Arreglando corazones-AU!Instituto

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Allí estaba. En frente de aquella casa tan normal como el resto que las seguía a su lado.
Jake no conseguía pensar en calma, sus pensamientos gritaban a lo largo de su cerebro ¿De verdad había aceptado ir a la casa de aquella chica? Casi no conocía a MC y tampoco quería causarla problemas si alguien sabía que el friki de los ordenadores iba a su casa.
Tragó saliva, notando las manos sudorosas.
   <<Vamos Jake, tú puedes. >>  Pensó para él mismo, soltando un leve suspiro.
    MC se había mostrado amigable por teléfono, así que ¿Qué había de malo? ¿Quizás porque sabía que era la casa del policía Alan? Tenía miedo de que a lo mejor le amenazase con el arma o algo peor: Detenerle.

Llamó a la puerta, con dos leves toques. Enseguida, la voz de MC se pudo oír desde adentro.
   — ¡Ya voy! —Exclamó, con un tono que parecía ¿Alegre?
    El joven de cabellos negros se puso nervioso al oírla. Pocas veces la había escuchado hablar, ni si quiera tanto cuando le devolvió el libro.

La puerta se abrió y allí estaba ella, vestida a algo parecido de un estilo gótico o punk, nunca se le dio bien a Jake las pandillas urbanas y entenderlas. Pero al menos, sabía que a ella le quedaba bien. Sintió que no hiciera falta arreglarse tanto, en el sentido de que no era alguien importante y que estaba en su casa. Pensó que estaría perfecta con cualquier cosa.
   —Hola Jake —saludó con una sonrisa amable.
   —Hola MC —Jake se ajustó la mochila, en donde llevaba lo que necesitaba para el ordenador— ¿Llego tarde?
   —Creo que incluso más pronto de lo que esperaba —soltó una pequeña risa.
    El adolescente se sintió avergonzado. Esperaba que no pareciera desesperado.
   —Pasa, no te quedes fuera —MC se echó a un lado y Jake entró con timidez.

No parecía la casa de un policía, aunque bueno, tampoco sabía cómo era la casa de un policía.
   —Estamos.... Quiero decir-
   — ¿Solos? Sí, lo estamos.
    El corazón de Jake latió cada vez más rápido. Al final Lilly iba a tener razón sobre él y que era un tonto por no saber cómo actuar con otras personas. Pero ¿Qué iba a saber una niña de doce años?
   — ¿Estás bien, Jake? —MC le miró preocupado, quitando su familia y su madre, nadie jamás le había mirado así— ¿Necesitas algo?
   —Estoy bien —sonrió a la chica de manera tranquilizadora— ¿El ordenador?
   — ¡Casi se me olvidaba que habías venido a por eso! —MC exclamó avergonzada, con las mejillas rojas. Casi podían hacer una competición los dos— Ven, lo tenemos en el despacho.
   — ¿El despacho de Alan? —a Jake le salió un gallo en la voz nervioso, lo que hizo que a la chica le pareciera adorable.
    Se esperaba aquella reacción.
   —Bueno, se podría decir también área de estudio —empezó a caminar y Jake la siguió. Al lado de él, parecía mucho más baja, se notaba que el adolescente había pegado el estirón en esos años—, es donde hago mis tareas-
   —O descargas vídeos de terror ilegalmente —intentó bromear el chico, no queriendo parecer alguien aburrido.
   —No me lo recuerdes... —suspiró MC— Creo que estuve una hora sentada escuchando el porqué no debería usar el Emule.
   — ¿Emule? Eso es una fábrica de virus.
   — ¿Y el Ares?
   —Igual, pero al menos no te topaste con porno, los camuflan con nombres de películas de terror y esos programas ya ni se usan-
    MC quedó pálida. Lo que le hizo entender a Jake que ya se había topado con algo como aquello.
   —Te acompaño en el sentimiento —le dijo, dándole unos toques en el hombro.
   —No le conté a Alan sobre eso, pero en mi mente se va a quedar grabado para siempre.
    Su expresión de tristeza le hizo pensar al moreno que le hacía quedar adorable. Instintivamente, se fijó en sus labios, que formaban un puchero. Apartó la mirada al pensar en cómo sería al besarlos.
   — ¿Estás bien? —MC se dio cuenta y él negó con la cabeza.
   —Perfectamente.
   —Pues me acabas de decir que no negándolo.
   — ¿Qué?
   —Oh, disculpa, es... Bueno, digamos que tengo la manía de observar cada detalle en la gente —la adolescente apartó la mirada ahora a un cambió más de sentirse culpable. Jake no quería preguntar si no parecía que quisiera ella hablar—. Bien, llegamos.

Duskwood Colecciones de OneshotsWhere stories live. Discover now