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Izuku Midoriya, unos de los mejores héroes en el top 10 de Japón, un alfa de alta categoría que lo ha hecho ser reconocido desde que escaló en su puesto de héroe al momento de haberse graduado de UA.

Su quirk era por decirlo uno de los más increíbles que podrían imaginar, muchas veces escuchó a civiles decir que el podría ser el próximo símbolo de paz, y eso había marcado mucho su carrera puesto que todos esperaban que se volviera uno de los mejores héroes y que pronto ocupara el puesto número 1.

Pero hablando de otros aspectos, Izuku era muy atractivo de forma física, sus cabellos verdes y rizados, su rostro siempre tan sonriente y sus mejillas con muchas pecas lo hacían lucir tan dulce, pero comparado a su complexión física el tenía unos músculos bien trabajados y marcados.

Justo como cualquier Alfa, pero lo que lo hacía destacar era su personalidad, era muy amable y atento, a diferencia de otros Alfas el tenía muy en mente que los Omegas merecen todo el respeto del mundo, porque son ellos quienes sufren por mucho para traer una nueva vida, y la gente aún no puede reconocer esto y tachan a los Omegas cómo la peor casta posible.

En un mundo donde los poderes son la epítome de la sociedad, ser una persona sin quirk es despreciable para todos, junto al hecho de que seas un Omega lo hace ser mucho peor.

La sociedad está totalmente jodida realmente.

Pero Izuku no tenía ese pensamiento y eso lo hacía un Alfa muy valioso y codiciado entre muchos Omegas.

Pero nadie había tenido el privilegio de ser su pareja hasta el momento.

Sólo Uraraka Ochako, o mejor conocida como Uravity, una de las pocas omegas en poder entrar al top 5 de los héroes siendo de la casta más inferior.

Ella y Izuku trabajaban en la misma agencia de héroes y con el pasar del tiempo un ntimiento entre ellos empezó a sufrir y a día de hoy estaban saliendo de una manera oficial, Izuku era muy feliz, definitivamente amaba con locura a su querida Ochako.

- Midoriya, ¿tienes planes hoy?

Se acercó el héroe Shoto al peliverde que iba caminando por los pasillos de esa gran agencia con una sonrisa.

-Shoto, de hecho quería invitar a Uraraka a cenar, quiero dar un paso muy importante hoy.

El Alfa sonrió emocionado, hace ya unos meses que están saliendo y definitivamente no se imagina con nadie más siendo su pareja de por vida.

El chico bicolor se mostró sorprendido por lo que había entendido muy bien, era muy inesperado, pero podría ver la felicidad de su amigo en su rostro así que sólo podía desearle mucha suerte.

- No se cómo salga todo pero se que ella te va a aceptar y si no lo hace para eso estamos los amigos.

Habló sereno Shoto dando un par de palmadas a la espalda del peliverde quién tragó saliva nervioso, si bien lo pensaba ahora, no sabía que hacer si le daba un no por respuesta, ¿eso terminaría su relación?Ahora estaba más nervioso que antes.

Suspiró y se despidió de Shoto para salir del edificio con toda la energía positiva, tenía planeado ir por Uraraka a su departamento para darle la linda sorpresa que le tenía.

En el camino se topó con una florería muy grande, los diferentes arreglos de todos los colores realmente eran preciosos, y una idea pasó por su cabecita, le llevaría rosas, no había ninguna forma de ser más romántico que llevarle flores.

Pasó al local y compró un ramo precioso, la señora de la tienda al instante lo reconoció.

- Héroe Deku! Su pareja es muy afortunada, estoy segura que le encantarán.

Habló la señora tendiendole el ramo ya arreglado con una nota que el héroe le pidió escribir.

Izuku sonrió con un leve sonrojo en sus mejillas, y tomó en ramo pagando lo.

- Espero que así sea, muchas gracias!

Agradeció con energía, definitivamente era un precioso día para una propuesta como esa.

Izuku se apresuró a ir al edificio donde vivía Uraraka, muchos en el camino lo saludaban con emoción, no siempre veías a un héroe siendo detallista en las calles.

Pronto pensó en una mejor idea, tomó su celular dispuesto a llamarla, tal vez darle la sorpresa llegando al hotel era lo mejor.
Marco el número y esperó paciente a que fuera contestado, pero la llamada no fue respondida...1...2...3 llamadas y nada.

- Tal vez esté ocupada, creo que deberé subir yo mismo.

Se apresuró a llegar y entrar al hotel tomando en ascensor con emoción, dios vaya que nadie podía quitarle esa felicidad que sentía, era muy afortunado realmente.

Ya llegando al piso indicado y estando frente a la puerta del departamento estuvo a punto de tocar la puerta, pero eso sería arruinar la sorpresa.

Agradecía a los dioses saber que Uraraka dejaba una copia de su llave a menudo en su tapete frente a la puerta.

Dejó un momento el ramo a un lado y tomó la llave para abrir la puerta, pero su rostro cambió drásticamente al abrir la puerta y toparse con la oleada de feromonas que llegaron a su rostro de golpe.

Se quedó petrificado por un momento, entró con cuidado al lugar escuchando en la recámara sonidos obscenos que no le agradaban para nada, no quería entrar más, tenía un mal presentimiento de todo eso.

Dejó en ramo en la mesa y siguió a pasos sigilosos hasta la puerta de la habitación de Uraraka, la voz de su novia se escuchaba al otro lado evidentemente y sus feromonas eran las suyas claramente, pero había un olor más que era reconocible para el, su rostro cambió y ahora estaba a punto de estallar en ira.

Se armó de valor y abrió la puerta de una encontrándose con la peor de las escenas.

Uraraka, su novia saltando encima de ese Alfa peliazul de ojos rojos que muchas veces le aseguró solamente era su mejor amigo.

- ¡¡OCHAKO!!

La Omega soltó un grito del susto volteando en dirección a la puerta para toparse al Alfa peliverde con una expresión de enojo inexplicable, el ambiente se había tornado pesado y las feromonas que empezaban a invadir la habitación dejaban un olor agrio.

- ¡I-izuku! No es lo que parece!

- ¡Eres una perra mentirosa!

- Izuku espera! Puedo explicártelo...

Izuku salió de ahí, no quería seguir viendo esa escena tan repugnante, estaba seguro de matar a golpes al Alfa peliazul si seguía ahí.

- Izuku! Por favor!

La Omega lo tomó del brazo haciéndolo detenerse, volteó con lágrimas en los ojos y la ira incontrolable en su rostro.

- Perdoname...déjame hablar contigo.

Su cuerpo sólo era cubierto por una sábana blanca que deducía fue lo único que encontró en la desesperación.

Izuku le dio una mirada de asco y la empujó haciéndolo caer al suelo.

- ¡No necesito una maldita explicación! ¡Tu y yo terminamos!

Sacó la cajita roja de su bolsillo lanzándose la a la castaña y después de eso salió del departamento con sus emociones totalmente descontroladas.

Uraraka se quedó ahí en silencio tomando la cajita en sus manos y observando el gran ramo de rosas que estaba en la mesita de la puerta principal, no pudo hacer nada, simplemente ya no podía arreglar nada y había arruinado lo que se imaginaba sería la mejor sorpresa de su vida en una situación diferente.

Se desplomó en el suelo llorando.

Había arruinado su relación por un capricho.

¡ESTÚPIDO ALFA! (DEKUBAKU/OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora