02

5K 442 46
                                    

Después de esa escena desastrosa Izuku no podía sentirse peor, las personas en la calle lo observaban con miedo por las feromonas que se tornaban pesadas a su alrededor, su aroma era agrio y de mal gusto para muchos.

Regresó a la agencia con lágrimas en los ojos, sus emociones eran incontrolables, sus compañeros en el edificio no querían para nada acercarse a el, lo que hace sólo unos minutos era un Alfa radiante y lleno de felicidad ahora sólo era pura ira y resentimiento, no podían saber que sucedió pero lo más seguro era que tenía que ver con la Omega castaña.

El peliverde fue apresurado y se encerró en su oficina azotando la puerta con rabia, las lágrimas en sus ojos no dejaban de brotar y sólo quería desquitarse con algo, en un impulso tiró al suelo todas las cosas de su escritorio algunas rompiéndose y otras simplemente quedando regadas ahí, estaba destrozado totalmente, nunca imagino un engaño tal vil como ese.

Se desplomó en su silla y sólo se dejó envolver por la tristeza y decepción que lo llenaban en ese momento, lloró como nunca antes lo había hecho, el Alfa estaba totalmente dolido por el engaño de su Omega, su lobo interior también estaba muy triste.

La vida había sido muy cruel con el ese día, ¿cómo pasas de tener el mejor de los ánimos a sentir como tú vida se desmorona en sólo segundos? Es un sentimiento muy amargo y doloroso en realidad, y eso estaba consumiendo al pecoso en ese mismo instante.

Al cabo de unos minutos el Alfa bicolor había entrado apresurado a la oficina de su amigo viendo el lugar hecho un desastre y a su mejor amigo hecho un mar de lágrimas, el silencio lo abrumo, no sabía que era lo que había ocurrido pero sólo sabe que escuchó a sus compañeros gritar que Midoriya estaba fuera de control así que lo primero que hizo fue correr con el.

- Midoriya...

Observó al peliverde con dolor, esa expresión triste nunca esperó verla jamás, no de ese Alfa tan radiante como el mismo sol.

Observó las cosas en el suelo, definitivamente había tenido un ataque de ira, es muy raro de ver, pero lo deduce porque también ha pasado por lo mismo.

En silencio se acercó al escritorio y paso su mano con cuidado por la espalda del pecoso e Izuku sólo se giró, lo abrazó con fuerza buscando consolación, un Alfa nunca es de mostrar su afecto hacía otro de la misma casta por la rivalidad de sus instintos, pero estaba vulnerable y sólo su mejor amigo podría verlo de esa manera por la gran confianza y cariño que se tenían ambos como hermanos.

- Estoy aquí...

Le correspondió el abrazo y no se quitó de ahí hasta que el pecoso estuvo mucho mejor para dejar de llorar, .

No iba a preguntar que había sucedido pero debió ser algo peor que el rechazo de Ochako cómo para que el terminara así.

Al cabo de unos 30 minutos todo se había normalizado un poco y ahora ambos amigos estaban recogiendo el desastre del piso con tranquilidad, en silencio algunas cosas estaban rotas y otras al parecer no sufrieron daños, en realidad no eran de valor pero lo tedioso sería levantar los cristales de un cuadro que terminó roto, que era uno de Izuku y Ochako juntos, pero no lo volteó ni se lo mostró al peliverde sólo por si acaso.

Izuku tomó valor y habló, el silencio se estaba tornando muy incómodo y estaba seguro que el bicolor estaba muy intrigado por saber que fue lo que sucedió como para haber reaccionado de esa manera.

- La encontré follando con otro Alfa.

Shoto dejó caer la libreta que recién había levantado para observarlo con incredulidad.

- ¿Qué?

- Al parecer no me amaba tanto cómo decía.

Se sentó de nuevo en su silla observando la puerta de su oficina con tristeza, sus ojos estaban rojos de tanto llorar.

¡ESTÚPIDO ALFA! (DEKUBAKU/OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora