KIMCHAY→ Sí tuvimos nuestro final feliz.

68.- CERCANÍA, AMABILIDAD Y TERNURA

Después 2 hrs 10 min de la finalización de aquella llamada, Mao Li le dejó saber a Jian Zhao que se encontraba afuera del Departamento de Kimhan Theerapanyakul, apenas un par de segundos después de haber recibido aquel mensaje, las 3 personas que se encontraban en la sala (las cuales habían permanecido tomando el té y charlando por lapsos de tiempo de temas variados) pudieron escuchar el sonido de unos nudillos golpeando en la puerta.

Big realizó un movimiento, tratando de levantar su cuerpo de aquellos sillones, buscando con aquello intentar imitar (y tener con ello una excusa) el salto que su corazón había dado y que evidentemente lo estaba incomodando hasta la desesperación. Kim fue más rápido, levantándose con velocidad y alcanzando la manija de la puerta con rapidez entretanto le dedicaba una mirada socarrona a Big, en la cual se burlaba del evidente nerviosismo que el cuerpo de su amigo revelaba, abrió la puerta, por medio de la cual aquellas tres personas pudieron ver a Mao Li aparecer.

Big podría jurar que nunca en su vida se había sentido tan fastidiado como en aquel momento, ni siquiera cuando Porsche le había ganado con anterioridad en repetidas ocasiones debido a las competencias que se hacían entre los Guardaespaldas de la Mansión Theerapanyakul, aquello simplemente le parecía demasiado injusto y absurdo a la vez, mientras luchaba por hacer entender a su cuerpo y a su corazón que no debían de reaccionar de aquellas maneras por la simple presencia de aquel Desconocido, por el cual evidentemente debería de sentir meramente indiferencia.

Mao Li aparecía detrás del ingreso del departamento usando un traje Azul Índigo, el chaleco del mismo era apenas un par de tonos más oscuro que el saco y el pantalón, debajo de aquel llevaba una camisa blanca y además una corbata en color miel, la cual hacía juego con sus zapatos de piel en el mismo exacto tono, llevaba una maleta de dimensiones pequeñas en una de sus manos y un portafolio en la otra mano. Mao cambió el maletín de su mano derecha, tomándolo también con la mano izquierda y extendió su brazo para saludar a Kim, ambos apretaron brevemente el antebrazo de la persona frente a ellos y Mao realizó un asentimiento de cabeza mientras una leve sonrisa le cruzaba la cara.

Kim lo invitó a pasar por medio de un gesto de su mano, por lo cual Mao ingresó al lugar y sus ojos fueron en primera instancia hacia Jian Zhao mientras su sonrisa se ampliaba, sintiéndose feliz de volver a ver a su Padre, Jian Zhao le sonrió y por medio de un gesto casi imperceptible, le indicó de la presencia de Big en aquella habitación, por lo cual Mao cambió su mirada, encontrándose de pronto con aquellos ojos que lo miraban fijamente; sonrió de nueva cuenta, mientras le dedicaba a Big una reverencia con su cuerpo, misma que Big imitaba con torpeza a modo de saludo.

MAO LI: Me alegra ver que te encuentras mejor, Big.- dijo mientras volvía a sonreírle, mostrándole sus hoyuelos.

BIG: Gracias...- musitó quedamente Big, entretanto se reprendía mentalmente el verse así de afectado por aquella persona. "¿Por qué te estás comportando como un adolescente nervioso? ¡Maldita sea! ¿Qué carajos te sucede?" se repetía para sus adentros una y otra vez.

Mao pudo percibir la leve aparición de rubor en las mejillas de Big y volvió a sonreír, intuyendo que de alguna manera aquello probablemente se debía a aquel Guardaespaldas no le gustaba volverse el centro de atención; por lo cual sin la intención de incomodarlo, caminó hasta quedar frente a Jian Zhao, colocando tanto la maleta como el maletín en uno de aquellos sillones.

Mao tenía toda la intención de conservar una postura formal enfrente de aquellas personas, haciendo parecer como si él fuera exclusivamente un Trabajador más para Jian Zhao, por lo cual una vez que estuvo frente a él, realizó una reverencia tradicional en señal de respeto.

Jian Zhao sonrió con franqueza y negó con movimientos cortos de cabeza en repetidas ocasiones las cuales denotaban incredulidad.

JIAN ZHAO: ¿Vas a obligarme a enseñarte de modales después de todos éstos años, Mao?