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Flashback

- Que asco.

Katsuki cayó al suelo con todo y la pequeña bandeja en la que cargaba con el café caliente del cliente que en un arrebato golpeó la bandeja sostenida por el rubio, un quejido y un grito no se hizo esperar cuando el líquido caliente fue a dar encima suyo.

El hombre se levantó más que disgustado y llamó por completo la atención de todo el restaurante.

Era un restaurante con poca fama en la zona y Katsuki había estado trabajando hace ya casi un mes, aunque nunca se había presentado una situación así

- Tu puto aroma a Omega preñado es más que evidente, no puedo creer que estés atendiendo gente como si nada.

Katsuki se quedó en el suelo en shock, no sabía que contestar ante todo eso, el café caliente manchó y se regó en toda su ropa y mantel, también logró llegar a su piel a través de la tela quemando un poco hasta llegar a doler. Los trozos de la taza de porcelana quedaron esparcidos a un lado junto a la bandeja, al momento de la caída Katsuki se clavó un poco de las partes punzantes en la mano que ahora estaba sangrando.

De inmediato llegó a socorrerlo su compañera , ayudándolo a levantarse mientras que su jefe se acercaba para pedir disculpas al cliente por cualquier inconveniente y también preguntando cuál fue el motivo de aquel disgusto. katsuki se hizo a un lado con Kendo quien le examinó con cuidado limpiando la herida en su mano con un paño húmedo mientras el cenizo veía de lejos la expresión molesta del comensal y luego la mirada de su jefe mirándolo con incredulidad.

Ese tipo de miradas han sido las que ha tenido que soportar toda su miserable vida, la mirada de desprecio que recibe cada vez que alguien se entera de que su segundo género es el de un Omega.

No sabe que hizo mal aquel día, todo estaba yendo perfectamente y sin problemas, estaba seguro de poder ocultarlo otro poco mientras conseguía el dinero para subsistir un tiempo más. En su contrato estaba establecido que tenía que ser muy cuidadoso y ocultar perfectamente su aroma , ya que al ser un Omega era bastante difícil que a la gente que visitaba el establecimiento le agradara ser atendido por ese tipo de persona.

Esa fue una de sus condiciones para trabajar en ese restaurante, porque todo su personal constaba de Betas y Alfas.

El dueño del local le dió una oportunidad que ahora se había perdido, todo por un hombre que no tenía nada mejor que hacer en ese día. El tiempo pasó y su jefe le dijo que su consumo corría por cuenta del restaurante, mientras el hombre se iba de ahí con su acompañante con un rostro molesto pero a la vez satisfecho, Katsuki sostenía su mano herida con un paño húmedo manchado de sangre y esperaba el llamado de su jefe.

Una seña bastó para que el cenizo siguiera al hombre a su despacho en un pasillo largo al fondo, por supuesto que estaba molesto o al menos decepcionado, no podría deducirlo ya que al ser un beta no puede detectar el aroma de su estado. Entran ambos a la pequeña habitación donde le indica tomar asiento a Katsuki y este obedece de manera insegura.

Un silencio incómodo, y luego un profundo suspiro se hacen presentes en el lugar, Katsuki sólo se mantiene callado de pie frente al gran escritorio de madera mientras que si jefe está en un extremo de la habitación esperando a que al menos le diese una explicación de todo ese alboroto.

- Señor...

- Estás despedido.

Katsuki sintió un nudo en la garganta al escuchar eso de una forma fría y sin tacto, no podía esperar nada más ya que su destino estaba marcado.

¡ESTÚPIDO ALFA! (DEKUBAKU/OMEGAVERSE)Where stories live. Discover now