Primera mañana

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Había pasado mucho tiempo que no dormía en una cama de verdad. No era nada comparado con los moteles, camas viejas y bastante usadas por varias personas que las hubieran visitado. Esa era la mejor cama en la que había dormido en su vida.

¿Y cuánto tiempo llevaba durmiendo? Jake abrió un ojo y se apartó el flequillo, queriendo fijarse en el despertador ¿las cuatro del mediodía? Sí que se había pasado la mañana durmiendo. Ni si quiera tenía ganas de levantarse. Después de un año ¿por qué hacerlo? Debería aprovecharlo y no moverse para nada ahora que podía.
Volvió en posición de volver a dormir.

Notó peso en la cama, alguien se había sentado en ella ¿Quién iba a ser?
Escuchó la risa de MC, floja, para no despertarle.
La joven llevó una de sus manos a los cabellos negros de Jake, acariciándolos con cariño. Decidió no girarse y disfrutar de aquel trato de cariño, que ella le ofrecía.
Evitó girarse para verla, no quería que viera su cara de felicidad.

MC bajó la mano, queriendo trazar el tatuaje de su espalda, las alas que tenían le fascinaba. Jake entonces comenzó a ponerse nervioso. Su cuerpo se tensó. No se esperaba aquello.
   <<No te muevas, no te muevas...>> Se repetía mentalmente.
    La joven se inclinó, acercándose a su oído, Sonrió de manera tímida y susurró:
   —Te quiero, Jake...
    La temperatura de su cuerpo aumento e intentó que el cuerpo no le delatase si temblaba de los nervios.
Recibió un beso en la mejilla y comenzó a levantarse de la cama.

MC al girarse, notó que le sujetaban de la muñeca. Se fijó en la cara de Jake. Estaba medio escondida entre la almohada, mirándola con vergüenza.
   — ¿Te he despertado?—preguntó la joven, viendo al tímido hacker. Le hacía gracia, pero no lo admitiría para no hacerle sentir avergonzado. Le parecía adorable aquella manera de mirarla.
   —N- Sí —él tampoco quería admitir que sabía lo que ella había estado haciendo, creería que ella sentiría vergüenza—. En cuanto te has levantado.
    Los dos estaban al mismo nivel de cuidado con los sentimientos del otro.
   —Vaya, perdona —MC sonrió de manera tímida, se alivió de que no supiera lo que había hecho—. Te dejaré descan- ¡Ah!
    Jake tiró de ella, tumbándola en la cama. No podía evitarlo, quería abrazarla. Aquellos pequeños gestos le había hecho desear que se quedase un poco más en el cuarto.
   — ¿Por qué no me despertaste? —preguntó Jake, hundiendo su cara en el hueco de su hombro.
   —Te diré la verdad: Lo intenté por lo menos cinco veces —la joven soltó una risa al recordarlo.
   — ¿Cinco veces?
   —Al final me rendí, pensando que debería dejarte dormir porque lo necesitabas.
   —No te lo voy a negar, sí que lo necesitaba.
    El moreno plantó un pequeño beso en su cuello, haciendo que MC riera.
   — ¿Te quedas conmigo durmiendo un poco más? —preguntó Jake en voz baja, como si hubiera más gente en aquel cuarto y que no quisiera que nadie lo oyera.
    MC cerró los ojos y le respondió el abrazo. Se alegraba que se lo pidiera, sabiendo lo mucho que le costó convencerle anoche de dormir con ella. Ahora parecía que era lo que más quería por como le abrazaba. Parecía que no quería perderla.
   —Todas las veces que quieras.
   —No digas eso, que me vas a mal acostumbrar.
   —Esa es mi intención.
    Jake rió, relajando su cuerpo preparándose para dormir de nuevo.

El mejor lugar donde podía dormir. A su lado.

Duskwood Colecciones de OneshotsWhere stories live. Discover now