043: Sí el pasado fuera tan bueno, se llamara presente. Editado

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043: Sí el pasado fuera tan bueno, se llamara presente. Editado

Vomito más dentro del váter y gracias a dios que tengo una coleta en el cabello o de otra forma estuviera cubierta de todo este líquido asqueroso.

Ésta mañana me levanté con nauseas, realmente muchas y no sé porque anoche no las boté, juraba que las copas habían pasado de mí después de lo que pasó en el baño con Liam, cosa que hasta ahora que lo pienso me sorprende ya que yo no soy de esas.

Estaba muy ebria.

En otro punto, Liam sólo durmió ayer a mi lado sin chistar, es decir, pensé que me reprendería porque dije su nombre delante de aquellas pijas que cogían su chaqueta, pero en realidad sólo me besó, muy seductoramente y me dejó dormida, había pensado que no iba a dormir conmigo pero ésta mañana estaba allí dormido y me gusta como se ve en mi cama.

Cepillo mis dientes y lavo mi cara antes de salir del baño, esas nauseas me habían puesto mal y cuando yo soy de enfermarme no hay nadie que pare aquella hemorragia como le llamo yo.

Salgo hasta la cocina y prendo la hornilla de la estufa colocando alguna olla para hacer algo de té, tal vez con eso se me rebaje un poco y pueda sentirme bien.

Me siento en el pequeño comedor que tengo en la cocina y me relajo mientras veo como el té se hace, me sentía fatal y no lo entendía yo había enserio pasado de aquella ebriedad y tenía demasiadas ganas de vomitar aun y me daba todo vuelta.

Suspiro y decido levantarme para coger algo de ropa más presentable y salir alguna farmacia, presiento que no solo el té me va a quitar esto.

Justo cuando camino fuera de la silla me tambaleo y caigo al suelo, por un momento había dejado de ver bien y todo me dio vueltas.

—Mierda, Cass. —Oí la voz de Liam y después lo sentí rodearme con sus brazos levantándome en ellos.

Sentí la suavidad del sofá cuando él me dejó, al mismo tiempo que se ponía de cuclillas y me miraba, yacía medio desnudo.

— ¿Qué demonios fue eso?

Gemí cuando me removí y el trasero me dolió, de verdad me había dado un buen golpe.

—No lo sé, me levanté con muchas náuseas y mareo, solo intenté hacer un té y al levantarme me caí. —Murmure bajo, pero lo suficiente alto para que escuchase.

—Debes tener más cuidado, voy por ese té.

Fruncí el ceño mientras lo veía irse, normalmente Liam no era bueno y educado, él solo era grosero y miradas frías o sólo lujuriosas y sexys, pero nunca hacía nada por nadie, o hasta ahora era todo lo que sabía.

De alguna manera pensar en que Liam sea romántico resulta de alguna manera atractiva la idea, pero la verdad es que sí me enamoré de él por la sencilla razón de cómo era no quería que eso cambiara. Que la razón se fuera. Adoraba la forma en la que estaba convirtiéndose, no porque yo se lo haya pedido alguna vez, jamás le pediría que cambiase por mí.

Me relajé aún más en el sofá cuando lo vi pasar el umbral que dividía la sala y la cocina, se sentó a mi lado entregándome la taza de té.

Silenciosamente agradecí y me incorpore quedando frente a él, tomé un sorbo de té y de inmediato lo quité de mi boca por el sabor tan repugnante, apreté mis labios e hice un ademan de vomitar pero no salió.

—No deberías volver a beber. —Dijo, mientras dejaba la taza de té que cogió de mis manos en la mesita.

—Cogeré ese consejo, me siento terrible. —Envolví mis brazos en mi estómago.

—Te haré una pregunta.

Alcé mis ojos y le vi a los suyos negros profundos, no tenía ninguna expresión, como siempre.

— ¿Qué fue eso de anoche? —Su mirada ahora era curiosa.

—Hice mucho, creo haber estado borracha. Refréscame la memoria.

—No, después de lo que pasó en el cubículo estuviste perfecta. —El achicó más sus ojos ésta vez con diversión reflejados en ellos.

Me ruborice en tan solo escucharlo, pero din duda había sido la mejor experiencia.

— ¿Estabas celosas de esas chicas? —Cuestionó después.

Entre abrí mis labios y traté de sacar palabras de donde no las habían, la cuestión es que sí, me sentía furiosa solo por el echo de que esas chicas hablasen de él de esa manera y que cogieran su chaqueta de la nada. De igual manera, no pensé que eso le fuese a molestar.

—Tomaré eso como un sí, ya que reaccionaste como una novia celosa cuando quitaste la ramera de sus manos. —Apretó sus labios, como ocultando alguna sonrisa.

— ¿Qué has dicho? —Dije perpleja, ¿Liam ha dicho novia?

—Que actúas como novia celosa.

Su semblante se vuelve serio y lame sus labios mientras quita la mirada de mis ojos. Me acerco a él subiendo mis piernas encima de las suyas y le cojo el rostro para que me mire.

— ¿Sucede algo?

Liam negó con la cabeza y miro directo a mis labios, pasando de una vez hasta mis ojos.

—En realidad no sabía que ese término existiera para mí.

Sentí el estómago vacío.

— Liam yo...

Él sonrió amargamente y negó.

—La última vez que intenté algo con alguien casi me matan.

— ¿Es reciente?

—Hace seis años. —Desvió la mirada y la puso en el suelo, sé que era egoísta pensar de mi parte que me molestaba saber que alguien estuvo en su corazón antes de que yo pero por otra parte también me sentía mal porque realmente su corazón es grande para que alguien lo quiera.

—Sí el pasado fuera tan bueno, se llamara presente. Por ello vivamos el ahora ¿Vale?

El me miró curioso y frunció el ceño.

— ¿A ti te agrada estar conmigo? —Pregunté repentinamente nerviosa.

—Cass...

—Respóndeme.

Cerró sus ojos.

—Sí. —Susurró.

—Entonces por eso estás conmigo, no hay nada que nos separe. Ten en cuenta que no seré yo quien rompa tu corazón... Yo no seré alguien más que te lastime.

Liam me miró un buen rato buscando lo que realmente quería decir, sus ojos vagaron por las facciones de mi rostro antes de alzar su mano y acariciarme el pómulo derecho delicadamente.

—No sé qué es lo que haría si te llegara a perder.

Y con eso me besó, en estos momentos no recordaba que era lo que me había estado pasando durante toda la mañana. Solo sé que cuando su cuerpo conectó con el mío y lo acopló cogiéndome de la cintura todas mis sensaciones se envolvieron por completo.

—No sé qué es lo que me hiciste Cassandra, pero sé que contigo las cosas han sido diferente desde que te conocí. Eres esa persona por lo que daría todo y siendo sincero nunca lo imaginé, ni menos...—Lo miré atenta. —Sentirme en la casa que nunca tuve a tu lado

Solo dios y Liam sabe cuánto lo amo.

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