Mañana tormentosa

5.5K 341 104
                                    

No quería levantarme estaba muy cómodo, pero tenía que hacerlo empecé a abrir lo ojos, no podía moverme mucho, sonreí al ver a Gavi, se miraba tan tierno, acaricié su cabello, posiblemente me dolería el brazo cuando me levantará ya que Gavi lo había ocupado como almohada.

—Gavi —lo llamé, pero no se movió, lo volví a llamar e hizo un sonido de molestia y se acercó más a mí.

Su cabeza se encontraba en mi cuello, nuestras piernas enredadas, su mano derecha estaba en mi cintura, él se miraba muy cómodo.

—Es hora de despertar revoltoso.

—No me digas así —dijo sobre mi cuello.

Sonreí y acaricié su espalda.

—¿Cómo?

—Revoltoso.

—¿Por qué?

—Porque así le decía mi mamá al perro que teníamos.

—Vale te dejo de decir así, pero tienes que levantarte.

—No quiero —se pegó más a mí.

Como pude me solté de él y me puse de pie.

—Vamos que hoy es el partido.

—Vale ya me levanto —dijo mientras bostezaba y se estiraba.

Era muy tierno cuando se despertaba y era algo loco que hasta hora lo notara.

—¿Qué sucede? —preguntó.

No queria responder a esa pregunta, pero gracias a Dios la puerta se abrió interrumpiendo nuestra platica.

—Venga levantaos ya.

—Muy buenos días a ti también, Ferran —grité para que me escuchará, lo escuché reír.

—Pedri.

—Te escucho —dije revisando mi celular, tenía algunos mensajes de mi hermano.

—¿Qué pasa si perdemos?

Lo volteé a ver.

—Nos regresamos a Barcelona y te invito a mi casa para jugar la FIFA y ver películas, también podríamos ir a Tenerife te va a encantar, —lo vi sonreír, me acerqué a él y lo abracé— además este apenas es nuestro primer mundial tenemos más oportunidades para triunfar, ahora dejad de pensar en eso.

Me fui a duchar, me vestí y fui a desayunar, divisé a Gavi, pero antes de acercarme a donde se encontraba, Ferran apareció detrás de mí y pasó su brazo por mis hombros, ambos nos sentamos juntos.

—¿Nervioso por el partido? —preguntó.

—Un poco.

Se encogió de hombros.

—También lo estoy este partido es muy importante.

—Necesitas impresionar a tu suegro —dije divertido.

—Que graciosito que sos.

Me reí y empecé a comer de mi desayuno.

—¿Crees que si hoy no destacó en el partido Luis Enrique no quiera que siga siendo novio de Sira? —susurro en el oído.

—No lo creo, si él te convocó aún sabiendo que eres inconstante al golear no creo que tenga tantas expectativas.

—Contigo como amigo para que quiero enemigos.

Me volví a reír.

—¡Gavi! —escuché gritar a Erick.

Volteé a ver y vi como Gavi salía totalmente enfurecido pues sus manos iban empuñadas.

—¿Qué crees que le haya sucedido? —preguntó Ansu.

—No lo sé, pero iré a hablar con él, nos vemos después —les dije.

Me levanté y salí del salón, lo fui a buscar a la habitación, antes de abrir la puerta escuché un par de maldiciones, ya estaba dudando en sí entrar o no, pero iba a tomar el riesgo, abrí la puerta lentamente, entré a la habitación y luego cerré con seguro no quería que nadie entrara.

—Gavi, ¿Qué sucede?

—No te importa —respondió tajante.

No me agradaba su actitud.

—¿Por qué salistes enfurecido del salón?

Se pasó su mano por el cabello se miraba frustrado, me acerqué a él y puse mi mano en su hombro, nuestras miradas se encontraron y sin previo aviso y como si todo fuera pasado tan rápido, Gavi me estaba besando no fue un beso largo, pero se sintió muy bien, él se separó.

—Yo l-

Lo interrumpí volviendo a juntar nuestros labios, sus manos rodearon mi cintura, lo que estábamos haciendo era un pecado, pero se sentía tan bien que no quería alejarme de él, pero tuve que hacerlo.

—No besas tan mal —me dijo.

—¿Disculpa? —dije indignado.

Él se rió y pasó su lengua por sus labios.

—Me gustas.

Me quedé mudo ante su declaración, no sabia que decirle, se que fui yo quien lo volvió a besar, pero aún no sabia que es lo que sentía por él, pero claramente no lo quería como un hermano como todo el mundo lo decía y tampoco lo quería como un amigo.

—Se que esto te puede parecer raro, pero hace un tiempo que vengo pensando en esto y ahora lo he podido confirmar.

—¿Cómo lo confirmaste? —pregunté curioso.

Se sentó en la cama.

—Cuando no te fuistes a sentar a mi lado, me sentí un poco triste porque yo quería desayunar contigo y cuando vi lo cerca que estabas con Ferran y como te reías me sentí celoso por eso salí del salón.

Asentí y me fui a sentar a mi cama quedando frente a él que se había puesto nervioso.

—Esto es extraño y diferente, cuando te vi por primera vez me pareciste muy lindo, al pasar de los meses y como se formó nuestra amistad empecé a verte diferente ya no te quería como un amigo y no te veía como mi hermano menor —empecé a decir y agaché la mirada—, yo nunca le había dado un nombre a lo que sentía y ahora con esto, no sé qué pensar.

—Lamento si te incomodó lo que te dije y también lo del beso.

Levanté la mirada, su mirada estaba en el piso, joder, no había escogido muy bien mis palabras, me puse de pie y me agache para que nuestras caras quedarán a la misma altura, levanté su mentón para que pudiera verme a los ojos.

—Gavi eres un chaval increíble, no sé qué fue lo que tú cerebro entendió con mis palabras, solo quiero que sepas que aunque aún no tengo claro muy bien que es todo lo que me está pasando contigo, si hay una cosa que tengo claro —acaricié su mejilla con mi pulgar y sonreí.

—¿Qué cosa tienes clara?

—Que te quiero y mucho, eres importante para mí y no quiero lastimarte, por eso te parece si vamos despacio con esto.

—Supongo que sería lo mejor.

—Bien, ahora te parece si volvemos al salón.

—Quedémonos aquí un momento más,  por favor.

—Vale, pero el míster seguro nos va a querer puntual —le dije.

Asintió y me sonrió. Aún no tenía claro lo que sentía, aún no tenía un nombre para lo que me pasaba con él, pero me gustaba esto, él y yo, a ojos del público grandes amigos, como hermanos, pero siendo totalmente ajenos a ese cariño.

Inesperada derrota (Gadri)Where stories live. Discover now