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Fin Acto Cuatro.

Rescatar a Jackson y Ethan fué fácil, demaciado para ser real. Lydia se los llevo a ambos mientras que Stiles llevaba el serval a la escuela, tal parecía que Scott tuvo una idea y debía funcionar. Decidí quedarme y buscar a mi padre, no quería encontrarlo convertido en piedra.

Scott se encargaba del Anuk-ité y yo de mi abuelo. Si mi padre se encontraba bien iría con Gerard y si el no esta aquí debe estar en otra parte y sabía perfectamente donde, así que conducí hasta el lugar.

Mientras más me adentraba, más cazadores encontraba inconcientes o sin vida. Seguí caminando hasta llegar a la última puerta del pasillo que se encontraba entre abierta.

Gracias a mi oído ahora más desarrollado pude escuchar cómo alguien removía desesperadamente cajas del lugar, seguído de varios gruñidos y un olor a jaguar. Entonces todas mis alarmas se encendieron.

Kate.

Abrí la puerta llamando la atención de aquella mujer quién rápidamente me dió una mirada de burla y una sonrisa hipócrita. Por mi parte, me mantuve sería en mi lugar, esperando cualquier moviento de su parte.

──── Sabía que un simple alcantilado no era suficiente ────. Habló para sí misma provocando que recordará aquel día.

──── ¿Que hacés aquí? ────. Interrogue comenzando a caminar lentamente, asercandome más a ella ────. No viniste a darle un abrazo al abuelo.

──── Busco algo, pero no tengo idea de dónde está.

Nuestra conversación se interrumpío cuando Gerard entro. Miró a su hija y luego a mi dándonos una mirada de despreció. Me preocupaba más el que no llevaba un arma con el, seguramente la tiene escondida en algún lado.

──── ¿Enserio crees que te confiaría los últimos gramos de serval amarillo? ────. Pregunto incrédulo.

──── Soy tu hija, soy una Argent ────. Contestó Kate, sorprendiendome al instante. ¿De verdad piensa que eso le importa?. Gerard es capaz se asesinar a su propia madre si ella siguiera viva.

──── Pero eres una de ellos ────. Respondió avanzando hacía nosotras con total seguridad.

──── ¿Le diste todo a ella? ────. Kate entrecerro los ojos sin creerlo ────. ¿Se lo diste a Monroe?.

──── Pero es suficiente para una última bala ────. Sacó el arma apuntando a Kate ────. Esa bala.

No supe lo que pasó por mi mente en ese instante, ni fuí conciente de lo que hice. Solo me avalanse sobre Kate tirandola al suelo, sintiendo dolor en mi pierna izquierda, justo donde había impactado la bala.

Caí de espalda al suelo quejándome del insoportable dolor que el serval amarillo me provocaba. Me maldije a mi misma, reprendiendome de haber salvado a Kate, aún que no duro mucho pues Gerard la golpeó con el arma el cabeza. Dejandola inconciente rápidamente.

──── Se acabó, Tara ────. Aseguró Gerard ────. Todo esta en su lugar.

──── No todo ────. Antes de poder responder. Una voz a espaldas de Gerard lo hizo voltearse, apuntando con el arma en sus manos. Sonreí emocionada al ver a mi padre cruzar aquella puerta, sin ninguna herida ────. Es hora de dejar las armas.

──── ¿De que estás hablando? ────. Cuestionó Gerard.

Papá avanzó sin temer a su padre, sabiendo lo peligroso que podría ser.

𝑻𝒉𝒆 𝑨𝒓𝒈𝒆𝒏𝒕 || Crepúsculo ᵉᵈʷᵃʳᵈ ᶜᵘˡˡᵉⁿ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora