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* 2 meses después *

Corrió a través del bosque, a toda la velocidad que sus pies le permitían.

Las ramas y ojas secas crujían bajo sus pies. El otoño acercándose y con él, la nieve y el frío.

Pero en ese momento solo le preocupaba la brisa fresca, golpeando la piel expuesta de sus brazos mientras corría.

No se molestó en ver el camino, se sabía la ruta de memoria, pero un vistazo detrás de sí, le confirmó que debía correr más rápido.

«El cardio definitivamente no es lo mío»

«¡Corre, corre, corre!»

Sus muslos ardían un poco por el esfuerzo, pero mínimamente debido a la costumbre que tenían hacía ese nivel de exigencia.

Sonrió cuando logró divisar el viejo camión abandonado en uno de los claros del bosque. Corrió velozmente hasta él y no perdió es tiempo subiéndose con agilidad al techo del vehículo.

Una vez de pie de nuevo, se percató de su soledad en el claro. Sonrió, sus habilidades cada vez más sorprendentes. Sus segundos de ventaja le dieron la oportunidad de sacudirse las manos y colocarlas en su cintura, posando.

Los gruñidos, gritos y sonidos guturales no tardaron en hacerse escuchar.

Suspiró.

—Como música para mis oídos~—canturreó.

En menos de lo que terminaba esa frase se encontró completamente rodeado de aquellas criaturas que era casi imposible imaginar que alguna vez fueron humanos.

De piel grisácea, malolientes, con heridas podridas y llenos de fluidos viscosos de dudosa procedencia.

Unos veinte llenaron el claro, todos tratando de alcanzar el techo del camión abandonado.

Cuando pasaron unos segundos sin que se unieran más criaturas, se aclaró la garganta, llamando la atención de las presentes y haciéndolas estirar los brazos, tratando de alcanzar sus tobillos.

—Ehem—tomó aire.

Haciendo su voz exageradamente grave, cómo si diera un discurso importante, empezó a hablar.

¡Oppan Gangnam style, Gangnam style, Op, op, op, op, oppan Gangnam style!

O a cantar, mejor dicho.

¡Gangnam style, op, op, op, op, oppan Gangnam style!—bailó sobre el techo del camión abandonado.

Si los infectados pudieran mover sus facciones secas y putrefactas, o enseñar cualquier tipo de emoción en cualquier caso, tendrían los rostros de confusión más claros de todos.

Siguió bailando y cantando sin tomarle demasiada importancia.

Estaba acostumbrado a un público difícil.

—¡Oh, vamos! ¿No se saben esa?—preguntó al detenerse abruptamente—La vez que les canté Bang Bang hubo más gruñidos...¡Hey!—exclamó cuando una de las manos de las criaturas se acercó peligrosamente a su tobillo—¡Los artistas también somos personas!—con una patada alejó la mano del infectado.

Alejó, muy literalmente, pues la extremidad se desprendió por completo del cuerpo para perderse entre la multitud de infectados.

—Oops...¿Lo siento?

La criatura le gruñó con fuerza, haciendo ademán de tomarlo del tobillo de nuevo pero el impacto de una roca contra su cabeza distrajo su atención.

De lejos se escuchó una exclamación.

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⏰ Última actualización: Mar 04, 2023 ⏰

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