el miedo y la incomodidad. Sin Enid todo encuentro se veía forzado — ¿Qué haces aquí?

— Ya sabes porqué.

— Bien, Merlina, que haya sido de ayuda una vez no significa que lo haré de nuevo.

— Es eso o tus serpientes la pagan. Se como desescamar una con unas tijeras de preescolar — Ajax se llevó las manos a la cabeza para proteger a sus serpientes.

— ¿Olvidaste que Enid casi me corta el cuello después de que arreglaras las cosas con ella?

— Era eso o que usara tu ropa — Casi suelta una risa por lo celosa que sonaba la morena, pero se contuvo.

— Okey. ¿Para qué me necesitas esta vez?

Merlina se quedó en silencio un momento, estaba arrepintiéndose de lo tonta que estaba siendo. Me voy a ver estúpida. - ¿Y si mejor se iba? Era la mejor opción. Pero si quería que Enid le dejara besarle los labios... Maldita sea. -

— Cuando Enid va al pueblo ¿A que lugares va?

— Uh, solemos ir al café donde trabajaba ese Hyde, a veces va al local de ropa o a la heladería que está frente al jardín.

La Addams pareció meditarlo un poco antes de asentir suavemente — Perfecto. Tú y tus serpientes tienen más días de vida.

Y se fue sin más. Ahora tenía que rogarle a Weems que la dejara ir al pueblo. Suspiró con fastidio, se estaba humillando muy seguido desde que comenzó algo con Sinclair.

—°-

Caminaban tranquilamente a los alrededores del pueblo. El silencio que había entre ellas dos parecía reconfortante para Merlina y frustrante para Enid. Llevaban al menos 20 minutos en Jericó pero no se habían dicho mucho.

— Aun no sé como logras convencer a Weems de dejarte salir — La licántropo intentó iniciar la conversación.

— Tenemos un convenio — Fue todo lo que dijo y todo volvió al silencio. Merlina la vio de reojo y notó, por como parecía buscar algo en el cielo, que estaba buscando una forma de arruinar el silencio. Así que ella intentó — Vamos por un helado.

— ¿Te gustan los helados?

— Los de chocolate amargo y café.

— Casi no me gusta el chocolate amargo, pero supongo que por algo te gusta.

Llegaron al pequeño local de helados y Enid le mantuvo la puerta abierta para que entrara, esa puerta de cristal era demasiado pesada, ni siquiera Yoko podía abrirla completamente. Merlina agradeció silenciosamente, solo moviendo la cabeza un poco.

— ¿Quieres que lo comamos aquí o afuera? — La rubia dejó ir la puerta para seguir a Merlina, como un vil cachorro.

— Afuera, el montón de color que hay aquí me está provocando urticaria.

— Iré a pedirlos entonces.

Merlina se quedó atrás de ella, esperando por su helado.

— Uno cono de algodón de azúcar y otro de chocolate amargo, por favor.

Cuando se los dieron la joven de trenzas fue la primera en salir, batallando con la maldita puerta de cristal. Para su suerte el jardín estaba poco concurrido, Más que perfecto.

Ella caminó sabiendo que a sus espaldas estaba la licántropo.

— Aquí esta su crème glacée, ma chère.

— ¿Desde cuándo sabes francés? — Se sentaron en una banca del jardín. Enid le dio la primera probada a su helado.

— Mi madre quería que fuera super dotada, o algo así, y me metió a clases de francés por 2 años.

Merlina no dijo nada, a pesar de que sus orejas se sentían tan calientes desde que Enid había vuelto a llamarle ma chère. Así que sabe francés. Esto me recuerda tanto a mis padres. Repugnante. -

Saboreó el amargo dulce. Recuerda que su gusto por el chocolate amargo había empezado en su niñez.

— Cuando tenía 7 años, mi tío Lucas me trajo una caja de chocolates desde el triángulo de las bermudas. Era amargo y como era el primer regalo que obtenía de él, se convirtieron en mis favoritos — Contó la anécdota como si no fuera tan importante, aunque Enid se dio cuenta que ese era tal vez uno de los mejores recuerdos que tenía con su familia. Una pequeña sonrisa de labios decoró el rostro de la morena y eso hizo sonrojar a Enid.

— Eres demasiado bonita.

— Vuelve a decir eso y te arrancaré las garras.

La rubia se hizo la desentendida y sonrió un poco. Tal vez esa chica medio idiota de ahí la había lastimado un par de veces, pero no  podía dejar de gustarle. Merlina era de esas personas que lastiman intencionalmente, y Sinclair estaba casi segura que en su caso, ni siquiera se había dado cuenta hasta que la vio molesta con lágrimas en los ojos.

Si romper mi corazón significa poder amarte, con gusto rompería mi corazón por ti. ~

— ¿Me dejas probar de tu helado?

— ¿Y que dejes tus espantosas babas? No.

No pareció importarle sus palabras, porque apenas la gótica guardo silencio, ella le tomó la cara y le plantó un beso rápido. Enid se levantó de la banca y comenzó a alejarse a cortos pasos de ella.

— Voy a matarte — Botó el helado al suelo y seguidamente se levantó de su asiento para comenzar a perseguir a la rubia ahora ambas corrían por el jardín como niños pequeños.

Aunque la licántropo parecía casi una bola de felicidad al ser perseguida por la Addams, quien por lo contrario llevaba su rostro serio y una aura sombría. Aunque si mirabas atentamente podías ver sus orejas rojas como si estuvieran en pleno invierno.

Nadie jamás le había robado un beso. Loba estúpida.- Ella comenzaba a ser su primera vez en todo.

— I thought you were just a good friend
But without knowing, I kept thinking of you
My cheeks grew red, I kept laughing
Love had already started
You're sweet like chocolate candy
I can't hide it, I wanna show you my heart

——

Canción: Only you - Twice

Nomamen, ya voy a poner nombre de las canciones, no quiero que se pierdan de la experiencia de conocer algo nuevo.

Por fin, beso. Habrá más, lo prometo. Intentaré recompensarles con otro capítulo el día de hoy porque me desaparecí tres días. Besos.

-willy

Die For You // wenclair [f]Where stories live. Discover now