Reencuentro no deseado

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Habíamos acordado salir a la playa, pero a Gavi le dieron ganas de ir a la piscina.

—En la noche podemos ir a la playa, no estés enojado.

Pasó un brazo por mis hombros.

—Te juro que si no me gustaras en este momento estaríamos en la playa, no sé ni porque cumplo tus caprichos —me alejé de él y me tiré a la piscina.

—Pedri, luego podemos hacer lo que tú quieras, pero ahora quiero estar en la piscina —dijo y se tiró a la piscina.

Estúpido sol, estúpida piscina, en que momento se me ocurrió venir a este viaje.

Estás enamorado, estás jodido.

Uff, mejor me voy a la habitación y que él se quede disfrutándolo de la piscina.

—Quita esa cara y disfruta un poco, ¿tan mala compañía soy? —preguntó haciendo un puchero.

Esto debe ser ilegal, jodidamente ilegal no puede verse tan tierno.

—La mala compañía soy yo —dije y salí de la piscina.

Escuché que gritaba mi nombre, pero no hice caso, seguramente luego tendría que disculparme, hoy e hecho un récord de pedir disculpas, por ir tan metido en mis pensamientos choqué con una chica.

—Mierda, lo siento —dije.

—No te preocupes.

Su voz me sonaba, levanté la mirada y me encontré con unos ojos verdes.

—Amber —pronuncié su nombre, ella me sonrió.

—Pero mira que coincidencia, mi hermana va estar feliz de esto —dijo divertida.

Mi suerte no podía ser mejor.

—Quítate de mi camino que tengo prisa.

Ella mi miró de arriba a bajo y luego hizo una muesca de asco.

—No se que es lo que te miran de atractivo.

Okey está chica me estaba sacando de mis casillas, pero mi madre me había enseñado a respetar a las mujeres.

—Ni yo entiendo como es que tienes novio con esa actitud de mierda, creo que son cosas que nunca tendrán una explicación —sonreí divertido—, querida Amber no te hagas tonta y déjame pasar.

De mala gana se quitó de mi camino.

—Esto no se acaba aquí canario.

Seguí el camino a mi habitación, entré rápidamente y cerré con seguro la puerta, no quería ver a nadie, además Gavi tenia su llave para entrar.

Subí a mi recámara, me di una ducha rápida me vestí con una sudadera gris y unos jeans negro, me sentía ansioso, no fue muy agradable haberme encontrado con Amber porque verla a ella significa que también me encontraría con su hermana y posiblemente Gavi también se encontraría con ellas, mi celular empezó a sonar.

—Ferran no es un buen momento —dije contestando la llamada.

Escuché una risa de fondo.

—¿Pedri estás bien?

No, nada está bien las cosas se están complicando, la voy a cagar con Gavi y no quiero perderlo.

—Sí, estoy bien no te preocupes.

—Canario no intentes engañarme, dime que te sucede —dijo firme.

Eramos grandes amigos nos contábamos todo, hacíamos travesuras juntos.

—¿Para qué llamabas? — pregunté intentando cambiar de tema.

—Esta bien si no quieres decirme, solo te llamaba para que saliéramos a tomar algo.

—No puedo, no estoy en casa —salí al balcón a tomar aire fresco.

—¿Dónde estás?

—En Tenerife con Gavi, pero cuando vuelva podemos ir —dije.

—Vale —dijo dudoso—, pero está todo bien, ¿verdad?

No.

—Sí pesado, está todo bien.

Lo escuché suspirar.

—Bien nos vemos, pasadla bien y me saludas a Gavi.

—Por supuesto, nos vemos —colgué la llamada.

La vista era maravillosa, pero la situación en la que me encontraba no me dejaba disfrutarla, escuché golpes en la puerta, tuve que ir a ver quien era.

—Dejad de golpear tan fuerte.

Abrí la puerta y era Gavi, se tiró a abrazarme, cerré la puerta con el pie, mis brazos rodearon su cintura, él hundió su cabeza en mi cuello, no me importaba que mi ropa se mojara, solo me interesaba tenerlo a mi lado, tenía miedo que al soltarlo él se fuera y no volviera más, tenía tanto miedo a perderlo.

—Pedri no me dejes —dijo en susurro.

—No lo haré, te lo prometo.

Él se alejó de mí, algo que me molestó un poco.

—¿Quién es Amber? —preguntó.

Mierda, ahora si se había acabado todo.

—No entiendo —dije.

—Ella me dijo que te conocía demasiado bien, que debía alejarme de ti porque tú no eres una buena persona.

Trague saliva y pasé mi mano por mi cuello.

—¿Quién es? —volvió a preguntar.

Dile la verdad.

No es nadie importante, solo una chica que quiere llamar la atención, solo una conocida —mentí.

—¿Seguro? —preguntó, no se había quedado satisfecho con mi respuesta.

—Sí, pero dejando ese tema a un lado —le revolvi el cabello que lo traía mojado—, ¿disfrutastes la piscina?

Sonrió como un niño pequeño.

—Sí, deberíamos ir nuevamente —dijo contento, hice el esfuerzo por sonreír.

—Me alegro que te hayas divertido, por la noche iremos a la playa —le recordé—, ahora ve a cambiarte.

Él rodó los ojos.

—Como digas —se fue, pero antes se detuvo y volteó a verme—, por cierto había otra chica con Amber, me dijo que te manda saludos.

No, no podía ser ella.

—¿Cómo era la chica? —me atreví a preguntar.

—Pues, era pelinegra, tez morena, linda sonrisa con hoyuelos, me dijo el nombre, pero no me acuerdo, era algo como Kaley, Kalie-

—Kai —lo interrumpí.

Él asintió y siguió con su camino a su recámara.

Entonces ella si estaba aquí, esto empeoraba todo, solo espero que Gavi no se vuelva a encontrar con ellas en especial con Amber, esto se iba a volver una catástrofe y lo menos que quiero es que Gavi salga lastimado.

Inesperada derrota (Gadri)Where stories live. Discover now