Capítulo 13

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Todo comenzó a transcurrir con una velocidad que Ben no podía procesar, los cambios tan drásticos en su vida lo dejaban más que aturdidos y algo nervioso por lo que vendría. Cada día el inminente nacimiento de su bebé se acercaba, cada día su vientre crecía más y más hasta el punto que el simple hecho de caminar, le pesaba. Ahora sí que no podía ver ni sus propios pies, Kevin tenía que ayudarlo a colocarse sus zapatos la mayor parte del tiempo.

Sin embargo, lo estaba disfrutando. Amaba toda la atención que recibía, ya sea de sus padres o de su novio, amaba no tener que hacer absolutamente nada y quedarse tirado en el sofá, comiendo sin parar, dormitando todo lo que quisiera. Si bien los dolores y el cansancio era una molestia, Ben no podía quejarse; su familia lo consentía todo el tiempo, rápidamente se acostumbró a eso.

Ben paso los últimos meses de su embarazo acostado en la cama o en el sofá, comiendo todo lo que le ponían en frente. Su gordura, más que por el bebé creciendo en él, se debía a todo lo que comía. Prácticamente, era su pasatiempo; comer y comer.

—Kevin, mira este trucazo —puso el vaso de su batido sobre su barriga y sin hacer esfuerzo alguno, movió sus labios hacia la pajilla y bebió un poco. Sonrió en grande después, mirando a Kevin con sus ojos bien abierto — ¡soy mi propia mesa!

Kevin, quien estaba frente a él, frotando sus pies, soltó una carcajada. Kevin prácticamente se había vuelto un novio doméstico, ayudándolo a calmar sus dolores, estando a su lado cuando los cambios de humor lo volvían loco. Ben estaba agradecido de tenerlo, la idea de pasar por el embarazo lo atormentaba, pero una vez que Kevin llego, esos miedos se esfumaron. Al mismo tiempo, Ben se sorprendió al ver esta nueva faceta en Kevin, nunca pensó que el osmosiano podría llegar a ser tan dedicado, atento y suave, específicamente con él.

—Nunca creí que podría verte siendo tan doméstico, mi yo del pasado está feliz de tenerte como esclavo —Ben sonrió con prepotencia antes de darle otra sorbida a su batido. Kevin lo miro con el ceño fruncido, sin embargo, no detuvo el masaje en los pies de Ben.

—No te emociones mucho, esto lo hago para que la bebé este cómoda, es lo que importa —respondió igual de prepotente, lanzándole una sonrisa burlona.

Ben se rio, e intento patearlo de forma juguetona. Sin embargo, Kevin tenía un fuerte agarre en sus pies, impidiéndole moverse. Kevin después continuo con el masaje en sus pies, pasando la suave crema por la piel, mientras que Ben se relajaba en el sofá.

Así transcurrían sus días y con eso, la fecha para la llegada del bebé. No tenían una fecha en específico, así que podía suceder en cualquier momento. Y Ben lo sabía cuándo las contracciones, aquellas que su madre llamaba braxton hicks, lo atacaban. Eran fuertes y con suma frecuencia, no duraban más que unos segundos, pero Ben las odiaba.

—Está pateando bastante —comento Ben con molestia mientras se paseaba por la cocina para buscar más comida. Se detuvo en el mesón de la isla, agarrándose al mármol, mientras que con una mano se agarraba su vientre hinchado.

Kevin se acercó y lo ayudo a erguirse, luego con cuidado llevo sus grandes manos hacia el vientre de Ben, tocando en la zona donde pateaba.

—Debe pensar que soy un balón —murmuro Ben entre quejidos, moviendo su mano junto con la de Kevin para hacer que la bebe se calmara.

—Bueno, has estado viendo muchos partidos de futbol, quizás se influenció de eso —bromeo un poco para ayudar a su novio a llevar la leve contracción y los golpeteos fuertes de su hija.

Ben se rio de eso, haciendo a Kevin sonreír. Se quedaron parados en la cocina, esperando a que el dolor pasara. Kevin le regalaba tiernas sonrisas y besos en su frente. Ben apoyo su frente en su hombro, dejando escapar un suspiro cuando el malestar pasó.

El curioso caso de Benjamín Tennyson [Kevin & Ben]Where stories live. Discover now