¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los Diablos y el Ángel se pararon afuera de una puerta fuertemente cerrada en el ORC. La puerta estaba cerrada con candado y muchas cadenas. Por toda la puerta y las paredes había mucha cinta amarilla de "precaución".
Anoche, T/N había llegado a casa con Sirzechs y Serafall en su casa. Sirzechs se estaba yendo cuando llegó, pero Serafall no planeaba irse hasta que le puso una canción y le dio otra disculpa.
Después de que solo estaban él y Rias, ella le informó que Sirzechs quería que liberara a su otro obispo. T/N se había sorprendido por el hecho de que tenía una pieza oculta que no le contó.
T/N entrecerró los ojos en la puerta. Detrás estaba el obispo original de Rias, pero ¿por qué estarían encerrados en el edificio?
Rias se dirigió a ellos. "El sello se rompe tarde en la noche y se le permite deambular por este edificio. Sin embargo, se negó a hacerlo".
"¿Quieres decirme por qué?" T/N desconfiaba del obispo.
Rías no respondió. En cambio, reveló el sello mágico rojo que se colocó frente a la puerta. Con un destello brillante, el sello se hizo añicos y sus restos cayeron al suelo y se dispersaron.
"Estoy abriendo la puerta", informó Rias.
Puso su mano en la manija de la puerta y abrió. Los Diablos y Ángel entraron en la habitación.
La habitación estaba desprovista de luz. El área parecía sucia y en el centro de la habitación, escondido entre las cortinas, había un ataúd negro con un crucifijo de plata en el frente.
Desde el interior del ataúd, se podía escuchar una voz mansa. "¿Q-Qué está pasando?"
Akeno se agachó al final del ataúd.
"Tu sello se ha roto", quitó la tapa del resto del ataúd. "Ahora, ¿por qué no-"
"¡NO! ¡Quiero quedarme aquí!" Gritó el obispo.
Dentro del ataúd había una figura esbelta que vestía el uniforme de chica de la academia Kuoh. Tenían la cabeza escondida en la almohada. De repente, se dieron la vuelta para revelar su cabello rubio y sus llorosos ojos rosados. Tenían orejas puntiagudas que se asomaban a través de su corte bob.
"¡No quiero!" lloro.
T/N comenzó a analizarlos. Los obispos no eran conocidos por tener velocidad o fuerza como los caballos y las torres, pero eso no los hacía inútiles. Sin embargo, una mirada a la persona y T/N pudo ver que no eran como los otros demonios.
El corazón de Issei latía con fuerza. "¡Maldita sea, una niña!" El exclamó.
Kiba comenzó a reírse detrás de él. "Issei, este es un niño", informó.
Issei se congeló cuando su mundo se derrumbó, Lentamente, se volvió hacia el niño en el ataúd.
A T/N no pareció molestarle la noticia. Había visto muchas cosas en su larga vida y tendía a ignorar el género de las personas hasta que se volvía importante, como los momentos íntimos. El Ángel podía sentir que algo era diferente en el niño del ataúd.
