Khimaira [Fanfiction]

Amor secreto [KaiSoo- EXO]

     Tenía miedo, ¡pavor! de que en casa se dieran cuenta de que yo era gay, pero me sentía harto de ocultar mi orientación sexual porque me había enamorado y era correspondido. La tarde en la que él dijo que sí, que fuéramos novios, decidí decirle todo a mi familia. 

     No les voy a mentir, me temblaban las piernas, sentía como si un lazo me cerrara la garganta, pero en cuanto lo dije fue como si me quitara un gran peso de encima. Mi mamá rompió a llorar, y papá no me podía ni ver a la cara. Después me dijeron que me amaban igual aunque iban poco a poco haciéndose a la idea de que su hijo menor era gay. Me pidieron que esperara más antes de llevar a mi novio a casa. ¿Qué iba a hacer yo? Muy feliz estaba de que no me hubiesen echado como le ocurrió a una amiga mía que cuando la mamá la vio dándole un beso a otra muchacha la sacó de los pelos. Igual estaba un poco triste porque mi hermano mayor llevaba todo el tiempo a su novia y era injusto que yo no pudiera, pero estaba decidido a tener paciencia. Especialmente por mi abuelito que era mi persona favorita. Mi abuela había fallecido hacia un año después de pasar 50 años casados. No quería darle un disgusto más a mi viejito querido y que se nos fuera como la abuela. Prefería aguantarme. Pero una tarde él me llamó a su cuarto y me dijo que si mis papás no estaban listos para conocer a mi novio, él sí. Me puso un billete en la mano, todo arrollado, solía darnos la plata a mi hermano y a mí como si fuera droga. Era un billete de baja denominación, aunque en sus tiempos debió valer mucho porque me dijo que con esa plata fuéramos a comer los tres y así se conocían. Me quedé bien asombrado, el abuelo era más pro que mis papás. Cuando le empecé a agradecer me detuvo.

     —No, hijito, gracias a vos por ser valiente. Yo no pude serlo cuando me tocó, así que no des ni un paso atrás. —Luego levantó una esquina del colchón, mi hermano y yo bromeábamos todo el tiempo diciendo que el abuelo guardaba sus billetes ahí abajo porque no dejaba que nadie le arreglara las sábanas en la mañana, pero lo que sacó fue una foto viejísima, hasta que se veía como amarilla. Era de un soldado, el abuelo me dijo que había sido el amor de su vida. El muchacho se cansó de esperarlo, se fue a la guerra y nunca más volvió. Se le llenaron los ojitos de agua al abuelo, yo tragué grueso para no ponerme a llorar frente a él.

     Toda la vida los vi tan felices y enamorados a mis abuelitos... No sospechaba que había otro amor ahí, silenciado, asustado, lleno de culpa, pero tan grande que se negó a morir a través de más de 50 años, una familia, toda una vida...

     Por mi abuelito, por el solado que murió con el corazón roto, nunca voy a guardar silencio.

29 julio, 2019