Destinada al Alfa

Capítulo 39. Problemas de pareja

Caleb

Quisiera ser un poco menos complicado pero no es fácil cargar con mi pasado, y a veces quisiera correr desesperado alejarme de todo y de todos. No me gusta ser el centro de atención, pero nunca pude elegir mi destino.

No se hacer las cosas bien, solo hago lo que me han enseñado, quisiera ser lo que quiere Serenety pero en vez de cambiar e intentarlo lo único que hago es alejarme de ella cada vez más.

Maldita soberbia, maldito ego. Ella cree que no la amo que solo estoy con ella por el vínculo pero no es así. La amo con todo mi corazón, amo cada detalle que la compone. Nadie más que yo sabe lo que he sufrido su ausencia. Lo que he sufrido en silencio por verla mal.

Y de nuevo la he vuelto a perder, culparia a Black por llevárselas, pero ella se ha marchado por voluntad propia y me ha dejado lo que cree que es más importante para mí.

Por qué no supe estar callado? la ira y el coraje de haber perdido otra vez el título me invadió, y si la culpe a ella, que lo único que ha hecho siempre es intentar protegerme. Pero claro a un macho Alfa como yo nadie lo tiene que proteger.

Ha demostrado ser una excelente Alfa no solo con su Manada en España sino aquí con sus buenas decisiones, me he dado cuenta de que no puedo vivir sin ella. Ellas son mi todo, mi vida y mi felicidad.

Ahora me toca enfrentar todo para recuperarla, la verdad es que no se cómo hacerlo. No puedo llegar a esa Manada con un ramo de flores y esperar que ella se lance a mis brazos.

Creo voy a tener que hablar con Black, quizás él me pueda ayudar, es hora de cerrar un ciclo y comenzar otro.

La Manada ha vuelto a la tranquilidad, es verdad que se marcharon varios grupos de personas, no estoy molesto por ello más bien agradecido, compartían el pensamiento de Sebastian y eso es algo que Serenety y yo no íbamos a permitir.

Quizás no es tan malo ser el Luno de la Manada si voy a tener a mi pequeña Alfa a mi lado. Ahora toca trabajar para demostrarle que puedo cambiar, que merece la pena estar a mi lado.

****

Estoy nervioso como nunca lo he estado antes. Hoy vuelve Serenety a la Manada, este mes sin ellas a sido el más largo de toda mi vida.

Ella no lo sabe, pero tengo muchas sorpresas preparadas, Black me aconsejó que aunque no sea un romántico empedernido puedo hacer un pequeño esfuerzo y eso es lo que he hecho.

No tengo miedo a mostrar un poco más de mi, ya no... Estas semanas me han enseñado que no soy débil por estar enamorado, ellas son mi única debilidad y no me importa mostrarlo.

— Serenety por favor tenemos que hablar— hablo lo más calmado posible,

— Está bien, déjame que le deje a mi abuela a la niña y podremos hablar—

Después de unos quince minutos ella regresa a casa, está tan bonita, tan sexy, tan apetecible... Vale, Caleb deja tu mente calenturienta para otro momento, ahora a lo que toca, operación conquistar. Me digo a mi mismo.

— Vamos tengo algo que mostrarte— digo y tiendo mi mano. Ella parece sorprendida y por un momento vacila en darme su mano, eso hace que mi lobo este intranquilo.

Cogidos de la mano como dos enamorados llegamos hasta la puerta de su antigua casa.

— Qué hacemos aquí?— pregunta sorprendida.

Me arrodilló y cojo sus manos, ella hace una mueca y yo sonrió.

— Me gusta cuando sonries— dice ella, eso me da un chute de energía, siente algo por mí de eso estoy seguro.

— La primera vez que nos vimos te trate como un...—

— Bruto, salvaje, animal...—

— Si todo eso, pero ahora quiero hacerlo bien. Serenety Moore quieres ser mi novia?—

El silencio es cortante, siento que mi corazón resuena tan fuerte que hasta ella lo puede escuchar.

— Yo, yo... no se qué decir, no es fácil para mí—

— No digas nada, solo piénsalo por favor, vale?—

— Está bien—

— Ahora vamos a otro sitio—

— A dónde vamos?—

— Espera un poco y lo veras—

— A qué tanto misterio?—

— Serenety...—

— Vale, vale—

Me gusta demasiado, me pone demasiado nervioso, ella es mi guerrera, mi mate, mi alma gemela.

— Cierra los ojos, ya casi llegamos—

Me cuesta un poco convencerla pero con un poco de paciencia lo consigo.

— Ya puedes abrirlos—

— Caleb, qué es esto?— dice y comienza a reír.

— Es para ir al campo de entrenamiento y al mismo nivel—

Ella no deja de sonreír, se sube a la primera bicicleta rosa  y yo me monto en la segunda.

— Qué va a decir la gente?—

— Que estoy loco por tí, y si para demostrarlo tengo que subirme en una bici rosa todos los días lo hare—

Después de veinte minutos llegamos al campo de entrenamiento. Aparcamos las bicicletas y nos dirigimos al campo de entrenamiento.

— No me digas que vamos a luchar cuerpo a cuerpo—

— Si quieres...—

Nos colocamos en posición y dejó que me golpee la nariz. Ella se queda desconcertada.

— No soy tan buena, ni tan rápida. Te has dejado golpear por mi—

— Si— respondo con sinceridad.

— Pero estás sangrado, pegué fuerte porque pensé que ibas a esquivar el golpe— dice sancando un pañuelo del bolsillo y limpiando la sangre que cae de mi nariz.

— Lo que quiero que entiendas es que no me importa si me golpeas, si me ganas en una pelea, si desordenas mi vida, si tú eres el Alfa y yo el Luno. Lo único que quiero es estar contigo y con Luz. Que me perdones y tengas paciencia con este lobo bruto—

— Y qué te desafíe?—

Esas palabras me causan risa.

— Me encanta que me desafíes con tus palabras, eres la única persona que se ha atrevido a hacerlo, me encanta la guerrera, la tímida, la avergonzada y la lasciva. Me encantas tú Serenety.—

— Sí—

— Si, qué? No entiendo—

— Si, acepto ser tu novia—

Esas palabras me llenan de emoción, la cojo en brazos y la beso, la beso con tanta pasión que siento como mi sangre arde bajo mi piel.

— Lo próximo una boda y después cinco cachorros más— digo emocionado.

— Eh, para no tan rápido—

— Bueno pues cuatro...—

— Ya lo hablaremos lobito— dice para después besar mis labios dulcemente, una dulzura que enciende más si cabe todo mi ser.