Destinada al Alfa

Capitulo 13. Kitty y James

Capitulo narrado por Kitty...

Hoy he pasado uno de los sustos más grandes de mi vida. Esa maldita alarma me trajo algunos de los recuerdos más amargos de mi vida.

Ese día murieron solo tres personas en la Manada, uno de los guardias y una pareja. Ahora se que esa pareja eran los padres de Serenety, en aquel momento solo se llegó a escuchar que buscaban a una niña pero el porqué lo desconozco...

Acabo de contactar con James a través del enlace y por suerte sé que se encuentra bien, por mamá y papá no debo de preocuparme ya que están de visita en la Manada de mi madre.

Salimos de casa del Alfa y nos dirigimos a la plaza del pueblo, allí me espera James pero lo que no me podía imaginar está sucediendo... todo está lleno de cadáveres y de personas heridas, eso hace que se me revuelva el estómago.

Nada más llegar pierdo de vista a Serenety, siento que soy la peor amiga del mundo por no buscarla y marcharme con James a su casa.

Bueno ya le pediré disculpas más tarde, miro a mi compañero este tiene el cabello manchado de sangre, pero no estoy segura de que toda sea suya.

— Voy a darme una ducha, la nevera esta llena... si quieres puedes preparar algo de cena— dice James dejando un beso sobre mi cabeza y subiendo las escaleras.

Desde cuándo este hombre es tan cariñoso conmigo?

Se que debería cuestionarlo, he pasado los dos últimos años y medio siendo rechazada por él y en cambio solo ver qué me aceptaba ha servido para perdonarlo.

Supongo que no debo de estar muy bien de la cabeza.

Saco unas cuantas cosas y preparo la cena, se ve que debe de estar bañándose por qué lleva ya un buen rato. Subo a su dormitorio y cojo una de sus camisas del armario.

No volveré a ponerme este estúpido mono nunca más. Su camisa se me pega un poco al cuerpo, pero cubre lo necesario.

Bajo de nuevo a la cocina y lo veo allí sentado, este me mira de arriba a bajo.

— Con él mono te veías muy sexy pero con mi camiseta estás más que apetecible— dice con una sonrisa pícara.

— Mmm... sera mejor que comamos, no sea que tengas que salir corriendo...—

— No lo creo, hemos acabado con casi todos y los que quedan con vida están en los calabozos de la Manada—

— Quién no ha atacado?—

— No estamos seguros, creemos que son pícaros pero ellos no son tan organizados. Estos estaban buscando algo...—

Su teléfono móvil comienza a sonar, lo deja unos cuantos tonos y al final lo coje.

Sale de la cocina y lo escucho gritar, se que es con su madre con la que habla pero no entiendo a que viene la discusión.

Vuelve a la cocina enfadado por lo que cenamos en silencio. Este silencio me está matando así que le digo lo primero que se me ocurre.

— Igual deberíamos ayudar en la plaza?—

— No te preocupes por ello, está todo organizado y hay varios médicos en camino. Nosotros solo estorbaríamos allí—

Recogemos la cocina y nos vamos al sofá. Allí nos tumbamos abrazados.

— No te imaginas el tiempo que he deseado hacer esto—

Levanto la mirada y lo miro confusa.

— Katherine es hora de que te explique por qué no te acepte antes, la primera de mis razones es que he sido un cobarde, pero ya nunca más...—

Lo escucho en silencio y muy atenta, lo que más me sorprende es que me llame por mi nombre de pila, nadie me llama así desde que era pequeña, después de una pausa él sigue hablando:

— El día que descubri que eras mi mate fue el más feliz de mi vida... llegué a casa eufórico y compartí la noticia con mi madre, está cuando se enteró de quién eras puso el grito en el cielo, el futuro Beta de la Manada no podría estar con alguien como tú, mi mayor error fue escucharla, ahora lo sé. Ella me pidió que te rechazará pero no pude hacerlo, esa fue la primera brecha en nuestra relación... después tú entraste en celo y yo no pude soportar que estuvieses con otro hombre. El último día de tu celo ella me llamo por qué había sufrido un accidente pero cuando llegue a casa  ella me culpo por dejarla sola y yo me sentí culpable. Hace unos días cuando te enfrentaste a mi, me intentaste rechazar y después te ví con ese hombre... Simplemente no lo pude soportar, adelante mis planes. Había comprado una casita para nosotros y solo esperaba la mejor forma de pedirte disculpas y que me dieses la oportunidad...—

— Y tú madre que opina?—

— Me da igual, al principio sentí lástima por ella, solo me tenía a mí, pero no hace mucho que me di cuenta de que ella es solo una manipuladora, daba igual quien fuera mi mate, ella solo me quería allí. Nadie hubiese sido nunca lo bastante bueno, no te he engañado nunca! Siempre has estado en mi mente y en mi corazón—

— Eso no es verdad... Una vez...—

— No, estoy seguro de ello.— dice firme en sus palabras.

Me armó de valor y está vez soy sincera yo.

— Voy a contarte algo que no sé cómo te vas a tomar pero creo que necesitas saberlo... Después de mi primer celo concebimos un cachorro...—

Él se levanta y se queda sentado. Intenta hablar pero yo pongo dos dedos en su boca haciendole saber que debe escucharme.

— Apenas unos días después de enterarme me dirigía a hablar contigo, pero en el camino sufrí un dolor tremendo en el pecho que me hizo caer... Eso solo significaba una cosa. Tú estabas con otra, después de eso me empecé a encontrar mal y bueno... lo perdí—

Veo como aprieta con fuerza sus puños, mientras unas lágrimas se escapan de sus ojos.

— Maldita zorra, ella me drogo... Me llevo a una chica a casa y me besó, creí que eras tú y correspondi ese beso hasta que la escuché hablar y me di cuenta de que no eras tú. No pasó nada más, eso lo juro! Y por mi culpa ese bebé ya no está. Yo maté a mi hijo...— responde frustrado por el dolor.

— Tranquilo, yo no te culpo. Ahora lo sé, fuiste otra víctima como yo. Quizás el bebé era tan especial que no debía estar aquí, sino allí arriba en forma de ángel— respondo limpiando las lágrimas de su rostro.

Él se abraza a mí y entre lágrimas y besos nos quedamos dormidos. Tenemos toda una vida para enmendar los errores.