Capitulo 10. Celo

94.1K 6.7K 235
                                    

🌡️🔥

Con la poca claridad que puede tener mi mente en estos momentos recuerdo las palabras de la abuela.

"Cariño el celo puede ser muy bueno o por el contrario muy malo. Si estás con tu compañero seguro que es bueno pero si no lo estás y no estás marcada puede ser muy malo, ya que todos los lobos sin mate de los alrededores podrán oler tu aroma a distancia y querrán aparearse contigo, tu seras como una droga para ellos"

Me levanto del suelo, comienzo a oler como varios machos se acercan, quiero esconderme pero mi cuerpo no responde. Me quito toda la ropa y comienzo a tocarme, el calor no desaparece...

Escucho como en la parte de abajo hay una pelea, no soy capaz de moverme solo quiero una cosa, el dolor es insoportable, alguien se acerca no quiero pero el ardor es más fuerte.

La puerta se abre de un golpe y es cerrada con llave, veo como alguien se acerca hasta mi posición. No lo puedo ver con claridad todo está un poco borroso, el deseo nubla mi mente.

Él se acerca y besa mi cuello, yo lo abrazo con desesperación, no quiero que pare solo quiero que el dolor cese.

Siento que después de esto Caleb me rechazara, pero no lo puedo controlar el deseo es más fuerte. He perdido la voluntad.

— Pequeña no tenías otro momento para tener el celo...— dice Caleb con voz sexy.

— Me duele... solo quiero que pare—respondo restregandome contra su cuerpo.

— No quería que esto pasará así, pero si no te marco ahora, vendrán tantos lobos a casa que dejaré una pila de muertos en la entrada—

— Hazlo, marcarme quiero... quiero que lo hagas— respondo con la mente nublada.

— Escúchame solo hay una forma para que te pueda marcar y esa implica que debo hacer el amor, lo comprendes?—

— Caleb hazlo, no te culpare, no me enfadaré, no puedo más... siento que voy a morir.—

Mi compañero se recrea en mi cuerpo, no sé en qué momento se ha quedado totalmente desnudo, juega con mis pezones erectos por la excitación, mi cuerpo esta apunto de entrar en ebullición, aprieto mi pelvis contra la suya, tratando de apagar un poco mi dolor.

— Caleb... Caleb ya no aguanto más por favor...—

Separa mis piernas y se sitúa encima. Noto una presión en mi intimidad, estoy empapada pero no es suficiente creo que es demasiado grande para mi.

— Relájate pequeña, solo un poco más y estaré dentro— susurra sobre mi oído, su lengua recorre mi pabellón auditivo proporcionándome escalofríos.

Un momento después siento dolor un dolor que se mezcla con el placer, Caleb se queda parado unos segundos y comienza a mover sus caderas consiguiendo que un nudo se forme en mi interior, entre espasmos de placer su boca se acerca a mi clavícula y sus dientes atraviesan, desgarran mi carne. No hay dolor ya solo oleadas de placer envolviendome...

Despierto agotada no sé el tiempo que he pasado así, no recuerdo las veces que le pedí que me hiciese suya. Me siento en la cama y miró el móvil. Lo que veo me hace temblar he pasado tres días en celo.

Ya no noto el calor pero si que noto las consecuencias de tanto sexo. Estoy molida mi intimidad está adolorida, me ha debido dar igual que a cajón que no cierra y lo peor de todo es que no recuerdo casi nada. Mi mente está nublada.

Siempre soñé con que mi primera vez sería maravillosa y no la olvidaría jamás. En cambio ahora mismo solo tengo lagunas... todo está nublado en mi mente.

Voy al baño a duras penas y hago mis necesidades, me visto y bajo a comer algo. Estoy famélica! Mientras bajo escalón a escalón veo como Caleb aparece al final de la escalera, me ayuda a bajar y me acompaña hasta la cocina.

Allí me ayuda a sentarme y me sirve la comida. Lo miro extrañada y confusa. Al final no puedo aguantar más y le pregunto:

— Por qué tú estás bien y yo estoy como si me hubiesen dado una paliza, me duele todo el cuerpo—

Escucho como se ríe y se sienta a mi lado, eso me pone de mal humor. Para que negarlo.

— Pequeña, siento haberte dañado por mi tamaño, intenté controlarme todo lo que pude, pero tú celo también me volvía loco, además estabas más que insaciable—

Esas palabras hacen que el rubor se instale en mi rostro, siento vergüenza, que habré hecho y dicho en esos momentos.

— Bueno al menos ya ha pasado— digo con resignación.

— Hasta el mes que viene...—

— Qué?— respondo perpleja y al borde del atragantamiento.

— Cuando una loba tiene su primer celo, lo tiene todos los meses hasta que concive cachorros. Después de eso ya solo lo tiene una vez al año—

— Todos los meses me va a pasar esto...— digo en voz alta tapando mi cara con mis manos.

Sigo comiendo y el escribe algo en unos papeles, se levanta y me deja un analgésico y un vaso de agua al lado.

Me lo tomo y un destello llega a mi mente, de un momento a otro comienzo a sudar, un sudor frío que me deja empapada.

— Estás bien? Te has puesto pálida de un momento a otro y has comenzado a sudar— dice Caleb preocupado.

— Nosotros... nosotros, nos protegidos verdad?—

— Si, te refieres al sexo la primera vez no, no me dejaste moverme del sitio. Como un ser tan pequeño puede ser en algunos momentos tan fuerte y obstinado.—

— Joder Caleb y tú eras el que estabas en tus cinco sentidos—

— Pequeña a veces yo tampoco me puedo controlar, ahora ya sé el día que volverá tu celo y estaré preparado. Si no puedes hablar con el doctor y que te recete esas pastillas—

— Entonces hay muchas posibilidades de que este embarazada? —

— Igual no, a veces en el primer celo no de da— dice dejando un beso sobre mis labios y marchandose de la cocina como si nada.

Como puede ser que esté tan tranquilo después de esto! y si hemos creado vida, apenas si nos llevamos bien, cómo vamos a ser buenos padres.

Tengo que dejar de pensar en ello, dentro de unas semanas saldremos de dudas, ahora voy a llamar a Kitty, la pobre debe de andar preocupada.



Destinada al AlfaWhere stories live. Discover now