Capítulo 9

48 5 0
                                    

Lucy.
Es algo temprano pero ayer dejé unos papeles importantes en la oficina así que no puedo quedarme aquí a analizarlos, me arregle y baje, salí del edificio y vi ese gran carro rojo, que hace el aquí, me acerque y estaba en su celular.
-Buu-me miró serio como siempre- Que amargado.
-Me espantaste mucho.
-reí- lo se, ¿Que haces aquí?
-Vine por ti para ir a la oficina.
-¿Llevas mucho tiempo aquí?
-Obvio no, apenas llegue sólo que te iba a marcar pero llegaste, vamos sube.
Subí a su auto y nos fuimos a la oficina, ¿por qué quiso pasar por mi?, después de un rato llegamos a la oficina y él me dijo que fuéramos a la suya, llegamos entramos, el se sentó en su silla y yo en el sofá.
-Tengo algo que mostrarte- dijo serio.
-¿Que es?
-Las grabaciones de las cámaras de la casa de la familia Williams.
-¿Por qué las tienes?
-Para analizarlas.
-¿No es algo que ya fue analizado?
-Si, pero es posible que podamos ver algo que la policía no.
-Tal vez.
Me acerque a él y el se alejó un poco, ignoré eso y miramos el video.
-No hay nada extraño Christopher.
-Algo debe de haber, estoy seguro.
-No hay nada.
-Tu no eres la gran abogada-rodó los ojos.
Por dios de nueva esa expresión hace demasiado que no la hacía, de verdad da miedo.
-lo lamento si.
-Lo analizaré más tarde sin ti, Ian me ayudo a investigar algo sobre su hija.
-¿Que fue lo que investigó?
-Donde vive ahora con su padre.
-¿Y que debemos hacer?
-¡Por dios Lucy!, piensa.
- Lo se tenemos que ir a verla pero por qué, no creo que ver a la niña ahora sea importante.
-Lo es, porque es su hija y cuando terminemos esto la ayudaremos para que esté con ella- salió de la oficina enojado.
Di un suspiro y salí detrás de él, subimos a su auto y nos fuimos sin decir nada, al llegar llegamos a una gran casa, bajamos y tocamos la puerta una señora nos abrió parecía ser alguien del personal.
-¿A quien buscan?
-Al señor David.
-El señor no se encuentra.
-¿Podemos hablar con alguien cercano a él?
-No, lo siento.
Le mostré el gafete-somos abogados no haremos nada, solo queremos platicar con Mar Fallon.
-Bien, pero la señora debe estar presente.
-¿Cual señora?
-La abuela de la pequeña Mar.
-De acuerdo.
-Adelante.
Pasamos y Mar estaba en la sala jugando sola, la chica no se fue hasta que llegó su abuela, nos sentamos junto con ella.
Chris.
-Hola, me presento soy Christopher Vélez, soy abogado, ¿podría hacerle un pregunta?
-Claro, pregunta lo que quiera joven.
-¿Usted suele cuidar a Mar?
-Claro, mi hijo tiene mucho trabajo y nunca está aquí, yo soy la que cuido a mi preciosa nieta, ella es una bebé yo debo encargarme completamente de ella.
-¿Una bebé?
-Si, claro es así de pequeña -dijo haciendo señas con sus manos.
Mire a Lucy y luego mire a Mar, ella no es capaz de reconocer a su nieta ni siquiera teniéndola enfrente.
-Perdón joven pero creo que deben irse, tengo que ir a cuidar a mi nieta, un gusto hablar con ustedes- se fue y nos dejó solos con Mar.
-Hola pequeña.
-Hola, mi abuela está enferma, cree que soy una bebe-ríe.
-¿Esto suele pasar?
-Si, nunca me reconoce, usted es muy guapo, ¿es amigo de mi papi?
-reí- no, soy amigo de tu mami.
-¡Mami!, quiero ir con ella.
-¿Por qué quieres ir con ella?
-La extraño.
-¿la recuerdas?
-Claro, recuerdo todo, le he pedido a papi que me lleve con ella ya que mi abuela ni el pueden cuidarme pero solo me dice que ella está muy ocupada y que es posible que no la pueda ver nunca.
-Bueno ella si está muy ocupada pero la podrás ver pronto, no es verdad que nunca podrás verla.
-¿Ustedes me llevarán con ella?
-Si, pero hoy no, vendremos después a visitarte, nos tenemos que ir.
-De acuerdo, adiós.
Hizo una seña con su pequeña manita, es tan pequeña como es que su padre pudo alejarla de su madre solo para tenerla aquí sola.
-Adiós- dijo Lucy.
Salimos de ahí y subimos al auto.
-La señora Marlene tiene muchos puntos a sus favor, Chris no se porque te importa tanto que ella esté con su hija pero bueno dejemos eso a un lado un momento y hay que enfocarnos en que ganemos esto para que ellas puedan estar juntas de nuevo.
-Tienes razón, hay que concentrarnos en esto.
Seguimos el camino rumbo a la oficina, al llegar ella fue a su oficina y yo a la mía, me puse a analizar el video toda la tarde, después continué con el otro caso llame a Ian y él subió a mi oficina, paso sin tocar como es su costumbre.
-Ian Flyn te he dicho no sé tal vez un billón de veces que toques la maldita puerta.
-¿Por qué debo hacerlo?, además tú me llamaste y me dijiste que viniera.
-Solo debes hacerlo por respeto.
-Se sentó en la silla- que es lo que quieres.
-Primero que te sientes bien y porque no te pones el maldito saco bien y te abrochas la camisa.
-He trabajado como loco es lo más decente que puedo verme pero genial- se acomodó bien y hizo lo que dijo- estas de malas.
-suspire- No.
- Dime que quieres Vélez.
-Que ha pasado con el caso.
-Te dije que ya no pensaras en eso ahora.
-Es que no lo puedo evitar, Ian tenemos que ganar, eso me atormenta todas las noches.
-¿No has dormido?
-Si.
-Mierda Christopher ¿sigues tomando esas pastillas?
-Ian sabes que no puedo dejar de tomarlas, tú eres el único que sabe que sin ellas estoy muerto.
-No Christopher, sin ellas seguirás vivo, con ellas te vas a terminar matando, al principio no te dije nada ya que creí que era necesario ya que recordaba todas esas noches que yo estaba contigo y no podías cerrar los ojos ni un segundo cuando tomabas eso todo mejoró un poco, aún recuerdo la primera noche que te deje solo en tu departamento, sabes lo genial que fue para mi, por fin podía dormir sin estar cuidándote o sin estar platicando contigo hasta el amanecer pero ahora solo quiero que dejes eso, no es para tanto.
-Claro que es para tanto, lo dices porque tú no lo estás viviendo si lo vivieras apuesto que estarías muerto Ian, no lo soportarías, no soportarías este dolor y este miedo que siento, los ataques que me dan todas las noches cuando ese tema me viene a la mente, Ian no lo entenderás para nada, tengo que irme a casa.
Tome mi saco las llaves de mi auto, abrí el cajón izquierdo de mi escritorio y tomé un frasco de patillas lo guardé y salí de ahí.
-Christopher espera-salió detrás de el.
Subimos al elevador juntos.
-¡No vas a manejar así, mira tus manos!
-¡A ti que mierda te importa Ian!
-Christopher relájate, ¡por qué te pones así!
-No tengo ni puta idea, pero me siento mal- me recargue y di un suspiro.
-¿Me das ese frasco?
-saque el frasco de pastillas y se lo aventé- Perdón, perdóname en verdad.
-Christopher no pidas disculpas, yo soporto tus cambios de humor-ríe.
-reí- No puedo mejorar Ian.
Él iba a contestarme pero el elevador se paró se abrieron las puertas y ahí estaba Lucy, mire a Ian para que escondiera las pastillas.
-¡Hola!- dijo con una sonrisa.
-la mire- Hola Lucy.
-¿Estás bien?-entro al elevador.
-El está perfecto.
-Si, estoy bien.
-¿A donde van?
-Me voy a casa.
-¿Por qué?
-Bueno es que necesito checar un caso con Ian pero los papeles están en mi departamento y bueno ya es algo tarde entonces ya no voy a regresar.
-De acuerdo, entonces hasta mañana.
-Hasta mañana Lucy.
Bajamos todos y Ian y yo salimos de ahí.
-Por qué te importa que se entere.
-De que hablas.
-Te importa que se entere de todo.
-Ella es muy ilusa es muy sensible, se preocupara de más.
-No crees que a ella en verdad le importas y es necesario que te muestres con ella tal y como eres.
-No puedo, ella no puede ver este monstruo.
-Christopher estas exagerando.
Subimos al auto y el claramente no me dejó manejar, solo esta vez lo dejare manejar mi auto.
-Ian no estoy exagerando y ya no hablemos de este tema, última vez que te dejo manejar mi auto Flynn.
-Bien.
Después de un rato llegamos a mi departamento y subimos, entramos y fui a tumbarme en el sofá.
-Creo que hablar del caso hoy no es la mejor idea.
-No, no quiero hablar de eso.
-Solo prepárate Christopher, creo que falta bastante para la última audiencia pero no tanto y debes estar bien si quieres llevar el caso como se debe.
-Lo se Ian, solo vete por favor.
-¿Quieres que te deje aquí solo?
-Ajá.
-Bien, me voy
Ian se fue, subí a mi habitación tomé una pastilla y traté de dormir un poco.

Falling in love Where stories live. Discover now