Mi novia

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A veces la vida era tan injusta con algunas personas y venga que muchos dirán que son cosas del destino o que todo debemos de pasar por algo así para aprender a valorar las cosas y bla, bla, bla.

Pero ahora me encuentro en un situación en la que me estoy preguntando que karma estoy pagando, reencontrarme con dos personas que me habían arruinado la vida durante dos malditos años, darme cuenta que me gusta mi mejor amigo, pero que no puedo estar con él.

La vida era una mierda y cuando el destino se quería vengar se las cobraba muy fuerte.

—Pedri —llamó mi hermano, levanté la mirada de mi laptop—, han pasado dos días desde que volviste de tu viaje y no has querido salir de la habitación.

Me encogí de hombros, no me importaba mucho salir, aunque sabia que pronto tendría que volver a los entrenamientos con el barça, algo que no me alegraba mucho pues tendría que ver a Gavi y seguramente él seguiría enojado conmigo.

—¿Qué pasó en Tenerife? —volvió a insistir en el tema.

Bufé molesto, no quería hablar de eso.

—Sal de mi recámara —ordené con voz firme.

Fer hizo una mueca.

—Están tocando la puerta, iré a abrir, pero no pienses que esto se queda aquí —salió dando un portazo.

Seguí viendo mi serie, cuando la puerta fue nuevamente abierta, no me molesté en ver a la persona que acababa de entrar si solo con el olor tan dulce de su perfume sabia quien era.

—Ni un beso de bienvenida le das a tu novia —dijo con una sonrisa y se sentó a la orilla de la cama.

—¿Qué haces aquí? —pregunté de mala gana, solo quería que se fuera y me dejara solo.

—¿Qué acaso no puedo venir a ver a mi novio?

Rode los ojos, ella era muy molesta.

—Kai no estoy de humor.

Ella se rió.

—No me interesa, tenemos que salir, no puedes quedarte encerrado en tu habitación —hizo un puchero.

—Cuando tengas un novio real que de verdad te quiera le puedes dar órdenes y le haces esos puchero, mientras tanto a mi déjame en paz —le dije poniéndome los audífonos.

Estaba seguro que ella no se iría tan fácilmente y eso me molestaba. Terminé de ver otro episodio de mi serie y Kai aún no se iba.

—¿Acaso no tienes casa? ¿Por qué no te has ido? —pregunté cerrando la laptop y quitándome los audífonos.

—He discutido con Amber aún no he hablado con ella —dijo cabizbaja.

Podría preguntarle que es lo que sucedía o abrazarla y decirle que seguramente resolverán las cosas, pero siendo sincero no me importaba así que solo asentí con la cabeza.

—¿Te ha hablado? —preguntó curiosa.

Sabía a quien se refería, solo negué con la cabeza.

—Aunque no creo que alguien quiera hablarle a la persona que jugó con sus sentimientos, lo deja solo en un hotel y se vaya sin dar explicaciones, dejando solo una nota —sonrió divertida— Estoy empezando a sentir lástima por Gavi.

Sospechaba que ellas tenían que haber tenido que ver algo con esa nota, me puse de pie y baje a la sala con ella siguiendome.

—Pero mira quien ha aparecido.

Me detuve y vi a Ferran, a su lado estaban Gavi y Nico, me quedé plasmado, el pellizco de Kai en mi brazo hizo que reaccionara.

—¿Qué hacen aquí? —pregunte terminando de bajar las escaleras.

Kai tomo mi mano a la fuerza, detestaba a esa chica.

—Veníamos a invitarte a salir con nosotros, dijistes que cuando volvieras saldríamos —dijo suplicante luego posó su vista en Kai—, deberías presentarnos a la chica que tienes a tu lado.

Tantas cosas que podía decir y viene y pregunta por la chica que está a mi lado.

—Chicos ella es mi novia Kai —dije sin ánimos—, Kai ellos son Ferran, Nico, a Fernando y a Gavi ya los conoces.

—Un gusto.

Ella les sonrió y los saludo con un brazo, cuando iba a saludar a Gavi, él se apartó y solo le dio la mano, sonreí de lado por su acción.

—No tengo ganas de salir, pero gracias por venir.

Vi a Gavi suspirar seguramente estaba tranquilo de no estar conmigo.

—Oh, no, claro que no, saldrás con nosotros y no quiero escuchar ningún pero —dijo Ferran.

Iba a hablar, pero Kai me dio un apretón.

—Cariño, deberías salir con tus amigos, distraerte —dijo de forma cariñosa, apretando mi mano.

Suspiré rendido.

—Está bien, salgamos.

Ferran levantó las manos celebrando.

—Bueno, yo me voy —me dio un beso en la mejilla—, pásadla bien.

La vi irse y sentí un gran alivio.

—Tú novia es muy linda —dijo Ferran.

—¿Dónde la conocistes? —preguntó Nico.

—En Tenerife, la conoció en Tenerife —respondió Gavi con enojo en su voz, algo que paso desapercibido por los demás.

Ferran se acercó y me dio un abrazo.

—En hora buena tio, al fin tienes novia.

Ja, si supieras la verdad, nos separamos del abrazo.

—Bueno, entonces pasamos por ti en dos horas, tenemos que ir a hacer algo —dijo Ferran, luego miró a Nico.

—Sí, tenemos que irnos, pero pasamos por ustedes luego.

Volví a ver a Gavi quien me devolvió la mirada extrañado por el comportamiento de esos dos.

—¿Acabas de decir ustedes? —pregunté.

—Sí, Ferran y yo nos vamos, pasaremos por Gavi, por ti y por Fer si quiere ir.

Esto se ponía extraño, en primero por que Gavi no pudo haber aceptado quedarse en mi casa.

—Esperen —les dije, Ferran y Nico me miraron—, no pueden irse y dejar a Gavi, si vosotros lo trajeron.

—Váyanse —dijo Gavi con cara de pocos amigos—, Pedri.

—¿Me hablas a mí? —pregunté como idiota.

—No, le hablo a tu hermano gemelo que está detrás de ti y que se llama Pedri.

Escuché las risas de los chicos.

—Bueno, nosotros nos vamos estén listos que detesto esperar—dijo Nico saliendo con Ferran.

—Yo iré a comprar comida, nos vemos después chicos —dijo Fer.

Los vi irse, Fer fue el último en salir cerrando la puerta tras de sí, y eso significaba que ahora tendría que pasar dos horas con Gavi y el chaval no andaba de muy buen humor.

Inesperada derrota (Gadri)Where stories live. Discover now