Momento de tranquilidad

10K 409 33
                                    

Todos estábamos entrenando tranquilamente, cuando el míster nos llamó.

—Mañana tendremos un partido muy importante —empezó a decir—, se definirá si seguimos en el mundial o nos regresamos a nuestra casa. Marruecos no es una selección fácil es muy defensiva y sus contraataques llegan a ser rápidos, iremos con nuestro once tradicional, vamos a ganar, no quiero ninguna sorpresa, ahora sigan entrenando.

Nos sonrió y se dio la vuelta, cada uno de nosotros volvió a lo que estaba haciendo. Tenía el deseo de ganar la copa, seria un gran sueño para mí, sin embargo sabía que el camino para llegar a la final era difícil, no nos podíamos confiar con Marruecos, había visto un poco de su juego y su planteamiento era muy defensivo, seguramente iban a defender su cancha y luego buscarían un contraataque rápido para desencajar nuestra defensa.

—Pedri.

Levanté la mirada y sonreí al ver a Gavi.

—¿Qué sucede?  —pregunté dejando el balón a un lado y centrándome en él.

—¿Crees que ganemos mañana? —preguntó con un poco de nerviosismo en su voz.

Le alboroté el cabello y pase mi brazo por encima de sus hombros.

—No lo sé, pero si ganamos será increíble tanto para nosotros como para la selección y si perdemos pues nos va a quedar esta experiencia, además este es nuestro primer mundial nos quedan muchos años por delante, ahora sigamos entrenando.

Me separé de él y fui a pasar el balón con Ferran. Al terminar el entrenamiento me fui a dar una ducha, me puse una pantalón de pijama y una sudadera, me acosté en la cama y unos minutos después Gavi entró en la habitación, agradecía que él fuera mi compañero de habitación, nos llevábamos muy bien tanto fuera como dentro del campo de juego.

—Balde, Ansu y Carvajal van a jugar a la FIFA, ¿vamos? — preguntó mientras se sentaba en su cama.

—No tengo ganas —respondí sin mucho interés.

—Si mañana perdemos toda España nos va a criticar en especial al míster que le reclamarán por no haber convocado a otro jugadores.

—Ajá —dije sin ponerle mucha atención, estaba hablando con mi hermano.

—Podrías por lo menos prestarme atención y dejar ese celular a un lado.

No hice caso a lo que dijo y seguí con mi celular, no tenía ganas de salir a jugar FIFA, prefería hablar con mi hermano, pero entonces Gavi me arrebató el celular de las manos.

—Devuélveme el celular —dije, mientras me acomodaba en la cama.

Negó con la cabeza, resoplé y me levanté de mala gana.

—Sabes que soy mayor que tú, ¿no?

—¿Qué tiene que ver eso?

—Que tienes que hacerme caso.

—No me jodas.

—Y también soy más grande que tú.

—Por un centímetro.

—Venga dame mi celular —tendí la mano para que me lo entregará, pero volvió a negar con la cabeza—. No quiero jugar Gavi, estoy hablando con mi hermano.

—Me voy a jugar con los chicos. —me devolvió el celular y salió de la habitación.

Suspiré y me volví a tirar en la cama. Habían pasado dos horas y Gavi no había vuelto, me parecía extraño porque no solía demorarse tanto tiempo jugando en la FIFA, cuando me iba a levantar a buscarlo la puerta se abrió y él entró sin mucho ánimo y se tiró en la cama.

—¿Qué tal te fue? —pregunté.

Se encogió de hombros, se acomodó en la cama y me dió la espalda.

—Buenas noches, Gavi.

No recibí respuesta, me levanté a apagar la luz y luego me acomodé y suspiré, no quería estar enojado con Gavi, me volví a poner de pie y volví a encender la luz.

—Gavi, —lo llamé mientras me sentaba en su cama y lo vi moverse, pero no contestó— ¿estás enojado?

—Podrías apagar la luz y dejarme dormir.

Suspiré un poco molesto por su actitud, dirigí mi mano a su cabello y empecé a acariciarlo se removió un poco, pero no se alejó.

—Lamento no haberte puesto atención ahora que me estabas hablando.

Se alejó de las caricias y se sentó.

—No estaba enojado por eso, estabas hablando con tu hermano y él es muy importante para ti.

De repente la luz se fue, busqué la mano de Gavi porque sabía que a él le daba miedo la oscuridad.

—¿Podrías dormir conmigo? —me preguntó.

Me pareció tierno y apreté su mano.

—Claro peque.

Nos acomodamos en la cama y poco después nos quedamos dormidos.

Inesperada derrota (Gadri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora