Khimaira [Fanfiction]

El pacto [HyunLix- Stray Kids]

     Era la última función de la noche, la película había iniciado hacía unos diez minutos y, además, era de terror, el género que menos le gustaba a Hyunjin; sin embargo, esa vez le importó poco, no quería volver a casa todavía, así que pagó la entrada al adormecido chico de la taquilla e ingresó por el pasillo oscuro con olor a palomitas de maíz.

     Se sentía especialmente disgustado, hacia apenas tres meses el salir del clóset le causó una ruptura familiar tal que acabó yéndose de casa. En principio no estuvo tan mal, las dos primeras semanas viviendo con su novio Han fueron buenas, bastante buenas, en realidad. Pero después empezaron las discusiones, muchas de ellas por cosas pequeñas. Contrario a su pareja, él era mucho más discreto en todo sentido, prefería los fines de semana en casa que en bares y tenía pocos amigos. La personalidad de Han era vivaz en cada aspecto, parecía imposible agotarlo, atraía a las personas como abejas a la miel, así conquistó a Hyunjin y lo hizo salir del clóset y asimismo había conquistado a Lee Know, un músico que empezaba a tener bastante fama en el país.

     Han le confesó que había dormido con Lee Know, se disculpó y aseguró que no volvería a repetirse, que fue apenas un desliz y Hyunjin le creyó, lo perdonó incluso, pero eso no impidió que se marchara el amor. Ahí donde antes nacían las ganas de besar a aquel hombre de baja estatura, quedaba un desazón, la falta de deseo fue tal que ya ni siquiera discutían. Entonces ambos comprendieron que en cosa de dos meses su relación había acabado.

     Hyunjin no lloró, Han tuvo la delicadeza para no aparecer en su propio departamento durante todo el día de aquel primer sábado del mes de octubre a fin de que Hyunjin empacara a solas y se marchara. Se enviaron un mensaje de texto: «He dejado la llave bajo el tapete de la entrada» dijo Hyunjin. «Gracias, qué estés bien» le respondió Han. Y desde entonces no hablaron más.

     Volver a su casa no era una opción, por suerte su salario como ayudante de cocina en un hotel de lujo en la ciudad, le permitía costearse un departamento pequeño y vivir tranquilamente. Aunque fue difícil encontrar un buen lugar y ante la urgencia por tener su propio espacio acabó viviendo en un edificio donde no funcionaba el ascensor ni había agua tibia en la ducha.

     Aquel 31 de octubre su jefa le dijo que ya no necesitarían de sus servicios. La situación actual del país parecía empeorar cada día a pasos agigantados desde que se declaró la pandemia por covid. El aumento en los impuestos tampoco colaboró con el pueblo, cada vez más personas estaban desempleadas y ahora, él era parte de aquel desafortunado sector. Aquello significaba que debía volver con su familia, lo que implicaba volver al clóset de alguna forma. Era eso o implorarle a Han que lo dejara vivir en su departamento, lo cual le parecía de pésimo gusto, anticipando que para esas alturas, probablemente su exnovio estuviese saliendo con Lee Know.

     No había nadie en la sala del cine, lo que le agradó, parecía como si estuviesen proyectando la función solo para él y se ahorraría el tener que soportar los murmullos de otra gente, tampoco habría nadie que con su cabeza le tapara parte de la pantalla o que le pisara los pies intentando salir para ir al sanitario. Se sentó en medio de las butacas intentando concentrarse en las imágenes de la enorme pantalla para comprender de qué iba la historia de cuyo principio se perdió por salir del turno nocturno de su última noche en el trabajo.