(LGBT+) Denise es un universitario que lleva demasiado tiempo encerrado en su casa y se ha transformado en friki completo.
Steve es un estadounidense que se mudó a México para sobrevivir a la crisis derivada de la pandemia.
Ambos tienen un mal ini...
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23 de diciembre
Se suponía que Steve volvería con su familia para Navidad, pero después de pensarlo bien y de que su abuela se negara a viajar en avión (alegando que hacía demasiado frío por esas fechas) decidió quedarse para hacerle compañía. Sus padres no estaban de acuerdo, pero después de semanas de discusiones inútiles con la mujer, terminaron aceptándolo.
Como habían reservado cabañas para esquiar y no podían cancelar de último momento, la familia estaría dividida, pero prometieron que más adelante irían todos a México a visitar a la abuela.
Entonces Steve se encargó de adornar la casa, poner el árbol y hacer la limpieza, además de arreglar algunos desperfectos que salieron a flote de último momento. Técnicamente se estaba tomando unas vacaciones de su trabajo, pero se encontraba más ocupado que nunca. Denise iba de vez en cuando a "ayudarlo" con los quehaceres, pero la verdad era que sólo se sentaba en la cocina a escuchar los chismes de la abuela mientras bebía chocolate caliente.
Su abuela apreciaba la compañía, así que no se quejaba, pero no podía evitar mirar al chico con escepticismo cuando se ofrecía para echarle una mano. En la casa de al lado los padres de Denise decidieron celebrar el 24 en casa básicamente porque en el pueblo usaban demasiada pirotecnia y ni a Leslie ni a Aquiles les gustaba.
En la colonia se había tomado la decisión de tener un diciembre silencioso por respeto a todos los que tuvieran mascotas y como recientemente habían diagnosticado a Leslie con autismo, nadie quería ser una molestia. Desde la casa todavía se escuchaba la pirotecnia de la colonia de al lado, pero era mucho menos potente debido a la distancia.
—Mijo —su abuela estaba tejiendo en la sala mientras Steve terminaba de poner las luces—. ¿Puedes ir a hacer las compras para la cena de mañana? Voy a cocinar pierna al horno —dijo—. Puedes pedirle a Denise que te acompañe, para que se distraigan un rato.
La televisión estaba encendida, a su abuela le gustaba mucho un canal en el que sólo pasaban telenovelas.
—Sure —respondió, soltando un suspiro, mientras colocaba los últimos adornos en el árbol—. ¿Qué te parece? —preguntó. Su acento se notaba, pero había conseguido una fluidez lo suficientemente buena como para que su abuela lo entendiera a la primera.
—Te quedó muy bonito mijo —la mujer lo miró emocionada, observaba el árbol como una niña pequeña en navidad—. Hace tiempo que no tenía un árbol tan bonito.
Steve le sonrió un poco, el árbol de su abuela era sintético y muy pequeño, Steve estaba acostumbrado a cortar un pino con su familia para adornarlo, pero a la mujer eso le parecía una tontería. Sin embargo, Steve tampoco quería que ella volviera a usar su viejo y destartalado árbol, por lo que le compró uno nuevo.
A su abuela le gustó mucho.
—Deja que te haga una lista de compras —ella comenzó a anotar todo lo que necesitaba en una hoja. Cuando terminó, Steve miró todo con escepticismo—. Déjame te doy algo de dinero —ella estaba por ponerse en pie cuanto Steve la detuvo.
