800 días

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*Un oneshot en honor a los 800 días desde que jugué a Duskwood por primera vez <3

    Jake fue el primero en despertarse. Estaba acostumbrado por su trabajo, querer terminar antes para poder tener el resto del día libre.

    Se incorporó en la cama, observando a su derecha. Una sonrisa apareció en su rostro al ver a Macie dormida. Y fue sustituido por una risa al escuchar a la pequeña Hope hacer burbujas con la boca mientras dormía.
    Después de pasar toda la noche llorando, le parecía ahora un angelito. Igualita que su madre.
    Cogió un pañuelo y le limpio la carita. Cada vez que la veía, el instinto de protección crecía. Ahora no se trataba de proteger a una sola persona.

    Aún le costaba pensar que todo aquello era real. Que por fin tenía una vida juntos a ella. Había costado que le concedieran la total libertad a cambio de trabajar para el FBI, pero ahí estaba. Teniendo una vida normal.

    Acarició despacio la mejilla de Macie y está despertó, parpadeando despacio.
    Miró hacia arriba y sonrió a Jake. La luz de la ventana le hacía una silueta perfecta de una sombra parecida a la presentación de un héroe. Se mordió el labio, controlándose. No era el momento.
   —Buenos días —le dijo con una voz ronca, aún un poco dormida— ¿Admirando la escena? —su voz sonó dulce, cogiendo la manita de su hija.
    Jake asintió, inclinándose a ellas.
    Apoyó su frente en la de su mujer, con una sonrisa. Macie rio feliz. Ella tampoco creía tener esta vida con él y tener algo hermoso que los dos habían creado. Tener a Hope había sido algo que nunca había pensando si Jake no hubiera aparecido en su vida. Ella era lo que le demostraba que de un amor puro como el de ellos podía nacer un milagro. Hope había sido la esperanza que ellos habían tenido de estar juntos.

    La pequeña comenzó a desperezarse, haciendo pequeños sonidos. Los padres rieron sin hacer mucho ruido.
    Macie le dio un pequeño beso en la cabeza con mucho cuidado y Jake en su manita. La pequeña abrió los ojos y los miró curiosa.
   —Buenos días, pequeño angelito —dijo despacio Jake, para no asustarla.
   —Pensé que yo era tu ángel —bromeó Macie.
    Jake le sonrió, colocando su mano detrás de su nuca, atrayéndola a él y besándola despacio.
   —Tú eres el ángel, ella el angelito —volvió a mirar a Hope y después a ella— y sois lo que más quiero en esta vida.
    A Macie se le iluminó la cara. Siempre parecía estar escuchando esas hermosas palabras por primera vez.
    Quiso volver a besarle, pero Hope comenzó a quejarse.
    Ella se rio, incorporándose en la cama.
   —Parece que alguien tiene hambre —la cogió en brazos, hablándola con ternura.
   —Deja que te ayude —Jake le recogió el cabello en un pequeño moño, para después mirarlas con amor.

    Realmente daría su vida porque ellas estuvieran a salvo.
    Pero también, haría lo que fuese por seguir estando en sus vidas.

    Y estaba seguro que esa vida juntos, iba a ser maravillosa si las tenía a ellas para olvidar todo lo malo por lo que había pasado.
    Finalmente consiguió una familia a la que jamás iba a perder.

Duskwood Colecciones de OneshotsWhere stories live. Discover now