Seducción- KookMin

Capitulo 6

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Unos golpes en la puerta la hicieron incorporarse bruscamente.

—¡Adelante!—gritó con el ceño fruncido. Incluso aquel gesto le hacía daño en la cara.

Se quedó perplejo cuando Jungkook entró en la cabina. Su aspecto era mucho menos elegante que de costumbre. Tenía el pelo alborotado, el rostro sin afeitar y vestía con unos vaqueros y una camisa blanca a medio abrochar bajo una chaqueta de esmoquin.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Jimin.

—Kim me ha llamado —dijo él, mirándolo fijamente. Se arrodilló junto a la cama, muy cerca de Jimin, pero su proximidad le provocaba a Jimin una acción muy distinta al sudor frío, el pánico y el asco que había sentido con Dean.

—¿Por qué lo ha hecho? —le preguntó Jimin, luchando por respirar con normalidad cuando se enfrentó a su intensa mirada—. Lamento que te hayas tomado la molestia de venir, Jungkook. No quería causar problemas. Sólo necesitaba un lugar para pasar la noche, y no podía presentarme en tu casa a estas horas. A tu madre no le hubiera hecho ninguna gracia —Las palabras le salían a borbotones y apenas sabía lo que estaba diciendo.

Sin apartar la mirada de el, Jungkook le hizo girar rostro hacia la luz de la lámpara. Frunció el ceño y masculló una maldición en griego.

—Kim me ha llamado porque vio que has sufrido una agresión y se preocupó.

—¿Una agresión? —repitió el.

—Tienes sangre en la mejilla, y me temo que mañana tendrás el ojo morado. ¿Has sufrido alguna otra herida?

Jimin se llevó una temblorosa mano a la mejilla y palpó el pómulo con las yemas de los dedos. Ni siquiera se había molestado en mirarse a un espejo al subir a bordo.

—No. Estoy bien.

—¿Esperas que me lo crea? —preguntó él—. ¿Qué pasado? ¿Quién te ha hecho esto Minnie?

—Agradezco tu preocupación, pero prefiero no hablar de ello —murmuró Jimin. La idea de compartir con él un drama familiar le hacía encogerse de vergüenza.

—Déjate de tonterías y cuéntamelo —le ordenó Jungkook. Su tono era tan autoritario que Jimin volvió irritarse.

—No ha sido nada... —dijo con un hilo de voz—. El novio de mi madre intentó abusar de mí. Estaba borracho y se coló en mi habitación mientras yo dormía...

—¿Qué estás diciendo? —rugió Jungkook, echándose hacia atrás con una mueca de furia e incredulidad—. ¡Te podría haber violado!

—Pero no lo hizo. Me asustó tanto que me puse a gritar, despertando a mi madre. Cuando nos vio a los dos en mi habitación, se hizo una idea equivocada y.... — empezaba a sentirse incómodo sosteniéndole la mirada— me abofeteó.

—Y seguro que también te echó a ti la culpa —dijo Jungkook—. ¿Por qué te gastaste tu dinero en comprarle una casa?

—Es mi madre, y aunque no sea perfecta, es la única que tengo —replicó Jimin.

—Pues tu madre se olvida de serlo cuando hay un hombre por medio —observó Jungkook duramente—. Si hubieras pensado más en ti mismo, te habrías comprado esa casa para ti. No deberías vivir bajo el mismo techo que ella.

Después del ataque físico y verbal de su madre, Jimin se preguntaba si alguna vez volvería a estar bajo el mismo techo que ella. La desproporcionada reacción de ShinHye le había dejado un enorme vacío en el corazón. Sabía que gran parte de la culpa la tenía el alcohol, pero aun así le dolía horriblemente que su madre confiara más en un hombre al que apenas conocía que en su propia hija.