Háblame de milagros [NoRen- NCT]

121 6 7
                                    

Háblame de milagros

Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.

Háblame de milagros

     Creo que, si existen los milagros, estos no son comunes. O tal vez dependa del romanticismo con el que la gente mire la vida. Podría pensar, por ejemplo, que conocer a Renjun fue un milagro. Pero la verdad es que tan solo fue algo inevitable siendo que me lo encontraba a cada rato en cada esquina: cuando iba a la universidad lo veía lleno de libros por los pasillos o almorzando un sándwich sentado en las escaleras. Cuando iba a casa y pedía comida exprés, llegaba en bicicleta a dejar mi pizza. Y finalmente, me lo encontré limpiando la oficina de mi tío en la empresa de mi papá. Además, reconocerlo no era difícil, ¡qué va! Renjun tenía la cara más bonita que vi jamás, ni siquiera los pequeños golpes que a menudo ostentaba su rostro le quitaban hermosura. Siempre iba despeinado, tenía unas rebeldes cabellos oscuros que a veces le tapaban los ojos. La primera vez que lo vi, pensé que era lindo y no le presté más atención, pero es que después de encontrártelo once veces se te metía en el alma o no lo sé, se volvía imposible de ignorar.

     —¿Me estás persiguiendo? —pregunté directamente cuando lo vi trapeando en la oficina.

     —Disculpe —respondió con tono sorprendido—, ¿lo conozco? —Bueno, era claro que él no me había prestado la misma atención a mí.

     Conocer a Renjun no fue un milagro.

     Tal vez podría decir que el que nos enamoráramos lo fue. Pero... naaaaa, no creo. Ambos éramos atractivos, jóvenes, hormonales, gays y coincidíamos en todas partes. Cuando empecé a hacer pequeñas prácticas laborales en la empresa de mi padre, me quedaba hasta altas horas de la noche en las oficinas y él limpiaba en ese horario, así que a menudo lo buscaba en sus quince minutos de descanso y lo convertíamos en media hora de pláticas sobre la universidad o sobre cualquier idiotez que rondara nuestras mentes en esos días. La atracción surgió de forma natural, pero no por eso débil.

     El amarnos no fue un milagro.

     Conseguir pasar tiempo juntos... ¡eso sí que casi era un milagro! Renjun se ponía en pie a las cinco de la mañana y no paraba más hasta media noche. ¿Cómo carajos en el mundo iba a tener tiempo para mí en medio de sus tres empleos de horarios cortos (a veces cuatro o cinco) y la universidad? Las charlas de quince minutos en la oficina no eran para nada suficientes, empecé a seguirlo por todos los pasillos en la empresa sosteniéndole el limpiador mientras él sacudía los escritorios o aseaba las ventanas, solo para poder hablarle un rato más. Las oficinas estaban relucientes y mi trabajo siempre inacabado.

     —Eres un nepobaby, Jeno, no tengo tu apellido ni tu tiempo. No voy a renunciar a ninguno de mis trabajos para irme a jugar contigo porque necesito el dinero. ¿Entiendes?

     —Pagaré para verte. Pagaré por tu tiempo para que no te angusties —propuse.

     Fue un mes maravilloso en el que pasamos juntos dos noches por semana. Hasta ahora, las mejores de mi vida. En cualquier hotel, inhalando el olor de sus rizos, conociendo las adorables muecas de su boca cuando gemía sus orgasmos, besando la piel que durante el día no me dejaba contemplar la ropa... Hasta que mi papá revisó los gastos de mi tarjeta.

Khimaira [Fanfiction]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum