Capitulo 33. Bruja

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La leyenda de la bruja

Cuenta la leyenda que existió una mujer bellísima. Su cuerpo era delgado y lucía una piel dorada y tersa. Solía peinar su largo cabello negro en una suave trenza que resaltaba la hermosura de su rostro. Sin embargo, casi ningún hombre se le acercaba pues algo en ella inspiraba temor.


La gente del pueblo decía que aquella mujer no era de fiar. ¿Y cómo podía serlo si su familia era conocida por practicar magia negra? Así que los muchachos recibían advertencias para mantenerse distantes y los adultos ni siquiera eran capaces de verla a los ojos.

Pasó el tiempo y aquella muchacha se convirtió en mujer. A la par, también se fue quedando sola. Entonces, un enorme deseo comenzó a gestarse en su corazón: anhelaba tener un hijo. Estaba convencida de que sería una excelente madre. A pesar de que la gente no la quería, ella sería capaz de darle a su hijo la mejor crianza jamás soñada.

Sin embargo, los años no perdonan así que comenzó a ver aquel sueño como algo lejano. En ese momento decidió hacer algo. Ya que ningún hombre se atrevía a unirse con ella en matrimonio, recurriría a otros métodos. Poco a poco se dejó envolver por fuerzas oscuras.

Debido a esto, su semblante cambió. Ya no era el de una joven resplandeciente sino el de una mujer sombría. En sus ojos ya no había dulzura sino rencor. Por más que lo intentaba, no podía engendrar nada. Su vientre la había traicionado y no se preñó más que de un odio creciente.

El tiempo continuó su curso y la ira y el odio creció en esa mujer. No obstante, cualquier dejo de cordura se extinguió cuando, un día, escuchó a dos mujeres del pueblo cuchichear. Las insensibles comenzaron a burlarse porque aquella desgraciada no podía engendrar nada más que soledad.

Cuando escuchó las burlas no hizo ni dijo nada. Sin embargo, eso no se podía quedar así. Entonces, la mujer juró vengarse a costa de su propia existencia. No pasaron muchos días cuando cerró un trato con el diablo. La gente lo supo porque, cuando pasaban cerca de la casa, escuchaban que la mujer hablaba a gritos con alguien. No obstante, todos sabían que estaba sola.

Además, los gritos eran como cantos con una voz de ultratumba que hacían temblar a todo aquel desafortunado que la escuchara. Poco tiempo después, El pueblo se lleno de terror. Primero desapareció un niño, luego dos y, por último, tres.

Todos sabían que aquella bruja tenía algo que ver. Así que, un día, el pueblo, armado de valor, se reunió y fueron armados con antorchas, hachas y piedras a su casa. ¡Querían quemarla viva! Sin embargo, nadie abrió la puerta.

Entonces, la gente decidió entrar por la fuerza. En ese momento, una niebla espesa cubrió el ambiente y un frío sin igual los hizo temblar a todos. Al mismo tiempo, una voz profunda surgió del gran árbol que estaba frente a la casa.

La voz era como de ultratumba. Primero lanzó injurias y palabras de odio. Después, cuando el terror ya había apresado a todo mundo, confesó ser la misma mujer a la que habían llamado bruja. Y sí, ella había raptado a los niños como una venganza en contra del pueblo.

En ese momento, un hombre quebró su propia pasividad y dio un hachazo al árbol. Sin embargo, un grito infantil y de profundo dolor se escuchó. Entonces, la bruja comenzó a burlarse y a decir que las almas de los tres niños estaban atrapados ahí junto con ella.

Por eso, si dañaban el árbol no solo ella sufriría sino también los niños. Las madres de los niños desaparecidos estaban presentes así que rogaron al hombre que no dañara al árbol por piedad a sus hijos. El valiente comprendió el pesar de las madres y asintió con la cabeza. Además, hizo prometer a todos no dañar al árbol.

Pasaron decenas de años y, aquella historia se volvió una leyenda. Cabe señalar que, según se cuenta, si clavas un cuchillo o algo filoso en el tronco de aquel deforme y gran árbol, primero saldrá una especie de savia blancuzca que luego se teñirá de rojo. Después, si pones atención, escucharás los quejidos infantiles de dolor y las risas de la bruja de quienes estarán ahí, por lo menos, hasta el final de los tiempos.

¿O quizás no? Nunca nadie volvió a ver jamás a la bruja, quizás alguien la libero de su encierro o quizás ella nunca estuvo atrapada en el árbol.



Nota: Este capitulo ayuda a comprender lo que está por acontecer. Pd: Está leyenda no es mia, es una leyenda popular pero cuando la descubrí me di cuenta de que era lo que necesitaba.

Destinada al AlfaWhere stories live. Discover now