Prestidigitador de lobos [KaiSoo-EXO]

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Prestidigitador/ Kyungsoo

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Prestidigitador/ Kyungsoo

     Estoy pellizcando partes de tu corazón con mis uñas y mis dedos, y los deshago entre ellos. Estoy quitando las áreas más oscuras, con las manchas me pinto los labios; con los labios, te beso. Te estoy abrazando. Te voy a hacer libre.

     ¿Por qué mi príncipe ha estado tanto tiempo sin escolta? Esta noche llegó la guarda de tu castillo.

     Mi amado ha sido herido y afilo mi espada, la pulo tanto que mis demonios se asoman en ella y sonríen. La luna se pondrá de color rojo a las doce en punto, a la una de la madrugada tú y yo la veremos abrazados, y guardarás tu cabeza entre mi cuello y me dejas envolver por tus brazos.

     Por primera vez veré tus ojos. Sellaré un pacto contigo, mi chico de mirada vacía. Seré el mago que ahuyente los malos espíritus para ti y tú serás mi lobo, y morderás ante mi orden mientras yo mantenga a los fantasmas lejos.

Lobo/ Jongin

     Tengo un lugar seguro ahora, después de que mi sangre fue vertida en el coladero. Cortaste la mitad de mi corazón y me encadenaste del cuello, pero me permitiste correr a tu velocidad, me arrastraste contigo hasta un rincón tibio donde alfileres pluviales caían sobre mí.

     Soy tu lobo, dices, me vuelves solemne, más bien parezco tu perro guardián. Soy tu príncipe, dices, pero soy un esclavo que dobla sus rodillas ante solo un gesto.

     Eres mi mago, mi dios, el mapa de los caminos que recorro. Eres mi tesoro escondido ante la vista de todos y yo me situaré al frente de cada cosa que se acerque a ti.

     Con manos pequeñas me levantas, me curas, me dañas; y yo las beso, inclino mi cabeza para sentir su caricia y me completas.

     Soy un títere cuyas cuerdas solo tú sabes manejar, prestidigitador, hombre de palabras fuertes, nunca me dejas en el diván. Me guardas en el espacio tibio de tu cama, bajo tus sábanas, dentro de ti. Soy tu esclavo extasiado. Mis oídos están sordos ante todo lo demás, no me interesa escuchar el viento, solo quiero las notas adictivas de una orden en tu boca. Las órdenes que son dientes y sangre, son piel, alma y vida, son hogueras y hierros encendidos.

     Mis labios están cocidos por elementos sin ojos, pero tú los abres y metes la lengua en mi boca. Tú me miras a mí. Metes las manos en mi pecho. Hieres, me obligas a correr, a estar de pie, a cuidar de mi espacio húmedo y cálido.

     Mis manos son navajas afiladas, mis uñas colmillos hambrientos y a pesar de ello cuando te toco me convierto en un asustado niño. Mi voz solo sabe pronunciar una palabra que nadie más que tú ha escuchado. Es para ti.

     Cuidaré de mi dios con el orgullo del príncipe que ves en mí, con la furia del lobo en que me has convertido y con el remordimiento de un psicópata. Dame tu orden y acaríciame, oblígame a matar, méteme en tu oscuridad, dame vida y vívela conmigo. Incompletos, libres de todos y presos nuestros. Déjame beber de tu veneno, corta mi pecho con tu cabello, sigue haciendo que mi cerebro solo reconozca el enloquecedor sonido acelerado de tu cuerpo, deja que sus ritmos me calmen la ansiedad y me enfermen de bien. Caminemos en éxtasis por ese pasillo oscuro que nadie comprende. Soy tu esclavo estando de rodillas. Deja caer tu cabeza hacia atrás, tira de mi cabello y haz tus conjuros.

Prestidigitador/Kyungsoo

     Mi esclavo está asomándose en el recinto de al lado. La corte está más ataviada. Mi corazón tiembla. La espada aún huele a tu sangre y mis manos se enfrían cuando no estás pequeño entre cada dedo. Tus oídos están percibiendo otra melodía.

     Soy un titiritero y un dios pagano lleno de ira; moveré un hilo o dos, moveré los necesarios. Quiero que mates a la araña, quiero que tus manos cuiden de su dueño.

     No puedes dejar de ver que entre las curvas de mis sueños estás seguro. Tengo restos de tu corazón debajo de mis uñas y las limpiaré frente a ti hasta que tus ojos dejen de estar empañados y brillen con horror.

     Esta vez me quedaré aquí, soltaré la correa de mi lobo y le diré ¡corre!, y si no encuentra el camino de vuelta, lo dejaré morir de hambre por no reconocer el olor de su hogar. Soy un dios asustado.

     Quiero la obediencia perfecta, te quiero con todas las piezas que he quitado justo en el lugar donde las coloqué. Porque a cambio soy la deidad que solo hace milagros para un feligrés. Solo tiro los cabellos cuando eres tú el que se pone de rodillas. Solo soy tibio cuando eres el que tiembla en la orilla. Solo soy filoso cuando te equilibras dentro de mí. Dame la obediencia perfecta, siervo de ojos tristes y te daré la orden perfecta desde los labios más fieles. Seré el mejor entrenador si te hieres para mí.

     Escribiré el plan perfecto para bajar la luna y te haré montar en la nave. Dibujaré el más exacto mapa del tesoro y colgaré un bolso en tu espalda. Acercaré a todo el público y te alcanzaré un micrófono. Pero me harás tu piloto, me cargarás, me pondrás en el primer asiento. De lo contrario, la luna va a explotar, el tesoro va a deshacerse, el público abucheará. Y yo volveré en el tiempo hasta ser lo que era antes de ser un dios, hasta ser un chiquillo enojado, hasta que mi rostro se ilumine cada noche bajo una luz artificial y mi boca repita una y otra y otra vez la misma nota de aquella vieja canción que todo mundo sabe. Y pasará el tiempo, todo seguirá vacío y detenido sin tus ojos empañados de los delirios que hemos hecho crecer al lado de flores azules empujadas por el viento, estático hasta que no tenga tu cabeza en mi rodilla, tu voz monótona diciéndome la única palabra que sabes pronunciar y con ella, llevándome al otro paso, a lo que nadie conoce, al siguiente escalón cuando superamos el nirvana.

Lobo/Jongin

     Sangraré para que te mojes los labios y no me dolerá. Si has de pedirme la piel para abrazarte no dejaré que abras la boca y me desfilaré antes.

     Una flor amarilla nació recta en mis ojos, pero no tenía tu enferma voz. Las flores azules se desmayaron una a una. Estoy temblando. No me pidas volver al estante. No. He podado la flor amarilla, he tomado el vidrio roto de la ventana y corté mi pecho para que metas los dedos sin esfuerzo.

     No me des la orden perfecta. Yo soy tu orden y tú eres mi deseo. No serás el rostro iluminado por la luz artificial que yo sin ver soñaba. Mi caballero de la fuerte armadura. Hoy han caído tus piezas sobre mí y me han presionado el corazón, pero he aquí que tu lobo volverá a colocarlas una a una en la parte segura del volcán.

     No te concentres en la sangre que fluye, solo mira mis ojos empañados de ti. Mira cómo mi tranquilidad se transforma en un lago de pétalos azules. En una luna roja bajo la cual estoy sintiendo la brisa de tu aliento. Abre la boca esta vez, pero solo para besarme.

Prestidigitador/Kyungsoo

     Estamos siendo el epicentro de un orgasmo sobre un planeta sin placer, somos hombres muertos en un país de robots. Estuvimos vivos.

     Te saqué de una cárcel de yeso blanco con perlas en las ventanas y fui un caballero. Mas en cuanto estuviste fuera usurpaste mi armadura. Ya sabía que sería así, durante mucho tiempo navegué buscando alguien a quien le quedara.

     Ahora no hay luces artificiales, estamos bajo la oscuridad. O tal vez soy solo yo o solo tú. Ya no importa. Acaricio mi dedo y tú sonríes.

     Vuelve a llover y no nos duele. Nos mojamos y cubrimos con los pétalos de tu lago. No volveré a dar órdenes. No volverás a obedecerme. Mis órdenes son tus propios deseos, tus acciones son mis decisiones internas; las que no soy capaz de pensar ni de sentir, pero las acepto. Ya no hay cadenas en tu cuello, ni el mío, estamos unidos de modo que hablamos con frases mudas.

     Shhhh. Susurras, te escucho pronunciar reiteradamente la misma palabra, me siento bien en ti. Cierro mis ojos y respiro los giros de tu piel.

Fin.

Setiembre/2015

Khimaira [Fanfiction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora