KIMCHAY→ Sí tuvimos nuestro final feliz.

47.- LECCIONES APRENDIDAS, A LA MALA Y A LA BUENA.

Eran aproximadamente las 5:45pm cuando Porschay y Kim atravesaron la puerta de su Suite tomados de la mano, habían compartido un par de besos fugaces en el pasillo final, antes de ingresar a la habitación.

PORSCHAY: ¿Podemos meternos a la piscina?- Preguntó abriendo los ojos con un gesto de ternura frente a Kim, quien sonrió de manera torcida, totalmente embobado por lo que Chay le preguntaba.

KIM: Claro que podemos hacerlo Chiquillo... ¿Quieres que nademos con ropa o sin ropa?- Preguntó mientras apretaba su agarre en torno a la cintura de Porschay y levantaba una ceja en señal sugerente, con una mirada intensa y totalmente pervertida.

Porschay abrió los ojos para después sonreír con incredulidad, dándole una palmada al pecho de Kim de manera juguetona mientras le decía -Eres incorregible Kim- ganándose una sonrisa torcida por parte de la persona que lo miraba intensamente.

Se metieron a la Piscina, después de removerse las camisetas del cuerpo, Kim se aseguró de llevar un par de toallas hacia el área de la terraza, para que pudieran secarse una vez que salieran del agua; por lo que Chay se adelantó un poco, cuando Kim introdujo su cuerpo en el agua, Porschay se encontraba de espaldas a él, apoyado con sus antebrazos en el borde, admirando la hermosa puesta de sol en la cual el cielo y el mar parecían juntarse en una inmensidad de tonos naranjas, amarillos, rosas, blancos y azules. Kim se acercó hasta él, entrelazando sus manos en aquel abdomen, entretanto sus labios alcanzaban el hombro derecho de Porschay en un beso suave, para después apoyar su mentón en el mismo punto mientras ambos se quedaban en silencio, admirando el panorama digno de una postal que el horizonte y aquella puesta de sol les ofrecían.

Una vez que los últimos rayos de sol se ocultaron en el océano, Porschay colocó sus manos sobre las manos de Kim y le preguntó con voz titubeante.

PORSCHAY: Kim... Lo que me ofreciste anoche... ¿Estabas hablando enserio?

KIM: ¿A qué parte de lo que te ofrecí anoche te refieres Chiquillo? ¿A la parte en la que te ofrecí ir de Gira conmigo o a la parte en la que te ofrecí hacerte el amor en cada uno de los espacios de la casa?- Preguntó con tono ronco en el oído de Porschay.

Porschay se mordió el labio inferior con aquella contestación, en parte tratando de contener una risa nerviosa que amenazaba con salirle de la garganta y en parte tratando de controlar las hormonas que le comenzaban a ocasionar que su piel palpitara, siendo cada vez más consciente de la sensación de tener a Kim a sus espaldas mientras ambos estaban semidesnudos en aquel cuerpo de agua.

Porschay dio media vuelta en medio de los brazos de Kim, lo hizo lentamente, como si tratara de que aquello no rompiera el ambiente que había entre ambos; Kim lo miró estático y sorprendido de no verlo sonrojarse después de su comentario anterior, Porschay sonreía a medias y después elevaba su mano derecha para colocarla titubeante en el cuello de Kim, quien cerró los ojos apenas un par de segundos debido a la sensación de aquel toque húmedo

KIM: ¿Has estado dándole vueltas a ello durante todo el día?- Preguntó curioso, esperando que no fuera de aquella manera, ya que su intención no había sido generarle angustia a Porschay después de aquella propuesta.

PORSCHAY: No, no le he estado dando vueltas a ello durante todo el día... pero justamente hace unos momentos me puse a pensar en cuán diferente pudiera ser el viajar contigo de manera prácticamente permanente, ahora estamos muy tranquilos, pero es un viaje corto y no hay presión en ninguno de los dos...- Explicó lentamente para después emitir un suspiro y continuar. -Pero no puedo evitar preguntarme qué pasaría si en algún momento tu carácter y el mío chocan en medio de la presión por tu trabajo y mi escuela (si es que me animo a aceptar tu oferta) ¿qué conllevaría eso...? ¿Crees que pudiéramos superar los momentos difíciles?