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Si hay algo que detesta enormemente, es el hecho de que su alarma no suene por las mañanas. La idea de tener que hacer sus cosas diarias con prisas es insoportable, pero últimamente su reloj despertador no estaba funcionando bastante bien, era un gran problem, tendría que ver donde conseguir otro, cosa que no les gustaba porque ese había sido muy costoso en su momento, se preguntarán, ¿Porque no usa su celular?Un teléfono de tercera generación no tiene la misma intensidad de sonido que un despertador.

- Katsumi tus zapatos!

- Voy mami!

Se le había hecho muy tarde, despertó 40 minutos después de la habitual ese día, odiaba los lunes como no se imagina nadie, pero no era momento para quejas, necesitaba arreglar todo para irse a la hora justa y lograr tomar el transporte a tiempo.

- Vamonos nena!

Katsuki toma su mochila, la mochila pequeña que Katsumi suele llevar a la guardería, y sus llaves. Toma la perilla de su apartamento y sale lo más rápido que puede de ahí no sin antes cerrar la puerta, tiene a su cachorra en brazos, está alterado, iba a tener un muy mal día al perecer. Siente que sus piernas le duelen, pero no puede dejar de correr aún, su autobús está por marcharse pero afortunadamente el conductor se espera a que el suba, agradece al hombre y toma asiento con su pequeña en brazos.

- Necesito un despertador nuevo.

Se relaja por fin en su asiento, Katsumi está sentada observando los alrededores que recorre el autobús con atención y una gran sonrisa en su rostro. Esa escena es bastante adorable, logra divisar una mancha de su desayuno en la mejilla pecosa de su nena, olvidó limpiar su carita al terminar.

- Sumi, ven.

Sacó de su mochila una toallita húmeda y empezó a limpiar con cuidado a su pequeña, hay un aroma curioso en el lugar, siente un escalofrío recorrer su espalda. El autobús está lleno de personas en traje, otros estudiantes y demás personas, no sabe como pero de alguna manera siente una mirada observarle, su instinto le hace gritar que está siendo observado. No puede divisar nada sospechoso, decide ignorarlo, tal vez no sea nada.

Pasan los minutos y el autobús llega a su parada, Katsuki baja con cuidado, una vez está todo listo deja a su cachorra en el suelo y le toma la mano para comenzar a caminar. El día es bastante tranquilo, el sol es brillante pero el calor no es abrumador, Katsuki cruza la calle con cuidado tomando la mano de su cachorra, es un nuevo inicio de semana, han pasado 2 dias desde su cita, se ha sentido muy feliz en realidad.

- Mami, ¿podemos comer pastel de fresa hoy?

Escucha la voz de su pequeña, no sabe como es niña ha salido tan adorable, tiene unos ojos que te hacen obedecer todo lo que ella te pide, a veces no cree que ella sea su cachorra y tal vez se la cambiaron el día de su parto en los cuneros, lo cual es imposible ya que su lado Omega la reconoce como su hija. El rubio sonríe y se agacha a la altura de su niña estando ya frente al portón de la guardería, le da una leve caricia a sus bonitos cabellos rubios.

- Te llevaré un pastel de fresa después del trabajo cariño.

La niña sonríe y suelta un jadeo emocionada, abraza a su madre Omega antes de que una de sus cuidadoras le tome de la mano y le haga entrar al edificio, Katsuki le mira entrar, espera ahí paciente hasta que pierde a su nena de vista, es en ese instante qué ve la hora y siente que el alma se escapa de su cuerpo.

Son las ocho y cuarenta y cinco minutos, su autobús suele pasar a esa hora, le toma 2 minutos llegar a su parada y 10 en llegar al supermercado, afortunadamente su última parada es frente al mencionado lugar, está muerto, sabe que no llegará a tiempo sólo por esa estúpida alarma.

¡ESTÚPIDO ALFA! (DEKUBAKU/OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora