Capítulo 15

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Ben paso el resto del día en cama con su bebé, ya después de procesar que la tenía finalmente en sus brazos, se dejó envolver por las gratas sensaciones que sentía cada vez que acariciaba su mano, o cada vez que sus ojos lo miraban. Estuvo con una sonrisa todo el tiempo mientras la sostenía en sus brazos, acostumbrándose a ella, olvidando poco a poco el temor y la ansiedad que sintió la primera vez que la vio.

Las enfermeras venían cada cierto tiempo con la comida de la pequeña, su hija era una glotona y a cada hora soltaba fuertes llantos exigiendo comer. También se aseguraban y cuidaban de él, trayéndole comida, dejando que tuviera lapsos de tiempo a solas para relajarse. Ben aprovechó cuando una de las enfermeras alimentaba a la bebé y se dio una ducha, cambiándose de ropa.

Después tuvo que irse junto con la bebé por un par de horas para comenzar con los exámenes. Era un chequeo de rutina para asegurarse de que ambos estuvieran bien. Con Ben fueron rápidos, pero con la pequeña tardaron un poco más, al ser el primer híbrido Humano Necrofriggian, muchos estaban curiosos, fascinados con su hija. Querían hacerle un sin fin de pruebas, casi usarla como conejillo de Indias, como si de un experimento se tratara. Ben se negó absolutamente a eso y solo dejó que le hiciera las pruebas pertinentes a su hija. No la dejó sola en ningún momento, en algún punto sintió que Frío quería salir y lanzar ráfagas de hielo a los doctores y científicos que se encontraban en la habitación. Ben logro calmarlo, no quería armar un escándalo ni crear problemas.

Le tomaron el peso, altura, revisaron cada parte del cuerpo de su pequeña para ver si tenía anomalías. Por último sacaron su sangre para hacer otras pruebas. La pequeña estuvo tranquila todo el tiempo, a pesar de su corta edad, ya era consciente de lo que pasaba, era atenta de las acciones de los demás. Ben sabía que su hija iba a desarrollarse con más rapidez de lo normal, evolucionando a una velocidad muy por arriba del promedio humano. Todo eso se debía a su parte alienígena, en cierta forma, Ben ya estaba preparado para eso.

Luego de unas largas horas y un sinfín de pruebas para que los doctores le dijeran que su hija estaba perfecta y sana, con buena salud —cosa que ya sabía— se le permitió volver a su habitación.

De vuelta en la cama, sostenía a su bebé, le sonreía y jugaba con ella, haciéndole muecas para hacer reír. La pequeña no hacía mucho, solo soltaba leves balbuceos, moviendo sus brazos y pies. Ben acerco su mano hacia su barriga y comenzó a hacerle cosquillas, eso logró sacar una risita, Ben rápidamente se enamoró de ese suave sonido. Se acercó y dejó un cálido beso en su frente, ella sonrió para él y Ben juro que iba a llorar de felicidad.

Estaba admirando a su pequeña cuando sintió la puerta de la habitación abrirse, al levantar su mirada, sonrió al ver a Kevin. Sin embargo, dejó escapar un sonido de sorpresa cuando vio a su prima Gwen.

—Gwen —rápidamente cambio su semblante y sonrió en grande. Con alegría aceptó el abrazo que esta le dio, la rodeó con su brazo libre, apretándola un poco contra él, alargando el abrazo. Hacía mucho que no la veía, y la extrañaba. Verla aquí lo hacía sentir muy feliz. ¿Habrán venido sus padres también?

Cuando se aportaron del abrazo, se regalaron una última sonrisa, antes de que toda su atención se fuera hacia la bebé.

—Ben, es preciosa — expresó la pelirroja, mirando a la pequeña con sumo amor mientras se sentaba frente a él. Con cuidado llevo su mano hacia los mechones castaños de la bebé y con dulzura los acarició —¿Ya tiene nombre? — alzó su mirada hacia Ben.

Ben negó lentamente, poniendo sus ojos en blanco al caer en cuenta que su hija aún no tenía un nombre. Tuvo 9 meses para pensar, llevaba horas con ella en sus brazos y aun así, Ben no se le había pasado por la cabeza que debía darle un nombre. Padre del año, señores.

El curioso caso de Benjamín Tennyson [Kevin & Ben]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora