Capitulo 15

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Ocho meses después, Jimin cumplió su promesa y regresó a Speros. En la cubierta del ferry, con Hyorin y el pequeño Nicky, le indicaba a su tía los lugares más significativos de la isla. Hyorin estaba radiante y sus bonitos ojos castaños brillaban de curiosidad y excitación.

—Así que ésa es tu casa... y mi nueva casa —dijo, mirando con ojos entornados la pequeña construcción que se levantaba a la derecha de la inmensa mansión Jeon—

— ¿Y ese yate es el Sea Queen? No sabía que un yate pudiera ser tan grande.

—Podrás subir a bordo el Día de San Jorge —le prometió Jimin —. Ese día la isla celebra el festival de Agios Georgios, el santo al que está consagrada la iglesia del pueblo, pero también se encienden hogueras en la playa y se sirve comida y bebida. Es muy divertido.

—Estoy deseando verlo. Recuerdo que me hablaste de ello hace un par de años. ¿No te parece extraño que Nicky se haya dormido por fin?

Jimin miró apenado a su hijo. Era la forma cortés de Hyorin de recordar el infierno que había supuesto el viaje desde Corea. El pequeño Nicky no había dejado de llorar durante todo el vuelo y todos los biberones, pañales habían sido en vano.

—Me muero por ver mi casa, sobre todo después de ver las fotos que me ha mandado Namjoon —el brazo le estaba doliendo y se cambió a Nicky al otro hombro. El pequeño seguía durmiendo y sus débiles resoplidos resonaban en el oído de Jimin . Sólo tenía tres meses, pero era un bebé sorprendentemente pesado. Jimin le acarició la espalda y volvió a preguntarse cómo podría separarse de él para ir a trabajar. Era triste, pero al igual que millones de madres trabajadoras, no tenía elección.

ShinHye las recibió en el puerto y se lanzó hacia el bebé, que ahora dormía en brazos de Hyorin.

—Así que éste es mi... sobrino —exclamó, y a Jimin le pareció detectar un momento de duda antes de establecer el parentesco—. No parece que sólo tenga tres meses,
¿verdad? Me pregunto de quién habrá heredado ese pelo negro...

—No exageres, ShinHye. Hablas como si fuera un lobezno —dijo Hyorin. Volvió a tomar al bebé en sus brazos y se subió al taxi después de Jimin.

—¿De qué color son sus ojos?

—Marrones —respondió Jimin, evitando la mirada de su madre.

Por suerte, la conversación giró rápidamente hacia la nueva casa. Jimin había dejado los muebles almacenados antes de marcharse de la isla, y ShinHye y el ama de llaves de Jungkook, Anatalya, se habían encargado de colocarlo todo en su sitio. Las dos mujeres habían hecho un gran trabajo, aunque a Jimin le pareció que el mobiliario era bastante austero, sobre todo si se comparaba con los suelos de madera y baldosas y las paredes blancas, desprovistas de cualquier adorno.

—¡Es fantástica! —exclamó Hyorin al salir a la terraza, donde Jimin ya estaba admirando la increíble vista de la bahía—. Es muy luminosa y espaciosa... ¿No crees que deberíamos acostar a Nicky para que durmiera una siesta?

—Tú eres su madre, Hyorin. La decisión sólo te corresponde a ti —intervino ShinHye en un tono marcadamente mordaz.

—Es un bebé precioso —dijo Anatalya, aliviando la tensión entre las tres mujeres. Dejaron a Nicky en el parque, provisto de un juguete musical para entretenerlo. El pequeño miró el artefacto con sus grandes ojos oscuros y empezó a gimotear.

—Creo que no le gusta —opinó Hyorin, y Jimin se apresuró a apagarlo.

—Así que es el bebé quien lleva el mando —comentó ShinHye desde la puerta—.¿Por casualidad es un... Jeon?

Seducción- KookMinWhere stories live. Discover now