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La lluvia era densa, se golpeaba con fuerza a su piel y le dificultaba ver entre los árboles.

El cielo sólo le brindaba el resplandor gris de las nubes y los destellos de los truenos.

Seguía corriendo pero prácticamente estaba a ciegas, no sabía hacia dónde dirigirse pues en esas condiciones ningún camino era certero.

Pensó en que si se alejaba mucho de la cabaña le costaría encontrarla de nuevo, por lo que frustrado decidió dar una última vuelta y regresar.

Victoria trató de correr hacia el bosque pero el joven fue más rápido. La alcanzó y la detuvo rodeándola con los brazos. La chica trató de zafarse del agarre pero Jooheon era mucho más fuerte. Levantándola la atrajo de regreso a la cabaña.

¡Kun!—exclamó.

Otro joven más o menos de la misma altura que Jooheon se aproximó a la joven con un trozo de tela. Al ver aquella acción la chica le propinó un codazo en el estómago al que la sostenía logrando que la soltara.

Corrió rápidamente para salir de la cabaña pero en cuestión de segundos Kun salió tras ella.

Se resbaló varias veces debido al suelo mojado pero corrió lo más rápido que podía, volteando cada ciertos segundos a ver desde que tan lejos la seguía el muchacho. Una de esas veces tropezó con un bache en el suelo que pasaba desapercibido al estar cubierto por la vegetación facilitándole a Kun el alcanzarla.

Se levantó cómo pudo y trató de seguir corriendo pero el agarre del joven la detuvo. Con sus manos y toda la fuerza que tenía trataba de soltarse a la vez que alejaba aquel pequeño trozo de tela de su rostro.

—¡Ayuda! ¡Yeonjun!—gritaba aterrorizada—¡YEONJUN!

—¡Cállate!—exclamó el joven. Cansado de forcejear contra la chica usó ambos de sus brazos y mucha fuerza para cubrirle ambos boca y nariz con la tela.

Mientras aún peleaba por liberarse, Victoria confirmó sus sospechas sobre aquel extraño pañuelo. Sus extremidades  comenzaron a sentirse pesadas y sin importar cuánto esfuerzo ponía, todos sus intentos de quitarse al extraño de encima cada vez eran más débiles. Cuando su vista se nubló y sus párpados batallaron por no cerrarse sin éxito un último pensamiento pobló su mente.

‹‹Cloroformo››

▫️▫️▫️

El chico logró ponerse sobre el otro comenzando a golpearlo con ambas manos.

Doyoung trataba de quitarse a Yeonjun de encima.

—¡¿Quién eres?!—preguntó a gritos entre golpes.

Cuando Yeonjun buscaba regresar a la cabaña unos minutos antes, Doyoung lo sorprendió saltando sobre él desde detrás de un árbol. Pero, con lo que el secuaz de Hyuna no contaba, era que el de Seúl no era ajeno a las peleas.

Rodaron por el suelo mojado tratando de ponerse sobre el otro. La lluvia seguía golpeándoles con fuerza y limpiando la sangre que derramaban sus heridas.

—¡Eso no te importa!—exclamó Doyoung en respuesta mientras propina un golpe a la mejilla del menor.

Aprovechando la pequeña distracción del muchacho al concederle una respuesta, con ambas piernas Yeonjun empujó el torso del joven hacia atrás lo suficientemente fuerte para quitárselo de encima. Se puso de pie con dificultad, apoyándose del tronco de un árbol.

Ambos fueron sorprendidos cuando a lo lejos pudo escucharse un grito desesperado. Con la claridad con la que se oía era imposible de ignorar, incluso con los problemas auditivos del hermano de Kai.

𝗔𝗣𝗢𝗖𝗔𝗟𝗜𝗣𝗦𝗜𝗦  | T᙭TWhere stories live. Discover now