Perversa Obsesión

Capítulo 3

Valentino

Me bajo de mi bugatti y me adentro a la empresa dirigiéndome a mi oficina, en cuanto entro y tomo asiento aparece Alexander en mi campo de visión.

—Su majestad Valentino Visconti ¿se puede saber que nos depara el día?—.  dice y le dedico la peor de las miradas.

—Empezando el día con humor de mierda que original de tu parte—.

—¿Ya llegó Adeleide?—. pregunto y se pone serio.

—Su horario de entrada es a las 8:00 no sé si no has visto tu lujoso reloj pero son las 7:30 am—.

Tiene razón, como mínimo espero que llegue 15 minutos antes de la hora estipulada.

—Tienes un grave problema de puntualidad—.

dice el hombre que tomó asiento frente a mi

—¿Si? Qué bueno, pero olvidas algo—.

—¿Qué?—.pregunta curioso

—Que no te pregunté—.

Pasa un rato y miro mi iPhone, entro a whatsApp y miro la foto de perfil de Adeleide y le envío un mensaje

Mensaje de Valentino:
En cuanto llegues vienes a mi oficina.

—¿Qué haces?—.

—Nada de tu incumbencia—.

Para mí mala suerte se percata de que estoy viendo la foto de la chica de ojos verde aceituna.

—Déjala en paz Valentino, la chica es muy dulce como para que la untes con tu mierda, no lo merece así que mejor consíguete a otra con la que puedas hacer tus cosas—.

Me jode que se meta en donde no lo llaman

—¿Sabes algo? Las personas hacen peticiones con la ilusión de que se cumpla lo que piden, para tu mala suerte yo no soy el genio de una lampara para cumplir con lo que quieres, así que ahórrate lo que tengas que decir por qué simplemente me vale mierda, es la mujer con la que quiero follar hasta cansarme y nadie me va a quitar la idea de hacerlo ¿entendido?—.

Sabe perfectamente que no hay mentiras en lo que dije

—¿Tienes a Abigail no es suficiente?—.

—Lo fácil aburre, lo complicado atrae y lo imposible obsesiona—.cito las palabras de mi padre —Abigail sabe lo que me gusta pero no, no es suficiente, sabes que me gustan los retos y a mi parecer Adeleide es complicada, en otras palabras un nuevo reto para mí—.

Sinceramente me sorprendió que tuviera con qué responder a lo que le dije ayer en la sala de reuniones, normalmente siempre se quedan callados ante mis palabras pero ella...ella no es de las que se quedan calladas y eso me gusta y en mi oficina estuvo mejor.

—Además tienes una chica ¿no es así?—.

pregunto a Alexander

—Si Isabela es la mejor chica que eh conocido, es encantadora—.

Lo dice con tanta ilusión que me preocupa