Leche derramada [KaiSoo- EXO]

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     Kyungsoo lo escupió justo en la cara, Jongin se apartó, pero no fue lo suficientemente rápido, de hecho, lo único que consiguió fue que la saliva no se estrellara en medio de sus ojos y lo hiciera en su mejilla derecha. Sin limpiarse lo miró de vuelta.

     —¿Estás deseando morir esta noche? —preguntó, pero el otro no se amedrentó, levantó su mano y lo golpeó en la mejilla izquierda tan fuerte que el color rojo se extendió incluso en su cuello. Le dolió tanto que se quedó sin palabras, no pudo hacer más que mirar la mejor cara de suficiencia que Kyungsoo ponía.

     —Jongin, nunca vas a poder dominarme, no importa cuánto lo intentes... ¿No sientes vergüenza? —le habló como si fuera un niñito— Acabamos de iniciar y ya te he ganado dos rounds.

     No le molestaba el dolor, no le molestaba la saliva, pero la sonrisa en la cara de Kyungsoo... eso era otra cosa.

     Tomó el cuello de la camisa de botones del pequeño chef, y con ambas manos tiró de cada lado con fuerza, logrando que todos volaran por el aire, luego, de manera aún más brusca, empujó la tela hacia abajo para dejarlo semidesnudo. Kyungsoo no se esperaba eso de alguien tan tierno como Jongin, pero ya iban siendo muchos días de ese joven malcriado metiéndose en su cocina... tal vez no debió contratarlo como aprendiz, se notaba que le interesaba más follar que cocinar.

     botón del pantalón del chef recibió el mismo trato que los de su camisa, una vez fuera el cinturón y sin nada que los tallara, la tela estuvo amontonada alrededor de sus zapatos. Jongin sujetó con fuerza el cabello de Kyungsoo, obligándolo a levantar la cabeza y lo acercó a su sucia mejilla derecha.

     —Chúpala —ordenó.

     ¿Qué lamiera su propia saliva? ¡Ni loco!

     Kyungsoo se acercó como si fuera a hacerlo, pero luego susurró.

     —Chúpamela tú a mí.

     Jongin sujetó los testículos del más bajo con mayor fuerza de la necesaria y este se quejó inmediatamente.

     —Puedes ir despidiéndote de estos si no lo haces.

     No le iba a creer, pero entonces el agarre fue más firme e inmediatamente se puso en puntillas y lamió la mejilla de Jongin, de algún modo limpió la saliva que antes le había lanzado. El aprendiz sonrió satisfecho pensando que por una vez le había ganado a ese estúpido chef sensual como el mismo diablo. Kyungsoo explotó en carcajadas burlistas.

     —Aigoo, ¡qué lindo es nuestro Jonginie! ¡Está tan feliz porque el chef le chupó su mejilla! —dijo el burlista—. Normalmente los muchachos grandes se ponen igual cuando les chupo el pene.

     Jongin le devolvió la cachetada, pero con mayor fuerza, tanta que prácticamente lo hizo acostarse sobre la enorme mesa de la cocina y de paso, botar unos vasos de aluminio que cayeron haciendo estruendo, por suerte no quedaba nadie por ahí a esas horas. Kyungsoo abrió y cerró sus ojos varias veces intentando ubicarse en el espacio después de tremendo golpe.

     —¡Vaya! —exclamó al recuperarse— Al parecer el niño sí sabe jugar duro.

     —Hoy vas a averiguar qué tan duro puedo ser.

     Kyungsoo se tambaleó un poco con suficiencia, mientras se mordía su labio inferior a la vez que una sonrisa pícara le cruzaba el rostro, bajó su mirada hasta su pene, sabía que Jongin vería hacía la dirección que corrieron sus ojos. Y ahí estaba el aprendiz, observando cómo el miembro hinchado de Kyungsoo luchaba por espacio detrás de los apretados bóxers. Luego, ambos levantaron la mirada, directo a los ojos. El chef prácticamente estaba gritando «Fóllame», así el aprendiz se puso duro bajo sus propios interiores.

Khimaira [Fanfiction]Where stories live. Discover now