Capítulo 11

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Ben no era precisamente la persona más paciente del mundo, era de esos que gustaba de tener todo a la mano en el momento en que lo quería. Es por eso que después de una semana de que Kevin hablara con Gwen y esta no se comunicara con él o le diera señales de que estaba bien, Ben comenzó a impacientarse e incluso a preocuparse. No es que Gwen tuviera que ser la persona que le escribiera, estaba en todo su derecho de no hacerlo. Pero Ben, a pesar de eso, esperaba alguna señal de su prima, algo que le diera como se sentía ante lo que había pasado. Ben estaba preparado para recibir mensajes de odio, estaba preparado para el enojo de su prima, inclusive para que dejara de hablarle por el resto de su vida. Pero al menos, esperaba ser avisado de eso.

Pasaba los días mirando su teléfono, revisando en sus notificaciones y mensajes, esperando encontrar alguna señal de Gwen. Pero nada pasaba y él comenzaba a ponerse ansioso. Se mordía las uñas mientras mantenía su teléfono frente a él, casi sin parpadear miraba la barra de notificaciones, esperando que un mensaje o llamada llegara. Parecía un lunático, pero sentía que si despegaba la mirada de su teléfono, perdería a su prima.

—Bien, es suficiente.

Ben pego un leve brinco desde donde estaba, se giró para ver a su madre levantarse de la mesa, al mismo que cerraba su laptop. Llevaba un rato trabajando mientras que Ben se había pasado el día mirando su teléfono sin moverse. Ben le frunció el ceño, lleno de confusión. Iba a hablar cuando su madre lo interrumpió.

—Vamos, es momento de que esto acabe —sin esperar respuesta de su hijo, camino hacia la puerta. Tomo el saco en el perchero y mientras se lo colocaba miro a su hijo, le lanzo una mirada para que lo siguiera y salió de la casa.

Ben, más que confundido, se levantó del sofá, tomo su propio saco y salió de la casa, siguiendo a su madre, quien caminaba hacia el auto.

—¿A dónde vamos? —pregunto, una vez dentro del vehículo.

—Iremos a casa de Gwendolyn y hablarás con ella —respondió su madre mientras comenzaba a conducir. Ben se tensó ante esto y rápido sé arrepintió de haber salido de casa sin antes consultar a donde iría. Se agarró de la cuerda del cinturón de seguridad y si no fuera porque estaba embarazado, saltaría del auto. Su madre sintió su incomodidad, lo miro de reojo y retomo su hablar —La única forma que puedes arreglar esto es hablando cara a cara. Gwen dejo en claro que no va a comunicarse contigo, quedarte mirando la pantalla de tu teléfono sin hacer nada, no va a solucionar esto.

Ben asintió ante las palabras de su madre y en el camino trato de darse ánimos. Miraba por la ventana mientras en su mente comenzaba a relatar un discurso, se lamentó por no poder escribir algo. Ni siquiera estaba preparado aún para ver a su prima. Dejo escapar un suspiro y se hundió más en el asiento, su vista mirando hacia las calles de la ciudad, pensando en Kevin. Kevin debe estar ahora en alguna misión con los plomeros, haciendo el trabajo divertido sin él.

Ben comenzó a ponerse nervioso cuando visualizo a lo lejos la casa de su prima, trago saliva cuando el auto de su madre se estacionó. Con lentitud, se recompuso en su asiento, sentándose de forma firme, rígido. Sus manos comenzaron a sudar y a temblar. Miro a la ventana por unos segundos, contemplando el lugar.

—¿Qué pasa si Gwen me odia? —murmuro más para sí mismo, sin embargo, su madre logro escucharlo. Sintió una suave mano sobre la suya y movió su cabeza para ver a su madre regalarle una pequeña sonrisa de consuelo.

—Eso no lo sabes, debes ser positivo y confiar en que Gwen solo ha querido tiempo a solas —dijo en voz baja y cálida, tierna como solo una madre sabría expresarse. Ben seguía tenso y con su mano libre acariciaba su vientre, el bebé había comenzado a moverse de forma inquieta y Ben sabía que estaría así hasta que él no se calmara. Su madre decidió ayudarlo, apretó su mano como consuelo mientras hablaba —Escucha Ben, yo pase por lo mismo cuando era joven. Había un chico que me gustaba antes de conocer a tu padre, y ese chico también le gustaba a una de mis mejores amigas. Ambas lo sabíamos y por un tiempo estuvimos celosa de la otra, tratando de llamar la atención de ese chico para que saliera con alguna de nosotras —se detuvo un segundo, recordando el pasado, luego dejo escapar un suspiro antes de continuar —pero con el tiempo nos dimos cuentas de lo tontas que estábamos siendo, nuestra amistad se estaba haciendo añicos solo por un chico. Entonces hablamos y llegamos a la conclusión de que no queríamos perder la amistad y todos los buenos momentos que vivimos solo porque nos gustaba el mismo chico. Nos arreglamos y dejamos eso atrás. Yo conocí a tu padre después, encontré a alguien que amaba y conserve una gran amistad. Incluso tú llegaste a conocerla. —sonrió, sus ojos brillando un poco de felicidad.

El curioso caso de Benjamín Tennyson [Kevin & Ben]Where stories live. Discover now