Capítulo 12

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Ben y Kevin comenzaron su relación después de esa noche, sin embargo, habían decidido ir lento, no querían apresurar las cosas, no querían ir con prisa sabiendo que ahora se tenían el uno al otro por mucho tiempo. Entonces, comenzaron con calma, leves besos por las noches, leves acaricias por sus cuerpos; muchos abrazos y mimos. Después de ese día, Kevin comenzó a quedarse más en su casa, pasaba las tardes y las noches con Ben, solo se iba cuando tenía misiones que cumplir. La habitación de invitados rápidamente se había convertido en la habitación de Kevin. Sin embargo, su madre, aunque aprobaba su relación y estaba feliz por ellos, no dejaba que durmieran juntos. Son muy jóvenes, le decía a su hijo cada vez que este reprochaba.

Kevin pronto se volvió un miembro más en la familia, después de todo, se llevaba bien con los padres de su ahora novio y no tardó en ser aceptado y bien recibido al hogar de los Tennyson. Ben estaba encantado de tenerlo las 24 horas del día, amaba verlo por las mañana en el desayuno, amaba pasar las tardes a su lado, tirados en el sillón, amaba sentarse con él en la cena y escuchar a sus padres hablar sobre su día. Amaba tener a Kevin a su lado, facilitando las cosas para él y para el bebé. Su compañía lo ayudaba a relajarse cuando sus inquietudes e inseguridades con respecto al futuro y a lo que vendría lo atacaban. Cuando eso pasaba, Kevin siempre estaba ahí con sus suaves palabras y sus cálidos besos. Jamás pensó que la compañía de Kevin lo haría sentir tan bien, pero aquí estaban, envuelto en sus brazos, acurrucado en su pecho mientras dormitaba y Kevin, en voz baja, le leía una historia para dormir. Era como un pequeño ritual que habían adquirido desde que Kevin se "mudó". Por las noches antes de dormir, cuando todos se habían ido a descansar, Kevin se colaba en su habitación. A veces hablaban en voz baja de cualquier cosa, a veces simplemente se quedaban en silencio observándose uno al otro. A veces, como hoy, Kevin le leía hasta que Ben se dormía. El osmosiano siempre se aseguraba de que fuera el más joven quien se durmiera primero, para así poder irse a su propia habitación antes de que la madre de Ben, los descubriera.

Así pasaba el tiempo y los meses, pronto y más rápido de lo que Ben pensó, su barriga creció y los preparativos para la llegada del bebé, comenzaron. Ben estaba un poco nervioso por eso, se estremeció cuando vio a su padre sacar su antigua cuna. Verla fue un recordatorio de que de verdad estaba pasando, iba a tener un bebé. Era gracioso, pero a pesar de que el tiempo corría y él estaba más cerca del parto, todavía no se crecía que esto estuviera pasando; quizás nunca lo haría, no hasta que tenga al bebe en sus brazos.

Kevin y su padre se habían encargado de armar la cuna y colocarla en su habitación donde el bebé pasaría los primeros meses de su vida, Ben se preguntaba qué haría después, por su mente pasaba la idea de buscar un lugar para él, un apartamento pequeño, quizás. Dios, tenían 17 años, aún ni comenzaba la universidad y ya debía pensar como todo un adulto. Se preguntaba seriamente si era buena idea cobrarle a la ciudad por todos esos años de haberle salvado. Necesitaba dinero, no iba ni quería mantenerse de sus padres por el resto de su vida.

Mientras esos pensamientos rodaban su mente, él miraba a Kevin y su padre hacer todo el trabajo, se había ofrecido a ayudar, pero ambos hombres se negaron, diciendo que no estaba en condiciones para hacer esfuerzo. Ben bufo, le molestaba cuando lo trababan como si fuera un debilucho, es claro que sigue siendo fuerte y a su bebe no le pasaría nada si levantaba peso. "Es mejor prevenir que lamentar" le había dicho Kevin, quien en los últimos meses se había puesto más sobre protector con él.

Ben decidió irse con su madre y ayudarla en lo que sea que estuviera haciendo. Una hora más tarde, volvió a su habitación, encontrándose solo con Kevin, pasando una lija por la madera de la cuna, ahora pintada de un color rosa pastel. La cuna ya estaba instalada al pie de su cama, Ben no pudo evitar sonreír lleno de amor al verla. Se acercó a pasos lentos hacia Kevin y dejo la bandeja que traía en sus manos con cuidado en su cama.

El curioso caso de Benjamín Tennyson [Kevin & Ben]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora