Capítulo 06: Lavandería

49.7K 3.2K 415
                                    



Me derrumbo por completo en el sofá el miércoles por la tarde botando todo el aire que tenía acumulado durante toda la semana debido al  horario que tenía. Desde que comencé las clases en la universidad he tenido las mañanas ocupadas, las tardes las abarcaba el trabajo, pero por fortuna para mí tenía los jueves y viernes de esta semana libres. Aún me adaptaba a toda esta nueva vida.

Cuando estoy por cerrar los ojos el celular me sobresalta en uno de los bolsillos, o lo que queda de él por su pantalla rota. Tomo la llamada sin saber quién es.

— ¿Hola?

¡Cassie! Jesús, te has ido de casa hace un par de semanas y no sé nada de ti, te echo de menos cariño. —Dice mi madre a través de la línea moqueando. Cierro los ojos ligeramente al saber que no he estado pendiente en comunicarme con ella.

—Hola mama, lo siento. Mi celular tiene la pantalla rota y ahora no sé quién me llama, es decir, no puedo ni marcar. También te echo de menos. —Me recuesto al sofá descansando y mirando los alrededores de mi piso al que he conseguido terminar de ordenar un poco.

Ah, pensé que era porque estabas muy molesta con respecto a tu padre. —Murmura.

—Mamá...—Comienzo. —Por favor, no estoy molesta con él por supuesto que quiero ver a mí papa y ansío mucho que me hable. 

Oh mi cassie, te extraño tanto. ¿Como es la nueva casa?

—De hecho todo es como lo imaginé, me siento una mujer independiente. Comencé las clases hace una semana y el trabajo me paga lo necesario para pagar el alquiler y mis cosas. —Sonrío al móvil como una niña pequeña que ha conseguido que santa le traiga un bebé con un biberón.

Sí estuvieras aquí no sería necesario pasar por trabajos...

—No empieces mama, sabes que esto era lo que quería y no estoy quejándome por nada. —Le ruedo los ojos aunque sé que no puede mirarme. Estas son las razones por la que no me gusta hablar de lo mío con ellos.

Vale, quiero visitar tu espacio. ¿Me das la dirección?

Cuando quiero contestar el timbre de mi puerta es más rápido, le digo a mi madre que aguarde en la línea y salto a la puerta. Cuando la abro veo al mismo chico que me recibió el primer día con una de sus sonrisas.

—Hola Cassandra. —Saluda amablemente.

—Hola, ¿Pasa algo? —Trato de ir al grano consciente de que mi madre está en la línea.

—Los apartamentos no traen coladas, pero tenemos un espacio donde todos pueden ir hacerla con su propio dinero. —Señala detrás de él como si la colada estuviera detrás. —Mi hermano insiste que les avise a los recién llegados.

— ¡Es genial! En unos segundos voy. —Le digo y lo digo enserio, la verdad es que necesitaba hacer la colada. Últimamente la universidad y el trabajo me han de gastar más ropa de lo necesario, aunque para éste lleve traje. Suerte para mí que tengo tiempo ahora de hacerla.

—Entonces bien, adiós. —Sonrío volviéndose por el pasillo.

Ese chico tenía un serio problema con las sonrisas.

Volviendo a mi celular con mi madre.

—Aquí estoy cariño, ¿Qué ha sido eso?

—No es nada, me han avisado que puedo hacer la colada. Le diré a Megan que te envíe la dirección más tarde para que te pases mañana ¿Vale? Te amo. —Digo.

Dark Man Donde viven las historias. Descúbrelo ahora