Adiós primer y dulce amor

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*Atención: Esta historia está inspirado en el canon del juego por el futuro de los personajes y secuela del oneshot 'Destinos cruzados'.

    No podría estar pasándome a mí. No...

    Miro la pantalla en azul del ordenador, con un pequeño ―o quizás mayor― ansiedad de no saber qué hacer.
   ―Vamos, reacciona ―comento apretando todas las teclas, pero no me atrevo a sacar el pendrive o apagarlo―. Por favor, no te estropees.
    Por suerte había llamado a secretaría explicando que tenía un problema y que buscarían al profesor de programación.
    Me apoyo en la mesa, mordiéndome las uñas. Un mal hábito que tengo de hace años. Es increíble que tenga que pasarme a mí ¿por qué habrá pasado? He hecho lo que me había dicho ¿Cuál habrá sido el problema?

    De nuevo intento teclear mientras sigo las instrucciones, pero vuelve a ponerse en azul la pantalla.
   <<Estupendo, la has hecho buena, Macie.>>
   ― ¿Problemas con el ordenador?
    Doy un pequeño salto en el sitio al escuchar la voz. Una voz conocida. La escuché ya hace dos años.
   Me doy la vuelta encontrándome con un chico de cabello negro y ojos verdes.
   ―No puede ser... ―murmuro para mí misma.
   ― ¿No puede ser qué? ―me pregunta, ajustándose la mochila.
    Sacudo la cabeza, intentando regresar a la tierra. Ahora me daba vergüenza hablar.
   <<Además, recuerada que tienes novio, tonta.>>
    ¿Recuerada? Ya hasta mis pensamientos se ponen nerviosos sin poder pensar en las palabras con claridad.

    Veo al chico esperando a que hablase, incluso arquea una ceja, impaciente.
   ―Perdón, estaba... ―inspiro profundamente, señalando el ordenador― Es que no sé qué ha pasado, estaba bien hace un momento y ahora ¡Puf! ―alzo los brazos dando un golpe seco a los lados de mi cuerpo, asintiendo con los ojos casi llenos de lágrimas― Adiós ordenador.
   ― ¿Así sin más? ―me echa a un lado con cuidado, incluso con un pequeño lo siento.
    Comienza a teclear. También le da error.
   ―Así sin más ―me cruzo de brazos, observándole.
    Me muerdo el labio mientras inclino la cabeza, fijándome en-
   ―Vale, sé lo que ha pasado ―reacciono aclarándome la garganta.
   ― ¿Qué ha pasado?
    Se echa a un lado y me acerco. Señala el pendrive conectado a la torre.
   ― ¿De dónde has sacado el pendrive?
   ―Un alumno de tercero me lo ha dado ―contesto, comenzando a pensar en lo peor―, me ha dicho que la profesora necesitaba que le enviase unos archivos urgentes y como él estaba ocupado, si podía hacerlo yo.
    Hace un sonido de asentimiento, pero se cruza de brazos mientras se lleva una mano a la barbilla.
   ―Pues tengo dos noticias para ti: Una buena y una mala ―me mira directamente a los ojos y en parte, siento que me reconforta― ¿Cuál quieres oír primero?
   ―La mala ―contesto con miedo―, quizás la buena me alivie después.
    Suelta una risa que me hace quedarme embelesada. Espero que no note que me acabo de sonrojar porque noto calor en mis mejillas.
   ―La mala es que te han hecho la broma que se les hace a los de primero-
   ―Soy de primero año...
   ―Oh... ―se rasca la nuca, nervioso― Pues bienvenida oficialmente a la universidad.
   ―Gracias... ―inclino la cabeza, con un poco de malestar.
    No pensaba que esto sucedía en esta universidad, pensaba que era prestigiosa, por eso no escogí estudiar fuera del país.
   ―Aunque se suponía que ya estaba prohibido dado que puede generar un alto coste en reparar estos ordenadores.
   ― ¿Ah, sí? ―le miro con curiosidad a sus palabras.
   ―Cada curso tenía un pendrive como estos para asustar a los de primer año, se lo pasaban a los de segundo para continuar la tradición ―se apoya en la mesa, explicándolo―. Pero al ver que cada vez el ''virus'' ―hace las comillas con las manos― era mucho más peligroso, lo prohibieron.
    Así que un virus para asustar a los nuevos. Pues no tiene ni una pizca de gracia, me he visto teniendo que pedirles dinero a mis padres y ya es bastante que me pagan el piso porque quería vivir sola. Al menos hasta que encuentre un trabajo.

Duskwood Colecciones de OneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora