XII. una stupida confusione

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No sabía lo que estaba haciendo. Oh cierto, estaba huyendo. Huyendo de sus sentimientos y del dulce recuerdo de los labios de la chica Sinclair.

Sus pasos eran agigantados para llegar más pronto al lugar donde quería llegar: el estudio privado de Xavier. Su corazón aún latía desenfrenadamente al recordar la noche anterior con la licántropo.

Después de besarse, Enid le dijo con la voz más baja que pudo escuchar alguna vez de ella. "— Me gustas demasiado, Merlina. No te alejes, por favor." Su voz al final había salido tan débil que le provoco abrazarla contra su pecho. 

La había arrullado toda la noche sin decirle una palabra siquiera, acariciándole el cabello y las orejas sobresalientes. La dejó dormir en sus brazos y la sostuvo hasta que el miedo la invadió.

Esto es un error. No debí dejar que pasara. -

Abrió la puerta del cobertizo y entró encontrándose con el chico preparando sus pinceles. El alto la miró con una cara de confusión bien clara.

— Merlina, ¿Qué haces aquí tan temprano?

— Desperté con la idea de ver algunas de tus obras — Mentira, ni siquiera había dormido. Sus ojos agotados se posaron en la pintura a medio hacer que estaba en el cabestrillo — Veo que empezaste una nueva.

— Sí, fue un sueño bastante borroso pero.. — Se irguió para tomar su godete de pinturas — .. me dio una cálida sensación.

La pintura era una combinación de color amarillo muy pálido y un morado muy parecido al uniforme de la academia con algunos chispazos de negro en el centro. Parecía una persona.

— Te acompaño.

— Está bien — Xavier le dio una sonrisa de labios tomando una brocha gruesa para comenzar.

Su mirada estaba concentrada en el lienzo y muy de vez en cuando veía la pintura en su godete. Sus trazos eran fuertes y seguros, líneas paralelas o perpendiculares, puntos raros y círculos en algunas esquinas. Estaba tan metido en su pintura que apenas y sintió la cabeza de Addams en su hombro.

— Xavier ¿Qué sientes cuándo estás enamorado? — Su voz detuvo al chico de terminar la pintura. Sus ojos parecieron brillar cuando vieron a Merlina tan de cerca.

— Bueno, supongo que mi corazón se agita de manera muy agradable y cuando la veo no puedo evitar sonreír de manera muy tonta — Merlina lo miró a los ojos desde su lugar, moviendo un poco la cabeza para verlo de mejor manera — Y mi cerebro no para de hacer cortocircuito cuando me mira. Siempre siento unas ganas inmensas de hacer locuras por ella.

— Suena a que te gusta mucho.

— Sí — Deshizo el contacto visual para reírse nerviosamente — Más que gustarme, creo que estoy muy enamorado.

— Xavier — El chico regresó su atención a Merlina — ¿Puedo besarte?

Y ahí esta el cortocircuito del que hablaba, su cuerpo no pudo reaccionar cuando su contraria ya había puesto sus labios sobre los de él. El silencio dio paso al chasquido de sus labios al separarse. Aunque segundos después el alto tomó la cara de la chica para besarla de nuevo.

¿Qué sentiste, Merlina?

—°-

Había despertado sola en su cama, las cobijas eran un revoltijo peor que el de su cabello y Dedos la recibía con un ligero saludo. Sus ojos pasaron por toda la habitación en busca de la chica de trenzas. Suspiró cuando se dio cuenta que su cama estaba tendida y no había ni un solo ruido aparte de su propia respiración.

Die For You // wenclair [f]Where stories live. Discover now