Capítulo 29: No somos nada

40.2K 2.4K 1K
                                    


Quedé absorta antes sus palabras.

— ¿Qué?

—No te acerques a él Cassandra, si no quieres que le suceda nada no lo hagas y ya. —Retó, comenzando a caminar por el pasillo.

Le seguí inmediatamente.

—No puedes hacer eso. —Repliqué adentrándome a la habitación donde él se encontraba.

—Puedo hacer eso y muchas cosas, créeme. —Dijo sin volverse, la camisa blanca que ocupaba su cuerpo la tiro tomándola con un puño por la parte trasera.

Tirándola lejos sacó una gris de su closet y se la colocó.

Ésta no era manga larga como la que cargaba, ahora que lo veo de espaldas no recordaba que sus antebrazos tuvieran esas cicatrices. Arrugo el ceño de pronto confundida.

Me acerqué hasta su espalda e intenté tocar las cicatrices, pero antes le mire a ver que hacía.

Se mantuvo quieto delante del closet comenzando a sentirse pesado, por supuesto que me sentía detrás de sí y estaba dejando ver que iba hacer.

— ¿Qué te pasó allí? —Susurré mientras que recorría con mis dedos su brazo.

Rápidamente se separó sin dejarme siquiera alargar el toque, alejándose de mí.

—No te importa.

Suspiro sintiendo como se me oprimía el pecho.

— ¿Por qué te sigues comportando así? —Decidí preguntarle ya frustrada o al menos eso creía.

— ¿Cómo?

—Así, como eres. —Susurré. Pero me relajé, ni que obtuviera lo que obtuviera él no cambiaría, ¿Por qué soy tonta? Estaba claro para lo que vine, no sé porque no solo me marcho. —Nada ha cambiado ¿Cierto?

— ¿Qué quieres decir? —Él se volvió dandome su atención, pero no me miró.

—Esto... nosotros. —Murmuré bajo, cerré mis ojos para recibir su respuesta que sabía que doleria de una manera u otra.

—No somos nada, sí es lo que tratas de decir. —Escupió, apreté mis labios y asentí.

—De acuerdo. —Apenas dije.

Sin decir más, él se marchó de la habitación.

Dejé que las lágrimas escapasen de mis ojos, ¿Qué es lo que he hecho? Ahora sí estaba demasiado segura como me sentía por él, y ahora que le he entregado todo, él me tira como si fuera un trapo sucio. Al principio creía que esto arreglaría algo pero estaba totalmente equivocada, yo no le importaba a ese chico.

Me sentía usada. Usada como la mierda.









***






Me deslice por el super y metí un par de cartones de leche y algunos malvaviscos, consciente de que no tenía nada en casa me tome la molestia de hacer las compras.


Había pasado una semana desde entonces, no me miraba, yo no lo miraba y lo único que podía hacer era tirarme en mi cama y llorar como una niña que ha perdido su dulce. Lo cual relativamente había pasado, la diferencia es que yo se lo di.

Debatí entre que tenía que hacer, sí olvidarlo o simplemente ir detrás de él para averiguar o tratar de hacerlo cambiar de parecer, fruncí el ceño, nada de eso podría pasar, pensé que después de todo él cambiaria conmigo, pero fui tan tonta creándome esperanzas que no existían.

Dark Man Donde viven las historias. Descúbrelo ahora