Parte 19

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Adeleide

Creo que me estoy volviendo loca, tanto trabajo me tiene mal.

Apenas inicie a trabajar y ya necesito unas vacaciones.

Termino con la pila de hojas blancas que tengo al lado del escritorio y decido darme un descanso, esto de trabajar esta muy pesado.
Aunque amo mi trabajo y a lo que me dedico es muy pesado cuando todo tu entorno se vuelve gris y lleno de problemas.

Cuando llegue a mi casa me daré un baño en la tina, Siii, tina de baño+ esencia+ Vino tinto+ Más música relajante= A Adeleide relaja y feliz.
Eso es lo q necesito.

Después de un rato salgo a almorzar y a comprar un café en starbuck, realmente amo el café de starbuck y sé que eso me ayudará a soportar todo el cansancio que tengo cargando.

Porque si, soy el tipo de mujer que no descansa cuando tiene problemas por más pequeños que sean.

Después de comprar mi café voy regreso a mi auto para ya poder regresar a la empresa.

Me timbra el celular con una llamada, saco el celular y sigo caminando hasta que el impacto de un gran hombre hace que mi café estalle contra mi atuendo de hoy.

¡Mierda! ¡AAAAHH!

El hombre me mira con cara de terror después de ver lo que ha sucedido.

—Perdón perdón, perdón. No me he dado cuenta—.
Saca un pañuelo que tiene y me lo da.

La rabia se desaparece cuando mis ojos captan su belleza.
¡El pañuelo de que me servirá!

—Está bien, también fue mi culpa—. Espeto.

—Claro que no, llevo prisa y por querer hacer menos tiempo mira lo que provoque—. Dice

Su voz es muy gruesa.

—Son accidentes que ocurren—. Digo e intento irme pero me detiene.

—Si deseas puedo comprarte la camisa, hay una tienda unas calles adelante- —. Dice pero lo interrumpo.

—Tienes prisa y yo también, traigo un abrigo que puedo usar para cubrirme—. Medio sonrío.

—Me pueden esperar, en verdad no quiero que esto quede así, me sentiré culpable todo el día—. Dice

—Por el momento me conformaré con el café que ahora está en mi camisa—. Digo y sonrío.

Que sentido tiene molestarme si el acto ya pasó.

—Está bien pero te compraré la camisa—. Dice sonriente.

Entramos a comprar mi café y afortunadamente no hay mucha gente así que no nos hacen esperar tanto.
Salimos y le agradezco.

—No es nada, no me has dicho tu nombre—. Dice y recuerdo que es verdad.

—Adeleide, Adeleide Dubois, el tuyo cual es?—.

—Que hermoso nombre, como tú—. Dice sonriente —Mi nombre es Zayn Villalvazo—. Me extiende la mano y correspondo.

—Un gusto—. Digo y noto la hora, Oh no ya es tarde.
—Tengo que irme ya si no quiero una reprimenda de mi jefe, gracias por todo—. Digo y vuelve hablar.

Perversa Obsesión Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon