Capítulo 9

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Ya habían pasado varios días desde aquel encuentro entre ambos jóvenes, sin embargo, habían decidido mantener las cosas al margen. Ben principalmente, quien, se mantenía firme y no continuaría con lo que sea que tenía con Kevin, hasta que este hablara con Gwen. Entonces, seguían actuando como buenos amigos, manteniendo la distancia, como si nada hubiera pasado. Aunque era algo difícil, después de aquella noche, solo podían pensar en tocarse y besarse. Ben no podía negar que extrañaba los besos de Kevin, aun cuando solo habían compartido unos pocos. Sin embargo, se abstenía de correr a los brazos del osmosiano, a duras penas, se contenía de besarlo cada que estaban juntos, incluso cuando estaban solos.

Por suerte no se veían todo el tiempo, Kevin se ausentaba a veces para atender misiones junto con los plomeros. Kevin continuaba con su tarea de ser el cuidador del universo, suplantándolo, pero nunca tomando su lugar. Ben estaba agradecido de que el osmosiano lo ayudara en esa tarea que él no podía cumplir, asimismo, tenía a su abuelo y a Gwen, ocupándose del planeta mientras que Ben pasaba los días en casa, esperando pacientemente y casi aburridamente a que su embarazo terminara. No podía esperar para que ese día finalmente llegara.

Todas las mañanas se levantaba con ese pensamiento mientras acariciaba su vientre abultado y desayunaba alguno de los platos que su madre tan amablemente le había preparado. Por lo general eran ensaladas de frutas o vegetales, a veces un simple tazón de cereal con leche. Ben se quejaba, exigiendo comer cosas grasosas como hamburguesas y pizzas. Su madre siempre terminaba regañándolo, diciéndole que comer sano era lo mejor en el embarazo. Ben terminaba soltando un suspiro de resignación, comiendo lo que su madre le ponía frente a él sin chistar. Justo como hacía ahora.

Ben la escuchaba hablar sentado en el taburete frente a la isla de la cocina, mientras a duras penas se comía la ensalada previamente preparada por su madre. Su madre, quien se paseaba por el lugar, preparando su propio desayuno y el de su padre, quien se alistaba para ir a trabajar. Mientras tanto su madre parloteaba sobre el bebé, hoy Ben tenía otra consulta con la doctora y se esperaba que finalmente pudiera conocer el sexo de su futuro hijo.

Ben miraba a su madre con una leve sonrisa y la escuchaba en silencio. Debía admitir que estaba muy feliz de que su madre estuviera tan emocionada por la llegada del bebé, mucho más de lo que él estaba. Era reconfortante saber que el pasado había quedado atrás y su madre había aceptado esta nueva realidad, abrazándola y queriéndola, como si la deseara de toda la vida. Su madre incluso ya tenía planeando todo lo que quería hacer con su futuro nieto, su primer nieto. Ben no sabía que sentir por eso, un coctel de emociones se creaba en su interior junto con las ganas de llorar por saber que tenía todo el apoyo de sus padres.

Sin embargo, Ben sabía que tenía que poner a su madre sobre la tierra y recordarle que este bebe sería demasiado peculiar para la sociedad.

—Mamá, me alegras que estés emocionada por todo esto del bebé, —dijo, llamando la atención de su madre, quien dejo de parlotear y moverse para mirarlo, teniendo toda su atención. Ben le sonrió antes de seguir hablando —pero quiero que sepas que este bebé no será normal, no será como los niños humanos. Debes hacerte a la idea de que probablemente salga con aspecto alienígena, después de todo, será un híbrido.

Su madre resopló en voz baja, dándose la vuelta para seguir cocinando.

—Eso ya lo sé, pero ¿no es Kevin un híbrido también? Yo lo veo perfectamente bien. —comento mientras movía la espátula. Ben rodó los ojos, dejando escapar un suspiro.

—Sí, lo es, pero es diferente. Este bebé puede que salga con alas, incluso su piel puede que no sea del mismo color que el de los humanos. Has visto a Frío, sabes cómo es su aspecto. Entonces, solo, no quiero que te espantes por eso.

El curioso caso de Benjamín Tennyson [Kevin & Ben]Where stories live. Discover now