De vuelta a casa

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La derrota contra Marruecos era la noticia que corría por toda España, la decepción de la selección, cada titular criticando nuestro juego y el planteamiento del míster.

Por una parte me agradaba volver a casa, pero por otro lado aún seguía mal por haber perdido, aún tenía varios mundiales por delante, pero la actuación que dimos contra Marruecos dejó mucho de que hablar.

—Hijo he preparado las croquetas que tanto te gustan.

Me acerqué a mamá, la abracé y le di un beso en la cabeza.

—Eres la mejor del mundo.

Empecé a comer de lo que me había preparado.

—Por cierto iré con Gavi a Tenerife —le avisé.

—¿Con Gavi?

—Sí, se lo prometí.

Ella negó con la cabeza y acarició mi mejilla.

—Te quiero. —me dio un beso en la cabeza— ¿Cuánto tiempo se irán?

Me encogí de hombros.

—No hablamos sobre eso, pero no creo que sea mucho tiempo tres o cuatro días lo más.

Mi hermano entró en la cocina con una sonrisa.

—Aunque España haya perdido, tú sigues siendo el campeón de la casa —pasó su brazo por encima de mis hombros y alboroto mi cabello.

Lo alejé con la mano y compuse mi cabello.

—¿De que hablaban?

—No te interesa.

Mamá solo nos observaba y no sonreía.

—Jamás dejarán de ser unos niños —dijo y luego salió de la cocina.

Estaba un poco nervioso por el viaje que haría con Gavi, durante el avión estuve pensando en lo que sentía por él y todo apunta a que me gustaba y tal vez hasta estar enamorado de él, pero aún no lo tenia claro.

No lo quieres aceptar es otra cosa.

Tal vez sea eso, pero es normal que me sienta confundido ¿no? Toda la vida me enseñaron que la pareja perfecta era una chica con un chico y viceversa, pero ahora yo estaba posiblemente enamorado-

Posiblemente no, estás enamorado de él.

Bueno sí, estaba enamorado de él, pero resultaba difícil aceptarlo totalmente.

—¿En que piensas?

—Hay alguien que me gusta, pero es complicado.

—Pero mira lo que nos ha dejado Qatar, a mi hermano le gusta alguien ¿quién es la afortunada? —preguntó Fer.

Me reí, porque no era una afortunada sino un afortunado.

—No puedo decirte, pero es alguien muy importante.

—Oh, vamos, ¿dónde la conociste? —preguntó interesado en el tema.

Negué con la cabeza y salí de la cocina.

—Pedri no me dejes hablando solo y contesta a mi pregunta —decía mientras me seguía.

Ya en la sala vi a papá sentado en el sofá y mamá estaba sentada a su lado, ambos veían televisión.

—Vamos tio dime —volvió a insistir.

—¿Qué sucede? —preguntó mamá al vernos entrar.

Me senté en el sofá individual.

Inesperada derrota (Gadri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora