El club donde me había traído Ferran era uno de los más prestigioso de la ciudad de Barcelona, música alta, personas bailando, algunos gritos, pero eso no me importaba, Gavi no había venido, Ferran me dijo que vendría más tarde al igual que Nico.
—Vamos pepi, quita esa cara —dijo Ferran pasando un brazo por encima de mi hombros.
Fuimos a la sala VIP donde nos acomodamos en una mesa con muy buena vista a la pista de baile y por supuesto también se podía ver quien entraba y salía.
—¿Qué sucedió en Tenerife?
Era la pregunta que menos me esperaba de su parte.
—¿A qué te refieres? —pregunté haciéndome el tonto.
—Pedri, viajastes con Gavi a Tenerife por dos días, eso es poco tiempo, además cuando volvistes no contestastes ninguna de mis llamadas te encerrastes en tu habitación, por tu hermano es que me daba cuenta si aún seguias con vida.
Volví a ver hacia la pista de baile, no quería verlo a la cara.
—No sucedió nada.
—Por supuesto, no te voy a presionar con el tema.
Nos mantuvimos en silencio por unos minutos, yo me sentía fatal por también mentirle a él, ya era suficiente con Gavi y mi hermano.
—¿Cómo están las cosas con Sira?
Regresé mi vista a él y lo vi encogerse de hombros, una hermosa joven trajo unas bebidas y las dejó en la mesa.
—Gracias —dijo Ferran y la joven se alejó, al notar mi mirada de desconcierto volvió a hablar—, yo las pedí, un Fernet Cola para ti y otro para mí —tomó de su bebida—, y respondiendo a tu pregunta, no están tan bien las cosas entre nosotros, ayer discutimos y aún no hemos hablado.
Las relaciones sin duda no eran mi fuerte, nunca he mantenido una relación tan duradera, bueno solo una vez y fue con Kai y os aseguro que fue la peor, creo que haber estado con ella me provocó una inseguridad enorme en las relaciones por eso cuando Gavi me confesó que yo le gustaba, sentí un gran miedo, miedo a decepcionarlo y sin darme cuenta lo terminé haciendo.
—¿Por qué discutieron?
Le pregunté por cortesía, en realidad no me interesaba mucho, Ferran era mi amigo uno muy cercano, pero suficiente tengo con mis problemas como para pensar en otros y posiblemente esto es egoísta, pero a veces hay que ser egoísta, por eso agradecí cuando Nico llegó con Gavi, pero mi felicidad se fue al coño cuando vi a una chica agarrada de la mano de Pablo.
—Veo que ya han ordenado —dijo Nico con una sonrisa, tomando asiento al lado de Ferran.
—Alguien viene muy acompañado —mencionó Ferran con una sonrisa—, vamos peque presentanos a tu cita.
¿Quién se cree Ferran para llamar a Gavi "peque"? Solo yo puedo llamarlo de esa manera.
Vamos no seas ingenuo ambos sabemos que tú ya perdiste el honor de llamarlo de esa forma, por ser un idiota, mentiroso y cobarde.
Que gran subconsciente que tengo, ¿sabes qué? Creo que tengo que ir a un psicólogo.
—Bueno ella es Mila Cooper una chica que conocí hace unos meses y pues ella se vino a vivir a Barcelona y la invité a venir.
Se notó su tono alegre, se miraba tan contento con esa chica pelinegra, alta, de tez blanca, de cuerpo muy bien moldeado, ese vestido le quedaba muy bien y sus ojos azules claros, pero y eso que, ella no tiene el trofeo Kopa o el golden boy, tampoco es una jóvene promesa del fútbol, así que obviamente yo soy mejor.
