Capitulo 3

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Durante el viaje en ferry Namjoon no volvió a mirar a Jimin ni a dirigirle la palabra.

—Te dejaré en casa— dijo Jungkook al desembarcar, mientras Namjoon se marchaba a toda prisa con la cabeza gacha.

—No necesito que me lleves —replicó Jimin. Un sexto sentido le advertía que no se subiera al deportivo de Jungkook, pero aun así lo hizo.

—No seas tonto—espetó Jungkook—. Sólo intento evitar que, cometas un gran error. A tu madre no le importará.

—No sé de qué me estás hablando...

—Estoy hablando de Namjoon. Sólo quiere acostarse contigo. Nunca te tomará en serio ni te presentará a su familia. ¿Acaso no ha captado el mensaje hoy, cuando se ha comportado como si no te conociera?

Las palabras de Jungkook traspasaron a Jimin como la afilada hoja de un cuchillo.

—¡Tú no lo conoces! —declaró, fulminándolo con la mirada.

—Conozco a Namjoon mucho mejor que tú. Su familia jamás te aceptará y él no tiene agallas para luchar por ti. Es un buen chico, pero siempre hace lo que su familia le dice. Te aconsejo que rompas con él antes de que...

—¡No quiero tu consejo! —gritó Jimin en griego.

—Tú mismo —repuso él amablemente—. Pero, hagas lo que hagas, cuidado con abrirte las piernas. A todos los hombres griegos les gusta que su novia o su doncel sean virgenes.

—¡Eso es una grosería! Yo amo a Namjoon...

—Sólo tienes diecisiete años. Aún eres muy joven para amar a alguien —Jungkook detuvo el coche frente a la casa de Jimin y alargó el brazo sobre el para abrirle la puerta, como si estuviera impaciente por librarse de su presencia.

El olor masculino de su piel, mezclado con algún perfume carísimo, envolvió a Jimin. Por un momento se quedó inmóvil, completamente rígido ante su primera experiencia íntima con un hombre. La reacción de su cuerpo le sorprendió, pues nunca había respondido de aquella manera con Namjoon.

—No creo que nunca pueda conocer a nadie más odioso que tú —masculló con la voz más fría y serena que pudo.

—Son excesivas las mujeres y los donceles que están locos por mí —respondió él en tono divertido—. Dudo mucho que la ausencia de un niño entre mis admiradoras me quite el sueño.

—¡No eres más que un cerdo engreído! —exclamó Jimin, y salió del coche sintiendo cómo le ardían las mejillas.

Una arrebatadora sonrisa curvó los sensuales labios de Jungkook al tiempo que brillaron sus sorprendentes ojos dorados.

—Aun así, sigo siendo mucho más hombre de lo que Namjoon será jamás.

...

Un año después, Jimin acabó la escuela y se enfrentó a su madre para ir a la universidad y estudiar Empresariales. Tuvo que trabajar muy duro en un bar para salir adelante, pero el exiguo salario se compensaba con la posibilidad de comer gratis en el local. A los veintiún años entró a trabajar en una pequeña empresa de importaciones en Pireo, donde a pesar de sus denodados esfuerzos sólo consiguió que le endosaran tareas administrativas mientras que todos los méritos iban a parar a sus otros colegas y no a el solo por ser doncel. Cuando al año siguiente vio el anuncio de Jeon Industries para un puesto de asistente, no se lo pensó dos veces y solicitó el empleo.

Jungkook Jeon se había cansado de trabajar para su padre y había fundado Jeon Industries por su cuenta a la temprana edad de veinticuatro años. Había ganado una fortuna con la empresa y estaba camino de convertirse en un formidable magnate de los negocios. La revista Time lo etiquetaba como «Goldel Maknae», y ensalzaba su fulgurante trayectoria de afamado playboy a astuto empresario.

Seducción- KookMinWhere stories live. Discover now