Capitulo 1

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Presente

Desde la cubierta de su yate, Jeon Jungkook observaba a los paparazzi que se agolpaban en los muelles de Port Vauban. No le sorprendí en absoluto la presencia masiva de periodistas, pero no pudo disimular una mueca de desdén ante las mujeres en topless que lo llamaban y le hacían gestos provocativos desde el velero que había amarrado junto a su barco. De joven no había necesitado perder el tiempo con citas ni con cháchara inútil para acostarse con cuantas mujeres y donceles desea. Con su metro ochenta y cinco de fibra y músculo, mitad coreano y mitad griego, siempre había tenido una reputación formidable de mujeriego empedernido.

Sin embargo, en los últimos meses sólo había tenido una mujer en su vida: Jisoo, la ex esposa del magnate coreano de la electrónica, Cha Eunwoo. Si ella no le hubiera suplicado que la llevase a Cannes, en esos momentos estaría a millas de kilómetros de aquel aborrecible gentío. Ávido por volver al trabajo, entró en la oficina que había a bordo. Allí lo esperaban su equipo y todas las comodidades y adelantos tecnológicos que pudiera encontrar en tierra. El Sea Queen era el yate más lujoso, grande y elegante de todo el puerto deportivo, pero Jungkook no prestó atención a esas comparaciones. Por algo pertenecía a la cuarta generación de la familia Jeon y poseía una fortuna incalculable.

Minutos después, Jisoo entró en la sala sin llamar. Para Jungkook fue una desagradable sorpresa, pues la había enviado a que viera su espléndida mansión en un intento por tener algo de tranquilidad. Un silencio sepulcral se hizo en la sala un segundo antes de que Jisoo empezara a gritar.

-¡No vas a creerte lo que descubrió en tu casa!

-Como no sea el monstruo del lago Ness en la bañera, nada puede justificar que se me interrumpa cuando estoy trabajando -repuso Jungkook, levantando la mirada del ordenador portátil hacia la furiosa mujer que echaba fuego por sus ojos.

-¡Ese lugar es una ruina! La piscina lleva meses sin usar, el jardín parece una selva y la casa no está preparada para que nos alojemos en ella la semana que viene... Y cuando le pedi explicaciones al ama de llaves, se limitó a decirme que no había recibido ninguna instrucción de Minnie, que es quien siempre se ocupa de tratar con el personal.

Kim Jisoo era una ex modelo coreana capaz de parar el tráfico con su metro sesenta de curvas esculturales. Había sido el amor de juventud de Jungkook, pero no había vuelto a ser suyo hasta que se libró de su marido.

-¿Has oído algo de lo que dijo, Jungkook? -le preguntó ella con impaciencia-. El mes pasado no pudimos usar el Sea Queen porque las reparaciones tuvieron que alargarse más de lo previsto. ¿Quién tuvo la culpa? ¡Es esa Minnie quien siempre tiene la culpa de todo!

-Hasta hace un par de meses el se ocupaba de todas mis propiedades, así como de mi, agenda y mis viajes. Por desgracia, insistió en tomarse unas merecidas vacaciones, y su sustituto resultó ser tan inútil la despedí al cabo de un mes.

Jisoo lo miró con el ceño fruncido.

-¿Minnie es un chico?

-Eso parece-respondió Jungkook, devolviendo la atención al trabajo. Estaba concentrado en los beneficios de la empresa y no quería oír más tonterías domésticas. Ningún Jeon se preocupaba jamás de frivolidades. Sólo por escuchar el furioso sermón de Jisoo ya creía estar siendo más tolerante de la cuenta.

-¿Y ese... Minnie insistió en tomarse unas vacaciones? ¿Desde cuándo les permites a tus empleados que se salgan con la suya?

Jungkook frunció el ceño, se levantó y se llevó a la hermosa chica, al opulento salón contiguo a la oficina.

Seducción- KookMinWhere stories live. Discover now