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Rias suspiró para sí misma mientras caminaba a casa desde las tiendas. Por lo general, T/N era quien iba de compras porque sabía lo que necesitaban. Afortunadamente, él le había escrito una lista antes de que ella se fuera.
T/N habría ido pero Gabriel todavía estaba en su apartamento. Esta mañana, T/N y Rias se despertaron como de costumbre y encontraron a Gabriel preparando el desayuno. Se había duchado y puesto su vestido de verano que T/N le había comprado el otro día.
T/N había dicho que no quería dejar a Gabriel sola ni que ella se iría de su lado de todos modos. Entonces Rias había ido a las tiendas en lugar de él.
Mientras se acercaba a la puerta principal, escuchó algo dentro de la habitación. Tras una inspección más cercana, se dio cuenta de que era el sonido de un piano.
"Cuando me encuentro en tiempos de problemas, la Madre María viene a mí. Hablando palabras de sabiduría, que así sea".
Rias escuchó la voz cantar. Definitivamente era la voz de una mujer y como solo había dos personas en el apartamento en este momento, tenía que ser Gabriel.
Rias abrió la puerta y se encontró con la vista de Gabriel parado al lado del piano mientras T/N tocaba expertamente.
"Y en mi hora de oscuridad, ella está parada justo frente a mí. Hablando palabras de sabiduría, que así sea".
Gabriel era tan popular en el Cielo porque era una cantante fantástica. Tenía la voz de un Ángel. Pero Rias nunca había escuchado a T/N tocar el piano. Sus dedos bailaron sobre las teclas como si lo hubiera estado haciendo toda su vida.
"Déjalo ser, déjalo ser, déjalo ser, déjalo ser. Susurra palabras de sabiduría, déjalo ser", cantó Gabriel. Su voz era suave pero poderosa. Era una de las mejores cantantes que Rias había escuchado. No le sorprendería que Gabriel hubiera sido el que inventó el canto.
"Y cuando las personas con el corazón roto que viven en el mundo estén de acuerdo. Habrá una respuesta, que así sea. Aunque se separen, todavía existe la posibilidad de que vean. Habrá una respuesta, que sea ."
Rias dejó las bolsas, con cuidado de no interrumpir. Le gustaba cómo sonaban juntos. Sus habilidades estaban hechas la una para la otra.
"Déjalo ser", cantó Gabriel.
"Déjalo ser", de repente, T/N se unió mientras cantaba el segundo 'déjalo ser'. Rias no tenía idea de que él también podía cantar, pero también tenía la voz de un ángel.
"Dejalo ser."
"Dejalo ser."
"Habrá una respuesta, que así sea", finalizó Gabriel la primera parte del estribillo.
